Una anunciación en Salamanca
ESPAÑA EN SORDINA:
UNA ANUNCIACIÓN EN SALAMANCA
Bajo un tejadillo en la iglesia de San Benito, una Virgen graciosa está leyendo y escucha lo que le anuncia el ángel. Levanta la mano de forma delicada para contestarle que todo está muy bien.
Esa entrada a San Benito tiene dos arcos conopiales debajo de otro arco. Representa la Anunciación en medio de floraciones agitadas. Encima un viejo levanta una copa. Esa copa tiene el perfume de la virtud según los teólogos. Pero tal vez sea una copa de vino que celebra el encantamiento y la gracia. La gracia que cada vez tiene menos nuestro mundo.
Esa Virgen se mueve y lee libros. Seguro que no lee best sellers, que no compró ese libro en unos grandes almacenes. Para ser anacrónicos, tal vez lea “La vida de María”, de Rainer María Rilke.
En esa calle hay palacios fantásticos y la terraza de un bar. Pero esa Anunciación ocurre en una plaza pequeña y lírica. Para escapar de todos los ruidos y las palabrerías. Solo en un sitio así se anuncia algo.
La iglesia de San Benito está casi siempre cerrada, como tantos monumentos de Salamanca. Pero en ese portal el exterior se convierte en interior. Y se nos anuncia, cosa rara en nuestro mundo, secretamente algo. No hace falta entrar, ya hemos entrado.
A menudo me pregunto por qué esa política de puertas cerradas. Pero me alegro de que ese ese rincón con encanto conopial esté abierto siempre. Abierto y encantador siempre. Con una Virgen que dice: “Escucha a tu ángel, ahonda tu vida. Y no te preocupes, también esta Anunciación es para ti”.
ANTONIO COSTA GÓMEZ FOTO: CONSUELO DE ARCO