Al habla con Xavier Bros, autor de ‘En las playas de Sedna’

HÉCTOR PEÑA MANTEROLA.

Xavier Bros es psicólogo y astrónomo amateur. Ha sido presidente de la Agrupación Astronómica de Sabadell y es experto en la observación de estrellas variables, supernovas y cielo profundo. Ha sido director de RRHH en varias multinacionales y está cursando un doctorado en psiquiatría por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Su cuenta de Twitter @Xavi_Bros, de astronomía y ciencia en general, cuenta con decenas de miles de seguidores. En las playas de Sedna es su primera novela.

  • Buenos días, Xavier. Es un lujo tenerte aquí, en Culturamas, y poder robar una pizca de tu tiempo. ¿En qué momento surgió la decisión de escribir una novela?

Es un placer charlar contigo de la mano de Culturamas. Hace muchos años que me rondaba por la cabeza la idea de escribir una novela sin que se acabara de concretar. Hace unos seis años tuve el punto de inspiración y de decisión para empezar a escribir un primer borrador. A ese borrador le siguieron varios más hasta llegar al texto actual…

  • Una de las subtramas de la novela tiene lugar en el espacio. En ella, Ernest, decide tomar una decisión en contra de las indicaciones de las IAs que dominan la nave. Lo utilizas como vehículo para analizar la conducta humana. Esta es una constante en la obra: partiendo de escenas se crean diálogos de cariz filosófico. ¿Era este el principal objetivo de En las playas de Sedna?

Mi primera intención era centrar la novela en unos diálogos entre Ernest (el protagonista) y George, su «procesador cognitivo» (inteligencia artificial), diálogos que nos llevarían a reflexionar sobre la naturaleza humana, sobre el origen de lo humano y sobre nuestras grandezas y limitaciones. Por ello mi primer borrador se titulaba Conversaciones con George. Este primer objetivo nunca lo abandoné, pero lo complementé con otras facetas para dar un mayor dinamismo e intriga al texto y para imprimirle una mayor emoción —humana— a la narración. Pero es verdad, un viaje al espacio y al interior de las personas para analizar la conducta humana y especular sobre un hipotético futuro de la humanidad.

  • ¿Cuáles son tus referentes literarios?

Creo que a lo largo de la novela se advierten trazas de mis admirados Isaac Asimov y Arthur Clarke, pero también de Ray Bradbury y George Orwell. Finalmente, hay que decir que la rapidez en la acción, los capítulos cortos con finales intrigantes que hacen imposible dejar la novela y los cambios de trama… me vienen de un autor que admiro mucho. Ciertamente muchos pensarán que no es «literatura de nivel», pero, para mí, Julio Verne ha sido un inspirador de la imaginación que ha fomentado la lectura y el afán para viajar y un estímulo a muchas generaciones para adentrarse en la ciencia…

  • Te defines como astrónomo amateur. ¿Dónde (y cómo) surgió este gusto?

Soy un aficionado a la astronomía desde que tengo memoria. A los siete años me incorporé a la Agrupación Astronómica de Sabadell con mi hermano y mi primo. Mi tío conocía las constelaciones, me hablaba de los astros y dibujaba el cielo. Para mí, la astronomía es un tema importante para conectar conmigo mismo y con el entorno físico y la inmensidad, tanto mediante la «astronomía de sillón» (leer y acumular conocimientos y sueños) como la de observación (contemplar los astros, ser consciente de lo que observas, tomar imágenes y hacer algunos trabajos de investigación).

  • En las playas de Sedna es una novela de lectura rápida, aunque considero que debería hacerse en pequeñas dosis, para digerir mejor las reflexiones. Esto no quiere decir que otros capítulos, como los correspondientes a la subtrama policíaca, aceleren el ritmo narrativo. ¿Fue deliberado para mantener el equilibrio?

Sí. Alguien me aconsejó rebajar la parte de reflexión para evitar el aburrimiento en algún lector, pero creo que hice bien en no hacerle mucho caso. Pero sí decidí activar las emociones y el ritmo narrativo con una trama paralela de intriga llena de entresijos en las relaciones humanas. Finalmente busqué y encontré la manera de que todas las líneas del libro, las reflexivas y las de acción trepidante, se encontraran en el desenlace. Todo con el fin de hacer reflexionar al lector (y al escritor…).

  • Una pregunta clásica de la sección. ¿Podrías describirnos tu proceso creativo?

Me siento cómodo con una buena planificación. Primero, paso por un periodo amplio (pueden ser meses) en el que reflexiono sobre aspectos básicos de la obra. Cuando me siento cómodo con ellos escribo un breve guion de los capítulos, los personajes y el final. Es a partir de ese momento cuando realmente empiezo a escribir la novela; es verdad que al hacerlo van surgiendo bastantes cambios. Es cierto que el producto final se parece a lo que había planificado en su día, pero siempre acaban colándose muchos cambios importantes que enriquecen la novela.

  • Como lector. ¿Tienes líneas rojas y, de ser así, cuáles son?

Hay temas que no me gustan nada, como la violencia, los prejuicios, etc., pero son propios de la vida y, en la lectura, tampoco los evito sistemáticamente.

  • Si tuvieras que elegir tres narradores/escritores (o escritoras, vaya) en lengua castellana contemporáneos, ¿cuál sería tu elección?

Difícil contestar, pero en la variedad está el gusto… Quizás Carlos Zanón con su novela Taxi y María Zaragoza con La biblioteca de fuego. Finalmente, si elegimos la novela histórica con mayúsculas, podemos leer a Laura Mas en Olimpia.

  • Sigamos mirando al futuro. ¿Tienes algún nuevo proyecto literario entre manos?

De momento no he sucumbido a la tentación de hacer una segunda parte de En las playas de Sedna. Es verdad que quedan temas abiertos, pero mi intención es que cada lector los rellene por sí mismo. Lo veo mucho más interesante. Pero el intervalo entre los distintos planos temporales dejaría espacio para nuevas reflexiones y nuevas novelas…

Sin embargo, lo que he decidido es escribir sobre un tema totalmente distinto. Confío que me hará crecer como escritor y como persona. Aún falta mucho, pero ya he empezado. No es de astronomía ni de inteligencia artificial…., es de personas con problemas y de personas que las ayudan. No sufran, no es un «tostón» de autoayuda, pero sí una novela de cariz terapéutico. Lo que sí seguirán son los capítulos cortos con finales sugerentes, la intriga policial, amorosa y psicoterapéutica para llegar al final. No finalizará con una curación, pero sí con herramientas para autoconocerse mejor con la ayuda de personajes de trazos bien definidos, aunque, tal como pasa en la realidad, con personas con contradicciones.

  • Por mi parte eso es todo, Xavier. Me gustaría cerrar esta entrevista cediéndote un espacio en blanco para que conquistes a esos lectores indecisos. ¿Por qué deberían elegir tu obra entre las escorrentías de novedades literarias?

No es fácil lo que propones. Quizás lo puedo enfocar de otra forma. Es imposible que mi libro —ni ninguno— guste a todos, pero sí podemos hacer una especie de «descripción-tipo» del lector al que le puede encantar la novela. Me baso en las noventa valoraciones y críticas que pueden leerse en Amazon (http://amzn.to/3eFUDpV).

Si te haces a ti mismo preguntas sobre qué es lo humano y hacia donde vamos como especie y sobre el impacto de la inteligencia artificial sobre la humanidad, seguramente te gustará. Si te interesa el espacio, tienes curiosidad por la psicología, la astronomía y por los viajes espaciales, también. Por otra parte, todos los lectores verán partes de sí mismos en Ernest, François, Jolie, Stephanie y seguro que en el mismísimo George (inteligencia artificial). Es por este motivo que el libro, además de entretenernos con una lectura fácil, nos planteará grandes temas y enormes discusiones, obligándonos a tomar parte y quizás nos ayudará también en conocernos a nosotros mismos.

No esperen, eso sí es bueno aclararlo, una obra perfecta o casi perfecta. Es mi primera novela, breve y quizás con errores, pero, sobre todo, es una primera experiencia para mi aprendizaje personal.

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