«La vida que vivimos», de Vicente Barberá
Por Isabel Alamar.
Vicente Barberá aborda en La vida que vivimos (Olé Libros), su último poemario, con un diseño sobrio y elegante en la carátula, el gran tema de la vida, y lo hace apoyándose en sus cuatro estaciones, con un estilo muy creativo e innovador.
De este modo, de la estación de la primavera, me gustaría rescatar para el disfrute de todos los siguientes versos: “Todo es luz y el camino nos contempla: … / Todo hierve en el campo / y la vida derrocha / su generosa plenitud, / que almacena en sus odres el vino de la vida”.
Del esplendor del verano transcribo, por ejemplo, la siguiente pregunta: “Pronto vino el verano: / ¿recuerdas con tu cuerpo aquella vez / ciegamente entregado al placer de la playa?”. O estos otros versos más que luminosos: “Es líquida la vida, corre sin detenerse, como un río. // Aumenta su potencia, / su caudal / hasta alcanzar el brío de las olas”.
Inmersos en la estación del otoño, podemos asegurar que continúa la belleza del paisaje. Es más ésta consigue hermanarnos al mundo como reza la siguiente estrofa: “y somos todos peregrinos / unidos por la sangre impura / de la oscura soledad de los vencejos”.
Por último, llegamos a la estación final del invierno, que le servirá al poeta para recapitular, hacer recuento y acopio de fuerzas y valor, y también para empezar a despedirse, con versos, que rayan la trascendencia: “Ven a mí / en esta noche eterna / mientras lata mi sangre … / de tu dulce mirada lléname. … // Y cuando llegue al otro lado / con fuerza abrázame”.
Por otro lado, un aspecto fundamental en esta edificante obra que no podemos obviar es el de haber sabido integrar con acierto en cada uno de sus poemas algunos versos de sus poetas más queridos y admirados, lo que convertirá a este poemario en un ejercicio estético de hondo calado.
Pasión, frescura y buen hacer recorrerán estos cien poemas de Barberá, que llegarán hasta nosotros bien medidos y meditados, pero conservando a la vez su magia, inocencia y frescura inicial, en un vuelo libre (que se aprecia en elementos como la disposición en la página o el empleo de mayúsculas, subrayados, etc.) que nos demuestra que la vida también es pasión y riesgo porque, como no se cansa de sugerirnos el poeta una y otra vez, no hay dos vidas iguales ni tampoco dos poetas o poesías.
Un libro testimonio de noches y días, de sucesos y recuerdos, en el que cada uno de sus elementos suma y hace gala de su expresividad, así que por todos estos motivos no os podéis perder la última propuesta literaria de Vicente Barberá Albalat.
La vida que vivimos
Vicente Barberá
(Olé Libros, 2023)
Un excelente libro en el que destaca la armonía y el ritmo de los poemas y, sobre todo, la sensación de libertad de las palabras.