‘Vidas prestadas’, una novela sobre las dependencias familiares

MANUELA VICENTE FERNÁNDEZ. @ManuelaVicenteF

Vidas Prestadas (Adeshoras, 2023), es la última novela de Isabel Álvarez, autora de varios relatos publicados en libros colectivos y coautora, entre otras obras, de la novela Los Zancos abandonados de Marie Curie (Anantes, 2022).

La obra toca el complejo tema de las cargas y dependencias familiares. El lenguaje, directo y claro, nos va atrapando en una historia en la que cada página que pasamos representa una cortina menos de niebla en la revelación de un pasado que ha condicionado las vidas de los protagonistas y a cuyas consecuencias se enfrentan en el presente.

La historia comienza con Germán retornando a la casa familiar, después de casi dos décadas de ausencia, tras la muerte de su madre. La casa a la que regresa no es la misma de la que salió huyendo pues en ella solo queda Marta, su hermana, a la que dejó al frente de un hermano con discapacidad y una familia desestructurada, por más que la sempiterna sonrisa de la madre quisiese afirmar lo contrario.

El reencuentro de Germán con su hermana será un reencuentro tenso, lleno de reproches y de confrontación con un pasado que permanece entre los dos como un muro que los separa.

Vidas prestadas es una novela corta, de poco más de setenta páginas, que obtuvo el I Premio Ángeles Martín de Novela Corta concedido por la asociación AMEIS en colaboración con la editorial Adeshoras, cuyo estilo sorprende por su aparente sencillez y profundidad psicológica.  De fácil y envolvente lectura, atrapa al lector con su claridad narrativa y un estilo directo, carente de ornamentos. Se aprecian en la obra significativas influencias de la literatura romántica del siglo XIX, representadas en elementos como el acantilado, el pueblo pequeño en el que se conocen todos y el estigma que la familia arrastra y sobre el cual gira el eje de la obra. Todos estos elementos contribuyen a crear una atmósfera visual de opresión, a la que los protagonistas, cada uno a su manera, responde en su intento de sobrevivir.

Estamos ante la primera novela en solitario de Isabel Álvarez, una autora gaditana a la que seguiremos de cerca porque su voz narrativa nos engancha desde la primera línea y hace que no soltemos la lectura hasta terminarla.