“Jury Duty”: Humor, nobleza y optimismo
Por María Marín Jover.
Jury Duty es una comedia que narra el engaño que sufre su protagonista (Ronald Gladden), un ciudadano normal que es citado para participar en un jurado popular, el cual cree que está siendo partícipe de la grabación de un documental sobre un juicio con jurado. Sin embargo, todo lo que sucede, durante el juicio y en los momentos de convivencia del grupo, está planificado, preparado y guionizado con el fin de grabar una serie de humor con él como personaje principal.
En este excelente falso documental ocurre algo curioso, algo que lo hace singular: la realidad no supera la ficción, sino que la hace “mejor persona”. Y es que a merced de las exigencias de un guion humorísticamente perfecto (gracias de nuevo Gene Stupnitsky) se nos muestra una cara del mundo esperanzadora, a alguien que, de una manera razonable y coherente, actúa con una nobleza inusitada en cada situación que maliciosamente le han preparado.
La serie te engancha por la genial actuación de los actores, un guion perfectamente hilado que ronda los límites de la verosimilitud, cierta curiosidad por el trabajo detrás de las cámaras en una idea así de original… Pero, en el fondo, es una serie cuyo objetivo y motivación es mostrarnos las peripecias que le pueden ocurrir a una persona normal -esperanzadora, razonable, coherente- en una situación que puede ser habitual (determinante desde un punto de vista de justicia social) como es la participación en un jurado popular. Y, ¿no es este, acaso, el perfil de un héroe? Así es, el héroe moderno americano. Un tipo amable, que ayuda a sus compañeros, honesto, prodigiosamente tolerante y con un sentido civil por encima de la imagen del norteamericano de los últimos años.
Lo que quiero decir es que Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky han querido reivindicar a través de Jury Duty ese perfil -heroico y todavía existente, real, palpable- que encarnan muchas personas en un país donde parece que el delirio se ha generalizado. Han aprovechado la oportunidad para romper una lanza a favor de la nobleza, el saber estar, el respeto y la comprensión al “otro”. Por todo eso, no puedo sino recomendar este fantástico cóctel de humor, nobleza y optimismo, y esperar que La Academia Nacional de Ciencias y Artes Televisivas les otorgue el premio Emmy a “Mejor Comedia”, nominación con la que ya cuenta.
la serie me encanto y este articulo la define a la perfección, de verdad me gusto mucho, gracias por compartir!!