Contrapaso. Los hijos de los otros: novela gráfica magistral de Teresa Valero

Horacio Otheguy Riveira.

Obra maestra que retrata la censura «criminal» durante el franquismo. Un tiempo donde se producían diálogos de este tipo:

—¿Te has vuelto loco? No puedo publicar esto sin que me cierren el periódico.

—Sí, lo sé.

—¿Entonces por qué coño lo has escrito?

—Es la verdad. ¿Te suena la palabra?

 

Madrid, 1956. Léon Lenoir, hijo de un comunista muerto en la Guerra Civil, y Emilio Sanz, militante falangista, investigan para la sección de sucesos de «La Capital» crímenes que chocan con la imagen idílica que el dictador quiere dar del país. Su temeraria necesidad de revelar la verdad tras un supuesto suicidio los llevará a enfrentarse a la represión de la dictadura y a desvelar una oscura trama que implica a algunos de los médicos más prestigiosos del régimen. Teresa Valero nos ofrece en Contrapaso un ejemplar thriller social que muestra las mentiras de un franquismo capaz de estrangular con sus tentáculos cualquier forma de disidencia.

 

 

La trama comienza con Emilio Sanz, periodista de sucesos para la cabecera El capital que sigue la pista de una serie de crímenes perpetrados contra mujeres. Falangista de vieja escuela, sufre la censura de un país de orden en el que, por supuesto, nunca pasa nada. Y si pasa, siempre están el garrote y el verdugo dispuestos a hacer que la justicia caiga sobre los malhechores.

A Sanz le asignan un nuevo compañero, León Lenoir, hijo de española y de comunista francés abatido en la Guerra Civil, joven e inexperto, pero con muchas ganas de abrirse camino y coger tablas en el oficio. Como todos los personajes de Contrapaso. Los hijos de los otros, León tiene un secreto: está enamorado de su prima, Paloma Ríos, que ahora destaca como ilustradora en las páginas de la revista Mujer de verdad.

Ayudados por Paloma, Sanz y Lenoir irán tirando del hilo de la última víctima hallada por la policía, para descubrir que bajo estos crímenes se encuentra una intrincada madeja de oscuros intereses. En sus pesquisas darán con la pista de tres brillantes neurólogos, Vidal, Sarobe y Bastida, detrás de cuyas intachables carreras se ocultan muchas de las perversiones de la práctica médica de la época.

A partir de este planteamiento, Teresa Valero despliega una mirada panorámica de la España de la posguerra, tocando una infinidad de materias sensibles: la amordazada libertad de prensa, la represión del movimiento estudiantil, las teorías eugenésicas aplicadas desde un prisma fascista, la psiquiatría como instrumento de control y el robo de niños en los hospitales de maternidad…

Y por encima de todas ellas, una cuestión primordial: cómo vivieron ellas las tinieblas de la dictadura. “Uno de los temas que quería tratar era el enorme retroceso que las mujeres y las personas homosexuales habían sufrido en sus derechos y libertades tras la caída de la República”, explica la propia autora en el colofón del volumen. “Su situación en las cárceles era obviamente muy dura. Las mujeres ordinarias, tuteladas por sus padres y maridos, se encontraban a menudo atrapadas en existencias insustanciales y opresivas que las arrastraban a la depresión”.

Con un prólogo de Elvira Lindo, todo en Contrapaso. Los hijos de los otros funciona de principio a fin: un texto rico, complejo y lleno de emociones, un dibujo extraordinariamente dinámico y exigente, una impecable documentación que no deja suelto ningún cabo y una enorme ambición para explicar nuestra Historia a través del cómic.