«Vidas pasadas»: Caprichos del destino
Por Judith Mata.
¿Qué hubiera pasado si…? La eterna pregunta a millones de pequeñas y grandes decisiones del día a día. Celine Song plantea esta pregunta a un primer amor de la infancia que queda interrumpido de repente. Dos mundos que se fracturan y que cada uno sigue con el suyo, ambos muy diferentes. Una historia un tanto recurrente en la que el elemento original, el in-yun (la creencia budista de que hay alguien con el que estamos destinados y en otras vidas ya surgió algo) toma la iniciativa.
La premisa de la película se presenta al inicio, cuando ella debe emigrar con su familia y se rompe esa pasión primeriza. El film no hace más que desarrollar esa premisa sin nada nuevo, se sabe que no va a pasar nada. La distancia fría que se marcan los protagonistas se remite también al espectador. El sentimentalismo está allí, pero no da tiempo a que se desarrolle y tenga ningún impacto. Ambos deben seguir sus vidas adultas en sendos mundos opuestos. No hay otra opción. Cuando empieza a haber un mínimo de carga emocional, Nora cierra el ordenador y vuelven las distancias frías. No hay malos ni villanos, simplemente, no puede ser. La vida pasa mientras ellos también lo hacen.
La imagen se complace de metáforas visuales que recuerdan constantemente al espectador la misma idea: puede que sean el uno para el otro, pero no pueden estar juntos. Todo lleno de parejas queriéndose en el muelle y ellos dos, incómodos, se conocen bien, pero a la vez no, ambos saben, pero no se atreven a verbalizar. Esta incompatibilidad se mantiene a lo largo de la película: horarios dispares, culturas diferentes e intereses distintos. Lo mismo pasa con los diálogos, sugerentes, pero nada nuevo a lo que las imágenes nos dan. La fuerza de la historia está allí, pero no acaba de salir del todo.
El clímax recoge (por fin) todo lo que antes habían sembrado las conversaciones y acciones. Pero, siendo consciente del final, ese impacto no resulta tan fuerte y resulta más un alivio al ver que ambos han aceptado por fin la realidad. La película se convierte así en un paseo por los vagos pensamientos del “qué hubiera pasado si”. Nadie lo sabe, ni los personajes, ni el espectador ni la autora. Es cierto que el primer amor nunca se supera, pero (igual que Nora) no hay otra opción que seguir adelante y, más aún, cuando la vida misma te lo impone sin alternativa.
Un artículo fantástico y muy bien resumido; anima a verla!
No sabia de esta peli, que bueno que me encontré con este articulo, además que esta protagonizada por nada mas y nada menos que yoo tae-o, no puedo esperar a verla, muchas gracias por tomar el tiempo para crearlo.
La verdad esperaba un poco mas de la película, fue un poco lenta y lineal… creo que le falto un poco de ritmo