Al habla con César Mundaca, autor de ‘Pequeñas imprudencias’
PILAR M. MANZANARES.
Pequeñas imprudencias es una confuelcnia de heridas no saturadas, nostalias inflamadas, alegrías imperecederas, amores ensoñados u hondísimas tristezas. Un homenaje a la sensibilidad y vulnerabilidad humana, todo una oda a las dos cuestiones que mueven el mundo y al hombre, como ser racional y emocional. Su autor es César Mundaca, escritor, poeta y persona.
- Cuéntame un poco acerca de cómo surge este libro.
Pequeñas imprudencias se gestó sin proponérmelo. Emergió en un contexto muy difícil: la pandemia del COVID-19 y el exasperante confinamiento. Durante esos días que parecían siglos, pues, me sobrevino una andanada de imágenes pertenecientes a distintas épocas, los sucesos que padecieron otras personas y de las que tomé conocimiento; frases resonantes que llegaron a mis oídos, alucinaciones, etc. Entonces, madrugada tras madrugada (porque no podía dormir), atenazado por un severísimo trastorno de ansiedad e interpelado por pensamientos apocalípticos, fui, vamos a llamarlo así, vomitando historias de mediana longitud. Historias que, con el devenir del tiempo, condensé, esculpí y resané con el mayor cuidado posible.
- ¿Cuál es el punto fuerte para ti?
La sensibilidad y la vulnerabilidad.
- ¿Por qué el título de “Pequeñas imprudencias”?
Cada asunto que abordo en el libro lo hago de manera frontal, sin ambages. En pocas palabras: pisando callos. Ello puede dar una cierta sensación de imprudencia, brusquedad. Y lo de “pequeñas”, lo añadí a modo de ironía.
- ¿Cuál es para ti el poema más especial del libro?
A la vera del olvido, porque muchas veces me sentí así.
- ¿Qué encontrará el lector en este poemario?
Entrega y pasión.
- ¿Te sientes más cómodo en la poesía que en la prosa?
Hasta el momento, sí, porque constituye el cauce apropiado para denunciar el dolor, compartir el gozo y combatir la estupidez.
- ¿Qué significa en tu vida la poesía?
Es el flotador que tanto necesitaba.
- El fenómeno de los instapoemas ¿Ayuda al género o lo degrada?
En principio, amplió la alameda de la inventiva. Sin embargo, también ha contribuido a la banalización de la poesía. A mi parecer, cualquier alarido corporal o mental, no es poesía.
- ¿Quienes son tus referentes a la hora de escribir?
Por su humildad: Ernesto Sábato.
Por su arraigada disciplina: Mario Vargas Llosa.
Por su audacia y amplia cultura: Carlos Fuentes.
Por la técnica de las escaletas o escaleras: Gabriel García Márquez.
Por sus consejos de escritura: Virginia Woolf.
Por su profesionalismo: Samanta Schweblin.
Por su honestidad intelectual: Ariana Harwicz.
Por su capacidad para transformar sus demonios en versos huracanados: Anne Sexton.
Por su bien labrada irreverencia escritural: Xavier Velasco.
Por la forma en que acariciaba las palabras: Eduardo Galeano.
- ¿Qué esperar despertar en el lector con este poemario?
Asombro. Lo demás llega por su propio peso.