Olvídame y pega la vuelta
Por: ElizabethSlvtrr
Si consigues que tu hermano(a) pueda viajar por el mundo a tu lado, por más de cuarenta años para subirse a un escenario y cantar juntos, aunque sea para discutir, entonces has logrado un dueto musical irrepetible llamado Pimpinela que tiene como principio activo, cantar sobre lo que realmente envuelve una relación de pareja, las idas, las vueltas, los engaños, los olvídame, los te quiero; todo reunido en un concierto que pudiera incluirse en una de las diez mejores cosas recomendadas del mindfulness para recapitular y hacer frente al dramatismo amoroso que se vive como mujer, como hombre, con todas sus diferencias compartidas; un resumen auditivo que se asemeja a la lectura rápida y recomendable del libro “Los hombres son de marte, las mujeres son de venus”.
El dueto argentino Pimpinela tuvo su época más sonada en los ochenta, manteniéndose en los últimos años con trabajos discográficos de estudio, en esta nueva etapa, salen a los escenarios con interpretaciones nuevas, siempre centrados en la relación de pareja entre el hombre y la mujer, como los temas “Traición” o “Cuando lo veo”; concientizados con la pandemia también grabaron “2020 el año en que se detuvo el tiempo”, pero los temas más legendarios, son sin duda los que no pueden sacar del cartel, como ellos mismos afirman, “Valiente”, “A esa”, “Ahora decide”, “Me hace falta una flor”, “Por ese hombre”, “Como le digo” y un largo etcétera, muchos de ellos reunidos en un mix musical que el público disfruta y canta sin dejar cantar a los hermanos, a pesar del potente micrófono de cada uno.
Lo atractivo de Pimpinela está en la pelea amorosa, en la confrontación entre hombre-mujer para llevarnos por ese hilo conductor del drama escénico y desentrañar el final, como si se tratara de un largometraje con tintes policiacos, intriga y alto romanticismo.
El directo, también guarda momentos del recuerdo capitaneados por Joaquín Galán que algunas veces hace de narrador musical, para reforzar intervalos de comunicación visual con el público, donde las pantallas hablan sobre el inicio de Pimpinela, su familia, y los grandes amigos presentes con sus saludos y felicitaciones, entre ellos, Julio Iglesias y Gloria Estefan. Joaquín y Lucía también rinden un sentido homenaje a su madre, que fue el punto de unión y de partida, desde que Lucía estudiara teatro y Joaquín tocara la guitarra en la adolescencia; sí, la madre forzó esa unión artística entre ellos, sin saber que permanecerían en el tiempo.
Y así empezó todo, con la voz potente de una soprano, y la tonalidad conciliadora de un tenor, los hermanos Galán, saben de migración, de adaptación, de relaciones a distancia entre su Argentina natal y España y vuelcan ese conocimiento en su música, podemos escuchar un carnavalito del folclore argentino en “Hay amores que matan”, o fusiones de flamenco en “Corazón gitano”, sin dejar de lado los ritmos latinos y más bailables como en el tema “Cuanto te quiero”; pero lo atractivo de Pimpinela está en la pelea amorosa, en la confrontación entre hombre-mujer para llevarnos por ese hilo conductor del drama escénico y desentrañar el final, como si se tratara de un largometraje con tintes policiacos, intriga y alto romanticismo, “Olvídame y pega la vuelta” es uno de esos temas emblemáticos que hizo poderosos a los hermanos Galán, y que su público, a pesar del título del tema, hizo el efecto contrario para convertirlos en un referente por décadas.