Viajes y libros

‘Hasta dónde llega la luz’, de Sabrina Imbler

Hasta dónde llega la luz

Sabrina Imbler

Traducción de Sandra Caula

Big Sur

Barcelona, 2023

266 páginas

 

Por Ricardo Martínez Llorca / @rimllorca

Bajo la superficie del mar hay un mundo muy intenso lleno de monstruos. Las criaturas que allí habitan tienen costumbres y modos de supervivencia que dejan en pañales la imaginación del más creativo autor de ciencia ficción. Cuando parece que ya nada puede sorprendernos, aparecen los pulpos, las medusas, las anémonas, los peces de los arrecifes, las grandes bestias o los cangrejos abisales, y nos dejan con el cerebro hecho papilla: ¿cómo es posible que la vida haya llegado a dotar a un ser casi sin cerebro de unos recursos tan brutales, tan enigmáticos, tan fantásticos? En realidad, bucear dentro del alma humana se podría asemejar a la exploración submarina: uno nunca termina de sorprenderse, ni siquiera cuando el alma en el que se sumerge es la propia. Un psicoanálisis en condiciones es eterno, es como el mapa que ideó Borges, en el que su autor, empeñado en reproducir cada accidente geográfico, elabora un mapa del mismo tamaño del territorio que refleja. Es decir, para elaborar un psicoanálisis en condiciones, cada segundo de terapia debería equivaler a un segundo de lo vivido.

Pero eso no significa que uno deba resignarse. Hay posibilidades de estudiar qué nos ha construido, cómo es que nacimos siendo lo que somos y cómo descubrimos lo que somos. Hay opciones para facilitar nuestro autoconocimiento y la integración consecuente, no engañándonos a nosotros mismos. El tema es la identidad, pero esto va más allá de un proyecto literario, aunque apunte a psicoterapia: se trata de reconciliarse con todo, empezando por el yo, para así poder vivir sin escollos o reduciendo los escollos a lo exterior. Nada de generar más resistencias a partir de ahora. Lo que hace Sabrina Imbler es asombroso, tanto como las criaturas con las que trata, a las que estudia, las que elige. Cada una de ellas, desde el gusano al esturión, desde la sepia al cachalote, es vista a través de una peculiaridad con la que se identifica: el físico extravagante, la relación social, la adaptación a la ausencia de luz, las formas de sexo, etc., y al mismo tiempo va exponiendo cómo ella se descubre, descubre su género queer, su no inclusión en la norma, su mestizaje, su filiación, y así va reconciliándose consigo. La estrategia es alternar párrafos, y nos deja a nosotros que establezcamos los hilos que enganchan a unos y a otros. Y las conclusiones pasan por aceptar que cada individuo es un océano. Y que la propia Imbler representa uno de los océanos que más nos podrán llamar la atención. El libro es, digámoslo sin miramientos, delicioso. Es una delicia para los oceanógrafos, para los psicólogos, para los que buscan integración, para los que no se atreven a definirse, para los cobardes y para los valientes. Es una de las mejores lecturas con las que comenzar el año y no nos va a abandonar fácilmente.

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