‘Flores para Lola’, una mirada feminista y queer sobre la faraona
PILAR M. MANZANARES.
El pasado 21 de enero la gran Lola Flores habría cumplido 100 años. En nuestra memoria quedarán para siempre sus bailes, sus películas, sus míticas frases («¿Quién no se ha dado un pipazo con una buena amiga?») o su pérdida del pendiente en el Florida Park. Ay, qué penita penita pena que ya no estés. Esperamos siempre tenerte a nuestra vera.
Sin embargo, más allá de todas esas facetas y anécdotas y junto a sus luces y sombras, La Faraona fue una mujer libre y, en cierta manera, adelantada a su tiempo. Una libertad que no solo buscó en ella, sino también en los demás: fue una gran defensora del colectivo LGTBIQ+ en un momento que no era nada fácil serlo y se convirtió en una abanderada (in)voluntaria del feminismo cuando este movimiento era tan solo el germen de lo que ahora es.
Por todo ello, y para celebrar este centenario por todo lo alto, Dos Bigotes y Egales hemos coeditado el libro Flores para Lola: una mirada queer y feminista sobre La Faraona. Una colección de nueve ensayos coordinada por el escritor y activista Carlos Barea en la que diferentes autores y autoras hacen una relectura de la figura de la artista desde una perspectiva disidente.
Firman en él, entre otras, Lidia García, conductora del pódcast ¡Ay, campaneras!; Nerea Pérez de las Heras, responsable del exitoso monólogo teatral Feminismo para torpes; la periodista de la cadena SER Pepa Blanes o el bailarín de flamenco e investigador Fernando López. Entre todos los participantes se intenta desentrañar uno de los mayores misterios que ha dado la cultura popular de este país: el de aquella jovencita que llegó a Madrid decidida a comerse el mundo y que, aunque ni cantaba ni bailaba, consiguió dejar su nombre grabado a fuego en el imaginario colectivo de un pueblo que, por mucho que pase el tiempo, se niega a olvidarla.