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Aitana Sánchez Gijón como «La madre» en el tormento de ser expulsada del paraíso

Horacio Otheguy Riveira.

El paraíso en la tierra. Quien más quien menos tiene uno, o cree tenerlo a lo largo de su vida: un punto en el espacio, muy oculto la mayoría de las veces, y está poblado de luces y sombras que circulan por las emociones como un acontecimiento sublime ya perdido, irrecuperable: en la infancia, casi siempre, o en la adolescencia entre golpes y amores imposibles… En esta ocasión, Anne brinda a Aitana Sánchez Gijón la posibilidad de componer un personaje sumergido en situaciones eminentemente físicas, interiores, que se habrán de expresar escénicamente en un juego de diálogos que van de la comedia al melodrama familiar hasta encarrilar en el angustioso periplo emocional de una mujer que ha fijado su fantástica residencia en el lejano pasado en que era imprescindible para su hijo, ahora de 25 años…

Con este material, el director Juan Carlos Fisher plasma con precisión diálogos aparentemente ligeros, a ratos insustanciales, que se forjan indispensables para ir transmitiendo mucho más a lo largo de la función, sobre todo la atmósfera de un profundo desequilibrio femenino.

La escenografía de Alessio Meloni arriesga con una grieta en una pared que da muy obvia visión de una crisis matrimonial, pero que adquiere paulatinamente crecimiento testimonial con la muy cuidada iluminación de Pedro Yagüe, así como con la partitura singular de Joan Miquel Pérez: juntos crean el ambiente propicio para que la originalidad del drama se explaye mágicamente.  Sucede a manera de una danza lenta que no cesará hasta la confesión definitiva, al llegar en un final que deja en las manos de los espectadores todo el cuerpo y la pesadilla de saberse expulsado de un paraíso construido con tanto esmero que ha de resultar único, imperecedero emocionalmente, si bien a través de una realización artística impecable, de notable belleza, armónicamente expuesta por un pequeño grupo de intérpretes que funcionan como red de apoyo esencial para el fabuloso trabajo de la primera actriz.

Juan Carlos Vellido, el marido; Alex Villazán, el hijo; Julia Roch en una serie de breves apariciones en personajes que terminarán siendo fundamentales. Entre diálogos y situaciones a veces repetidos necesariamente, cada uno de ellos va brindando los elementos esenciales para afianzar la penosa montaña rusa en que se sumerge La madre, provocando en el público risas fáciles, risas nerviosas, doloroso estupor…

 

 

Un vestido rojo dará la pista esencial de un drama que Sánchez Gijón compone como una partitura. Desde el comienzo, con el público ocupando sus butacas, y una mujer gris deambulando por el escenario en silencio… Así, paso a paso, nos introduce en el devenir brutal de su solitario sufrimiento.

 

 

Dramaturgia: Florian Zeller
Dirección: Juan Carlos Fisher
Reparto: Aitana Sánchez-Gijón, Juan Carlos Vellido, Álex Villazán y Júlia Roch
Composición musical: Joan Miquel Perez
Diseño de escenografía: Alessio Meloni (AAPEE)
Diseño de iluminación: Pedro Yagüe
Diseño de vestuario: Elda Noriega (AAPEE)
Ayudante de dirección: Rómulo Assereto
Adjunto dirección de producción: Fabián T. Ojeda Villafuerte
Jefa de producción y regiduría: Blanca Serrano
Administración: Henar Hernández
Dirección técnica: Manuel Fuster
Dirección de producción y producción ejecutiva: Nuria – Cruz Moreno
Jefa de prensa: María Díaz
Fotografía: Sergio Parra
Diseño gráfico: Eva Ramón
Distribución: Fran Ávila Distribución y producción teatral
Producción: Barco Pirata producciones y Producciones Rokamboleskas

 

TEATRO PAVÓN. HASTA EL 12 DE MAYO 2024

2 thoughts on “Aitana Sánchez Gijón como «La madre» en el tormento de ser expulsada del paraíso

  • Tuve la dicha de vela 2 veces, cuando se estrenó en Vitoria. Me pareció una de esas obras modernas que tiene el vorágine de una “Madre” que no ha sabido enfrentarse al tiempo transcurrido & que quiere volver a que sea como cuando su hijo dependía de ello, hasta que nos independizamos & comenzamos a vivir nuestras propias vidas a desmedro de una “Madre” absorbente que no quiere dejar de serlo, pese a sentirse estafada en su reino maternal & conyugal.

    Felicitaciones a Juanca Fisher, al elenco con Aitana Sánchez Gijon en un rol cumbre & a los colaboradores inmediatos, entre ellos,
    Rómulo Assereto. Olé España! Vaya para todos una flor de admiración & el mayor de los éxitos.

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    • Muchas gracias, Rómulo por participar. Y enhorabuena como integrante de la Compañía en el nada fácil papel de ayudante de dirección. Un abrazo.

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