Emocionado adiós de Madrid al “Honestamente triste” de Alba Reche (otra cosa es que se vaya)
Texto: Mariano Velasco/ Fotografías: Jblayap
Siempre he fantaseado, de pequeño sobre todo, pero lo sigo haciendo, con lo del cambio de hora. Con que al retrasar el reloj el tiempo daría marcha atrás y volvería a revivir todo lo sucedido, lo cual podía molar mucho si se trataba de repetir algo muy chulo, por ejemplo… ¡un concierto de Alba Reche! El caso es que este sábado coincidió el cambio de hora precisamente con que estaba yo en el Teatro Barceló de Madrid viendo a mi admirada Alba Reche poner fin a su gira de Honestamente Triste, en la que nos ha emocionado una vez más con su voz, su magia, su sensibilidad y su ternura, y donde hemos comprobado cómo disfruta esta mujer encima de un escenario y cómo hace disfrutar a quien la ve y la escucha.
Pues a eso de las 23:00 horas, cuando acaba el concierto y Alba despedía emocionada la gira con las últimas notas de La Posada, recordé mis desvaríos infantiles y se me ocurrió probar a anticipar un poquito el dichoso cambio de hora. Así, mientras la gente seguía bailando como loca y gritando Alba, Alba, Alba…, puse mi reloj no ya sesenta minutitos antes, sino a la hora exacta del comienzo del concierto: 21:00. Total, ya puestos…
Y sucedió lo que tenía que suceder tratándose como se trataba de un momento tan mágico, que los conciertos de Alba Reche lo son. Que se apagaron todas las luces, se volvió a adivinar la figura de Alba en la oscuridad, y otra vez el estallido de luces y sonido con el que dan comienzo todos los conciertos de esta gira que ahora termina, y a sonar de nuevo las primeras notas de Sincera. ¡Me disponía a vivir el concierto de Alba Reche por segunda vez!
Entusiasmado, pero también algo preocupadillo y nervioso, porque aquello no era normal – ¡tampoco es normal lo de Alba Reche!, me tranquilizaba yo a mí mismo, ¡qué pedazo de concierto! – decidí contarle al día siguiente a mi psicóloga lo sucedido.
– ¿Y de quien dice que era el concierto? – me dijo sorprendida e incrédula.
– De Alba Reche.
– Ah, yo es que soy más de Shakira.
– Ya, pues no sabe lo que se pierde. Verá, comenzó el concierto como lo comienza siempre Alba durante esta gira, con ese juego de luces, sombras y sonidos que trata de envolverla, ya desde el principio, en ese aura de magia y de encanto que ella tiene, para después de Sincera ponerse a repasar todos y cada uno de sus mejores temas, que yo creo que no faltó ni uno: Quimera, Aura, La Culpa, Flor alta, Todo mal, Diamante… ¡Son tantos ya!
– Disculpe, pero… ¿me habla usted del primero o del segundo concierto de los que dice que vio?
– ¡De los dos! ¡Si fueron exactamente lo mismo! Alba estuvo emocionada y simpatiquísima sobre el escenario, bailó y sonrió más que nunca, dejó fluir toda su alma rockera, que la tiene, y repartió elogios y abrazos a sus invitadas y a su banda, especialmente a su hermana Marina Reche, que se la come a besos.
– ¡Jopé!¿Y todo ello dice que sucedió dos veces entonces?
– Como lo oye. Y enseguida nos sorprendió con la primera invitada, Ona Mafalda, con quien cantó, dejándose ambas la piel en ello, la deliciosa Escúchala: “escúchala, escúchala mami…”
– Esa me la sé yo: “escucha por favooor…”
– Fue un momento… ¿se puede decir “cojonudo” en su consulta?
– No.
– Perdone, es que con Alba los adjetivos se me quedan cortos. Pues no sé cómo le voy a describir entonces lo siguiente, que fue lo de las Ginebras.
– Ah, amigo. Haber empezado por ahí. Si yo sé que usted le da al pimple lo había entendido todo desde el principio.
– ¡Qué pimple ni qué pimple, si solo me tomé un par de cervezas! Me refiero a Ginebras el grupo, que cantaron por primera vez todas juntas Santos inocentes, la colaboración que han hecho con Alba y que suena a gloria bendita en directo, porque es divertidísima. Alba se puso a bailar como una loca hasta simulando lo de que “cualquier pasillo se hace pasarela si te miran al pasar”, que dice la canción, mientras se lo cantaba Magüi.
– Ya, pero las cervezas digo yo que serían cuatro. Dos antes del cambio de hora y otras dos después.
– Pudiera ser, sí. Pero le aseguro que estaba sobrio yo. Hasta el punto de que disfruté como un niño cuando Alba recordó temas antiguos, como la preciosidad que es Hestia, en la que Diddy Stain se marcó un solo de guitarra cojonu…
– ¡Eeeeh!
– Pues a ver cómo le cuento lo de Niña, su “niña de los ojos tristes”, que a mí me encanta y me pone la piel de gallina en cuantito se arranca por las primeras notas. La había abandonado en sus últimos conciertos y en este fin de gira la ha recuperado. Dos veces. Es una mirada dulce y tierna a su infancia, ¿sabe?
– ¿Y triste?
– Bueno, un poquito sí. Con Alba todo se rodea de un cierto halo de tristeza y melancolía, pero no me diga cómo lo hace, que acaba siendo como el devenir de la consiguiente alegría. Tendría que ver usted lo que hace en directo con Como si no importara, sin duda una de sus mejores canciones.
– ¿Qué hace?
– Se vuelve loca, la tía. Ella y toda la banda. ¡Por cierto, que qué banda lleva! Saray Saéz a la batería, Diddy Stain a la guitarra, Greta Ch’aska al bajo y su hermana Marina Reche como segunda voz. Son…
– Vale, vale, pero cuénteme lo de Como si no importara.
– Vaya, parece que le está a usted ya gustando Alba Reche, ¿eh?
– No le voy a decir que no.
– Pues eso. Que es una canción muy bonita y muy sosegada, con una melodía muy dulce pero con una letra muy desgarradora. Y ella de repente, con un cambio de ritmo brutal, al final la convierte en una reivindicación de sí misma y un “aquí estoy yo con un par de ovarios”. Iba a decirle cómo es ese final, pero ya se lo puede imaginar.
– Sí, me lo imagino, pero no se puede decir.
-Ah, y hubo un momento en que Alba se retiró y dejó sólita a su hermana Marina, bueno solita con la banda, y nos regaló un temazo de su nuevo disco, Por si quieres volver, que emocionó un montón a un público que la adora.
– Pues fue un concierto completísimo, ¿eh?
– El mejor y más emocionante que yo he visto de Alba, se lo digo de verdad. Además, Alba nos tenía preparada una sorpresa muy grande, porque estrenó la preciosa Digna de ti, y se atrevió a hacerlo guitarra en ristre. Bueno, fue sorpresa la primera vez, porque tras el cambio de hora yo ya me lo esperaba.
– Entiendo. Y entonces concluimos, está seguro, que todo esto que me está contando lo vivió usted dos veces, ¿no?
– ¡Claro! Bueno, La Posada la viví cuatro, porque la repitió en los bises. Y en una de las cuatro, o en dos, ya no sé, se metió la tía a cantar entre el público y casi se la comen. Como la canción dice lo de “cómeme, cómeme…”
– Una cosita más le iba a preguntar… ¿Esto le ha sucedido a usted en más ocasiones?
– No. Era la primera vez. Pero sí me pasa que…
– ¿Qué?
– Pues que me ha seguido sucediendo después. Durante todita la noche y hoy por la mañana. Ahora mismo, por ejemplo, al comenzar a hablar con usted casi me sale decirle “Mis recuerdos no encuentran carencia temporal, ordeno mis palabras poco antes de empezar, vengo dispuesta a decir la verdad…”, que es como comienza Esa también fui yo (quiero acordarme) una de las canciones que más me emocionan de Alba Reche, una confesión muy muy personal e íntima que, cómo no, canto ayer en el concierto… dos veces.
– Entonces… ¡es que está viviendo usted ya no dos, sino muchos conciertos de Alba Reche!
– Sí, puede ser.
– ¿Como en bucle?
– Sí, eso, como en bucle. ¿A usted no le pasa algo parecido con Shakira?
– Ahora que lo dice, sí que me ha pasado alguna vez que cuando se me pone muy pesadito algún paciente le digo eso de que “una loba como yo no está pa tipos como túuuu”.
– ¿Y esto que nos pasa es malo, doctora?
– Malo no… ¡es cojonudo!
Alba Reche: https://albxreche.com/
Fin de gira Honestamente Triste Tour
Teatro Barceló de Madrid
Es que eres un genio de las letras .y me sigo emocionando leer lo que escribes de Alba gracias .un abrazo desde 🇨🇱
Mil gracias otra vez, un placer seguir encontrándote por aquí. Besos 😘 😘
De verdad que me pareció un artículo muy interesante para leer.
Gracias por compartir este tipo de contenido, siempre es bueno leer un poco.