Al habla con Nahikari Diosdado, autora de ‘Desollada’

HÉCTOR PEÑA MANTEROLA.

Nahikari Diosdado es graduada en psicología y no, no utiliza seudónimo para publicar.

En 2017, comenzó sus pinitos en la escritura autopublicando el relato Mamá, el cerdo me mira mal. En 2019 publicó tres novelas cortas con Editorial Cerbero: Desollada, Prácticas Mágicas y Lauburu. En 2020, terrible año de la pandemia, publicó dos más, haciendo un total de cinco: Más allá de la brecha y la esperada segunda parte de Prácticas Mágicas, Magia en cadena.

Desde entonces, ha colaborado en diversas revistas y proyectos con relatos de fantasía y terror, sus géneros predilectos. La mayoría de ellos pueden encontrarse en su web (Nahikari escribe | Blog de autora de Nahikari Diosdado (wordpress.com) sin problema.

HÉCTOR PEÑA.- Buenos días, Nahikari. Me confieso lector reciente. Hace unas semanas compré Desollada en el Celsius y me gustó mucho, así que vamos a aprovechar este trampolín para conocer un poco más sobre ti. ¿Quién es Nahikari Diosdado más allá de la presentación de la cabecera?

RESPUESTA.- Buenos días, Héctor. Antes de nada, mil gracias por cederme este espacio para compartir mis palabritas. Me alegra muchísimo saber que has disfrutado de mi novela. ¿Qué decir? Soy una friki bastante estándar. Además de a la escritura, le dedico mi tiempo libre a los juegos de rol, los juegos de mesa, los videojuegos y a consumir ocio relacionado con la fantasía y el terror. Tengo un trabajo que me da de comer y del que disfruto, muy buenos amigos y una pareja a la que quiero muchísimo, así que no me puedo quejar. Puede que se nos acabe el mundo pasado mañana, pero mientras tanto, intento disfrutar y aportar todo lo que pueda.

  • Después de Desollada vinieron varios proyectos más. ¿Qué nos puedes contar sobre ellos?

A todos y cada uno de mis proyectos les tengo un cariño especial. Intentaré resumíroslos para que no os durmáis mientras me leéis. Prácticas Mágicas es una de las novelas que más alegrías (y premios, jaja) me ha dado. Es algo que escribí sin preocupaciones, con todo lo divertido que me salió de dentro, y creo que se nota. Lo mismo con Magia en cadena, la secuela. Lo resumiría en: «protagonista incompetente, pero de buen corazón, hace lo que puede para controlar a unas yayas mágicas y falla estrepitosamente. Una Albóndiga le ayuda en ello». Lauburu me es fácil de resumir: «brujas mamarrachas contra nazis». Esto me ha ganado tanto halagos como insultos, no voy a mentir. «No todos los guardias civiles» es un comentario que se me ha hecho al respecto, jaja. Más allá de la brecha se publicó en una época muy rara, por lo que ni siquiera he podido presentarla todavía, fíjate. Es una de mis novelas favoritas, algo que me salió muy de dentro, por lo que me da pena que no haya visto más mundo. La resumiría en: «estoy deprimida, todo va mal, y encima aparece una brecha interdimensional en la huerta de mi tía».

  • ¿Cuáles son tus influencias literarias?

Creo que es fácil ver la influencia de Stephen King, por ejemplo, en el estilo simple y bastante directo con el que escribo. Es un autor al que leí desde muy pequeña, ya que mi madre es una fanática. Por lo demás, supongo que he sido influenciada no solo por la literatura, sino por todo el ocio (videojuegos, series, películas) que he consumido. A día de hoy, admiro mucho a autoras de fantasía como Robin Hobb y Cornelia Funke, por ejemplo, aunque siempre intento echarle un ojo a la literatura nacional que se publica a mi alrededor.

  • Volviendo a Desollada, ya que es territorio que conozco. ¿Cómo surgió la idea?

La verdad… No lo recuerdo. Creo que estaba de visita en Finlandia cuando ocurrió. Pensé: «qué movida y qué yuyu si se te cayera la piel a tiras». Y de ahí fuimos tirando, reflexionando y dándole profundidad al asunto.

  • ¿Puedes describirnos tu proceso creativo?

No tiene mucho misterio; diría que es un poco burdo, incluso. Primero tengo una idea. Pienso: «estaría guapísimo escribir algo así». Le doy unas vueltas. Si se me queda pegada en el cerebro, si realmente me apetece meterme en ello, le voy dando forma mentalmente. Cuando lo tengo más o menos claro, abro un documento en blanco y escribo lo que me salga, lo que me parezca interesante, incluso si es algo que ocurrirá muy entrada la obra. Y luego ya, poco a poco, voy trabajando alrededor de eso. A veces hago esquemas (aunque no siempre), pero son muy generales. Vamos, que me lo invento casi todo sobre la marcha. Siempre intento escribir lo que me motiva y me parece chulo primero, y luego ya… Lo vamos viendo, jaja.

Todo esto no significa que no me tome la escritura en serio, ni mucho menos. Le tengo mucho respeto a mi tiempo, así que no me gusta malgastarlo. Simplemente, uso un método que me funciona. No tendría sentido intentar hacerlo de forma «más seria» y no acabar escribiendo nada de nada por ello, o no disfrutar del proceso por convertirlo en algo demasiado rígido.

  •  Si no es disparar a las nubes, ¿en qué estás trabajando ahora?

He pedido permiso para contarlo y me lo han dado, así que puedo deciros que  pronto llegan tres cositas muy jugosas. Dos de ellas, relacionadas con obras que ya he publicado: la tercera edición de Prácticas Mágicas con un puñado de ilustraciones nuevas y la segunda edición de Desollada, la cual incluirá un relato extra que he escrito y que tengo muchísimas ganas de que leáis.

La tercera y más jugosa de todas, llegará para verano del año que viene: una nueva novela de fantasía oscura (¡una larga, grande y potente!) a la que le estoy poniendo todo mi tiempo libre y que será… una absoluta pasada. Tengo unas ganas locas de que salga al mundo, la verdad.

  • ¿Por qué novela corta en vez de novela?

No tengo una respuesta muy profunda a esto. La razón es tonta: porque me es más fácil escribir una novela corta y tardo menos en hacerlo, y porque hay veces en las que no necesito 300 páginas para contar algo. No es necesariamente mi formato predilecto, porque no tengo uno. A veces me apetece meterme en algo gargantuesco, y a veces quiero escribir algo corto, terminarlo y decir: «toma ya, otra victoria para Nahikari Diosdado». Y ya estaría.

  • Casi rozando la despedida. ¿Con cuál de todos los personajes que hayas creado te sientes más identificada?

Uf, qué pregunta más difícil. No lo sé, la verdad. Todos los personajes tienen un poquito de mí, supongo. Voy a decir Albóndiga, de Prácticas Mágicas.

  • Ha sido un placer robarte un ratito, Nahikari. Te cedo el micro para un último alegato. ¡Los lectores escuchan!

Un placer, Héctor. Muchas gracias de nuevo por todo, eres un cielo. Por mi parte, ¡poco más que añadir! Tengo suerte de estar rodeada de gente estupenda.  Desde aquí, un abrazo enorme a todas las personas que me han leído, seguido y apoyado durante estos años, que no son pocas. Se viene mucha más Nahikari Diosdado en el futuro cercano y se viene potente.

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