José Luis Trullo: “Ser humano implica dominar los propios impulsos”
Ismael Sánchez.- Tras la celebración en 2023 del I Congreso Nacional de Humanistas en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, dedicado a la tradición, se acaba de dar a conocer el programa de la segunda edición, esta vez consagrado a las “razones humanas”.
Según José Luis Trullo, codirector junto al profesor Antonio Barnés del evento, “un amplio elenco de humanistas abordarán la importancia tanto de las razones como de los motivos que guían a las personas en su singladura vital”. Para Trullo, “no basta con utilizar la inteligencia para gestionar el día, resulta esencial dilucidar hacia dónde nos dirigimos, cuál es nuestra meta”; de acuerdo con la doctrina aristotélica, expuesta en la Ética a Nicómaco, “todo ser tiende hacia una finalidad propia, y la plenitud existencial se alcanza cuando se cumple este destino al que estamos llamados”. Contra la creencia contemporánea de que lo esencial es fluir y dejarse llevar por los impulsos, Trullo pone en valor la importancia de empuñar la propia vida: “Frente a los cantos de sirena que nos invitan a deponer el dominio sobre lo que somos y hacemos, hay que defender que ser humano implica contenernos, disciplinar la voluntad y orientar nuestros actos y nuestros pensamientos en la dirección correcta, la propia de cada cual”. En este sentido, impugna que la teleología (doctrina de los fines) implique someterse a una horma única e igual para todo el mundo: “El totalitarismo, sea de izquierdas o de derechas, impone una tabula rasa de la singularidad de los individuos en nombre de una supuesta armonía social; por el contrario, el humanismo aboga por el camino propio, personal, como forma eminente de contribuir al beneficio común”. En este sentido, concluye Trullo, “el humanismo resulta más necesario que nunca, porque pone un dique tanto al nihilismo materialista como a los falsos espiritualismos; estos últimos me preocupan especialmente, porque son una burda caricatura de un pensamiento profundo, saquean el rico legado de los símbolos perennes y brindan soluciones fáciles y al cabo estériles, pues nada que no nos exija sacrificios personales podrá entregarnos a cambio algo de auténtico valor”.
En cuanto al Congreso, Trullo se felicita al constatar que “el humanismo ha recuperado su brío habitual, tras unas décadas de desconcierto provocado por el estructuralismo y sus epígonos posmodernos”. Este evento, precisamente, incide en la reflexión sobre las grandes categorías de la tradición occidental, para lo cual se ha invitado a especialistas en distintas disciplinas del saber: filólogos, filósofos, antropólogos, historiadores, artistas, docentes, poetas e incluso aforistas. “Queremos recobrar el carácter transversal de los saberes, propio del humanismo clásico, para superar el callejón sin salida al que nos ha abocado un concepto del conocimiento reducido a su dimensión técnica”. En este sentido, enfatiza el valor existencial del saber: “Retomando un lema de Baltasar Gracián, no se vive si no se sabe, y ante todo si no se sabe para qué vivimos. Volviendo a la idea inicial, lo propio del hombre consiste en preguntarse continuamente qué está haciendo, cómo, por qué y para qué; cuando deja de formularse estas preguntas, se degrada al nivel de un animal o de un vegetal, que se limita a subsistir ateniéndose a sus impulsos primarios. Ser humano, por el contrario, exige dominarlos en aras de un buen fin”.
En este encuentro, que se celebrará durante dos días en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (Madrid), participarán catedráticos universitarios, como Emilio Blanco o Juan Arana; filósofos como Javier Recas o Javier Méndez; poetas como Ignacio Gómez de Liaño o Carlos Peinado Elliot; filólogos como Javier García Gibert o Manuel Neila; y aforistas como Ricardo Virtanen o Emilio López Medina, entre otros. La asistencia es libre pero, al ser el aforo limitado, la organización insta a los interesados a inscribirse para no arriesgarse a no poder acceder a la sala.