Al habla con Toni Molins, autor de ‘Oscuro silencio’
HÉCTOR PEÑA MANTEROLA.
Toni Molins (Barcelona, 1971) se define como gestor administrativo de profesión y comercial por accidente. De pequeño no le gustaba demasiado la lectura, ha sido en los últimos diez años cuando ha empezado a disfrutar de esta afición gracias a la novela negra y a los libros de crecimiento personal.
En mayo de 2022, releyendo un libro de Albert Espinosa, pensó en la gran habilidad y sensibilidad de una persona que, sentada frente a un ordenador delante de una página en blanco, estaba siendo capaz de hacerle sentir un torbellino de emociones. Decidió que quería parecerse, y se apuntó a un curso presencial de escritura creativa en Barcelona. A continuación, hizo un par de cursos online de novela policiaca y se despertó en él la necesidad de escribir Oscuro silencio.
- Buenos días, Toni. No suelo leer biografías tan personales como la tuya; por norma general, son ladrillos asépticos donde este o aquel parecen candidatos al Nobel. La tuya me ha sacado una sonrisa. ¿Por qué justo la novela negra? ¿Cuál fue el paciente cero?
Buenos días, Héctor. Gracias por tu comentario respecto a la biografía. Era mi objetivo, como con la historia de Oscuro silencio: despertar una emoción en el lector. No me importaba cuál fuera, pero sí que era importante para mí que el texto removiera algo en el interior del lector.
Respecto al paciente cero, creo que fue Reina Roja, de Juan Gómez-Jurado. Me la recomendaron encarecidamente y lo cierto es que me encantó. Creo que la trama de esa novela acabó de darle forma a la idea que me iba rondando en la cabeza para debutar en este apasionante mundo. Y me decidí por la novela negra porque me entusiasma leer un libro y tener que estar pendiente de todos los indicios, las pruebas y los giros que el autor relata en su historia.
- ¿En qué momento comenzaste a escribir Oscuro silencio? Quiero decir, ¿al terminar los cursos, durante…? ¿Por qué etapas pasó la obra antes de su publicación?
Comencé a escribir justo cuando terminé de hacer los tres cursos de escritura. Necesitaba tener una base técnica y teórica para empezar a construir la historia y que todo tuviera la máxima coherencia y sentido posible.
Respecto al proceso de creación, te puedo decir que lo más impactante fue activar mi “cajita de la imaginación”. Fue durante el primer curso presencial que hice en Barcelona. Comencé a experimentar una increíble sensación que nunca antes había sentido. De repente, empezó a entrar y salir de mi cabeza un flujo incesante de pensamientos con historias y personajes que imaginaba a partir de cualquier escena cotidiana que presenciaba en el trabajo, en casa, en la calle… Estaba alerta a todo lo que sucedía a mi alrededor y percibía que esas escenas podían ser perfectamente parte de la trama de mi historia.
Durante semanas estuve creando en mi cabeza los personajes, los distintos escenarios, la trama principal, las subtramas, los vínculos entre los personajes… Pero no conseguía conectarlo todo, no encontraba cómo cerrar el círculo que le diera sentido a mi historia. De pronto, una mañana de julio del año pasado, al leer una noticia sobre la sequía que empezaba a tomar relevancia mediática debido a las altas temperaturas, sin forzarlo y por arte de magia, todo se unió y empecé a redactar los tres documentos guía que utilizo para escribir: uno con la idea principal resumida y documentación sobre alguna escena que considero importante para el desarrollo de la acción. Normalmente en todas mis historias aparecen sucesos que han ocurrido en la vida real. Intento dramatizarlos y recrear en mi mente cómo sucedieron realmente. Pensar sobre qué sentirían las personas que los vivieron, qué harían en las horas previas y qué los llevó a estar en ese momento y en ese lugar. El segundo documento contiene todo lo relativo a los personajes y, por último, la escaleta temporal de los acontecimientos principales. Después de terminarla, el proceso editorial: elegir el diseño de la portada y contraportada, detallar el texto de la biografía y la sinopsis, corrección del texto, maquetación, etc.
- Pol Garrido es, a diferencia de muchos héroes policía de la literatura actual, humano. No es ningún súper hombre de película de acción. ¿Crees que es necesario que el lector dimensione lo que es un policía real y que entienda que ante todo es una persona?
Me encanta que me hagas esta pregunta, Héctor. Justo con mi historia, aunque esté encasillada como novela negra, quería conseguir que el lector descubriera las emociones que puede llegar a sentir cada uno de los personajes. Quería ofrecerle la información necesaria para que entendieran el porqué de sus decisiones al enfrentarse a cada uno de los conflictos por donde los lleva esta aventura. Y sí, por supuesto que, antes de policía, investigador, bombero o panadero, somos personas y cómo somos como profesionales viene condicionado por nuestros valores personales. En este caso, Pol Garrido se enfrenta a distintos acontecimientos en los que debe tomar decisiones importantes que quizás sean cuestionadas por más de un lector. Pero la reflexión desde el sofá, tapado con una mantita y un café humeante entre las manos, resulta cuanto menos sencilla y confortable. Lo complicado es saber qué haríamos si nos encontráramos en una situación semejante e invadidos por las emociones del momento. Seguro que, si nos damos una vuelta por nuestro interior, llegaremos a sorprendernos con actuaciones que hemos realizado alguna vez en nuestra vida.
- Siguiendo con el hilo de la humanidad, yo suelo leer literatura policiaca y tu novela me ha sorprendido por el planteamiento: sigue las etapas del género, una a una, pero durante el nudo exploras un camino familiar, intimista. Eso le da peso a la obra. ¿Por qué lo hiciste?
Como te comentaba en la anterior respuesta, quería mostrar la parte emocional de los personajes para que el lector tuviera información suficiente y pudiera calibrar por qué se toman ciertas decisiones en determinados momentos.
Me encantan los libros de crecimiento personal. He leído todas las obras de Albert Espinosa y al hacerlo me daba la impresión de que estaba hablando con un amigo, en una terraza con una cerveza en la mano, escuchando con atención una experiencia vital que le había sucedido. Me pareció interesante mezclar ambos géneros: novela negra y crecimiento personal. Me apasiona todo lo que tiene que ver con la mente. Me intriga el comportamiento humano. Cómo reaccionamos ante la toma de decisiones que nos plantea la vida a diario. El porqué de algunas reacciones. El ver cómo cada persona actúa de una forma distinta ante un mismo conflicto. Y mostrar que, detrás de cada acción y de cada decisión, hay una persona que seguramente está condicionada por la carga genética heredada de sus antepasados, por el aprendizaje automatizado que absorbemos de nuestro entorno más cercano. Condicionada debido a los acontecimientos que vivió en el pasado, por los acontecimientos recientes, por las emociones que sienta en ese instante… En resumen, lo podríamos definir como “el difícil arte de vivir”.
- Esta es de las clásicas. ¿Qué personaje (de haberlo) se asemeja más a ti, y por qué?
Creo que todos los personajes llevan un porcentaje emocional del autor. No sabría decirte cuál es la combinación exacta entre ficción y realidad, pero pienso que en una acción, en una frase, en la música que suena en determinados momentos, en la bebida que un personaje toma durante una cena o en la ropa que utiliza, está, en mayor o menor medida, el sello personal del narrador de la historia. En cada libro dejamos una parte íntima que, lógicamente, para el lector que no sabe nada sobre el autor, es indetectable, pero seguro que muchos de los que me conocen encontrarán en Oscuro silencio similitudes conmigo o con algunos acontecimientos que he vivido. Lógicamente, se trata de ficción y, en mi caso, sólo hablo de pequeños guiños o detalles.
- ¿Estás trabajando en otra obra?
Sí. Esto de escribir por afición es como un vicio. Una vez que empiezas, no puedes parar de crear nuevos mundos. Tengo como cuatro historias distintas plasmadas en bocetos para comenzar con ellas en cualquier momento.
La verdad es que lo más sencillo habría sido continuar con la segunda parte de Oscuro silencio. A los futuros lectores les quiero decir que la trama queda cerrada, pero la historia de los personajes queda muy abierta para poder seguir con ella y, sin duda, en algún momento continuaré, aunque al terminar la obra necesitaba enfrentarme a un nuevo reto. Quería saber si era capaz de crear otra historia empezando desde cero: nuevos personajes, nueva trama, nuevas localizaciones, nuevas ideas… En ello estoy. Espero que esté terminada para el próximo verano.
- ¿Qué metodología sigues para escribir?
La primera parte es un proceso muy largo e indeterminado temporalmente, durante el que comienzo a fraguar la idea principal en mi cabeza. Empiezo a fabricar los personajes y los voy colocando en pequeñas cajitas imaginarias. Cada cajita contiene una escena o uno o varios personajes vinculados entre sí, pero sin conexión aparente. Hasta que, por arte de magia, al ver alguna escena cotidiana o leer alguna noticia en el periódico, se unen de forma virtual todas las cajitas y cobran sentido cerrando el círculo que da sentido a la historia.
En ese momento, comienzo a diseñar tres documentos principales, como comentaba anteriormente, que me sirven de guía durante todo el proceso de escritura. El primero consiste en un diseño pormenorizado de todos los personajes: edad, sexo, profesión, estado civil, estilo de música que le gusta, tipo de comida que suele comer, vestimenta que suele utilizar, círculo de amistades, aficiones, color preferido, bebida que consume habitualmente… En definitiva, es como una radiografía en la que puedes ver todas las aristas de cada personaje. El segundo documento contiene la trama resumida y documentación referente a determinadas escenas, localizaciones donde va a suceder la acción y detalles relevantes que no debo olvidar bajo ningún concepto. Por último, elaboro la escaleta temporal en la que dibujo una línea de tiempo donde anoto las escenas clasificadas por fechas para que todo suceda en el momento que corresponde.
- ¿Tienes manías de escritor? Alquilar una pensión en el Valle de los Caídos, tumbarte bocabajo en la cama…
Por el momento no me ha dado por ninguna excentricidad como las que comentas, pero las puedo llegar a entender perfectamente. Pienso que cada escritor necesita un entorno específico para sincronizarse con su historia y comenzar a crear.
Yo lo único que necesito es estar en una habitación completamente aislada del mundo exterior en la que haya una calma absoluta. Cuando comienzo a escribir necesito formar parte de la vida de mis personajes, mimetizarme completamente con la escena que voy a abordar y sentir en primera persona lo que está sucediendo, como si fuera un observador que está presente, pero escondido detrás de una puerta, empapándose de todo lo que está pasando sin ser visible para los personajes.
Algunas veces me he visualizado como un titiritero que maneja los hilos de sus personajes a su antojo y que es capaz de decidir el destino de cada uno de ellos. Para mí es una experiencia brutal. En el momento en que me siento delante del ordenador, consigo aislarme del mundo real y me adentro en un mundo imaginario en el que puedo decidir qué ocurre, cómo ocurre y cuándo ocurre. Es una sensación que recomiendo practicar a todo el mundo alguna vez.
- ¿Qué te gustaría transmitir al lector con Oscuro silencio?
Sinceramente, me conformo con despertar cualquier tipo de emoción. Supongo que a cada lector le llega una parte distinta de la historia, dependiendo de su estado emocional en el momento en que la lea. Cada uno se quedará con una determinada escena, con un personaje con el que se siente identificado o bien sacará su conclusión respecto al acontecimiento central o empatizará con alguna de las subtramas. Esto es lo mágico de escribir, percibir cómo cada lector se queda con una parte distinta de la historia.
Igual que he despertado en ti una sonrisa al leer mi biografía, me conformo cuando alguien me dice que se le ha escapado alguna lágrima, que no esperaba que tal personaje, que parecía un ángel, acabe siendo un demonio o que la decisión de tal personaje no le acaba de gustar y que él hubiera hecho otra cosa distinta. Esto, en definitiva, significa que alguna parte del texto te ha atravesado el alma.
La idea general que quiero transmitir está plasmada en la portada con el título de la novela: Oscuro silencio. Creo que todos llevamos dentro algún oscuro silencio. Cargamos con algo que no hemos confesado nunca. Algo que nos persigue durante toda nuestra vida y nos oprime el estómago en determinados momentos. Algo que no contamos porque se sale de la norma estándar que ha marcado la sociedad y tenemos miedo a ser diferentes, a ser juzgados. Lógicamente, no quiero decir que todos llevemos encima algo similar a lo que ocurre en esta historia. No necesariamente debe ser algo tan grave, pero si observas y rascas en las personas que te rodean, puedes intuir que algo llevan en su mochila vital que les lastra.
- Toni, un auténtico placer tenerte por aquí. Esta es tu casa (y, siendo Navidad, vale doble). Si tuvieras que convencer al posible lector con un único argumento para que le diese una oportunidad a tu novela, ¿qué le dirías?
Relájate. Déjate llevar. Fluye con la historia. Disfruta de los personajes y siéntelos. Al acabar, espero que descubras y te liberes de tu oscuro silencio.