‘La mano que cura’, de Luna María Parra Ochoa
JOSEP MASANÉS.
La mano que cura, de Lina María Parra Ochoa cuenta la historia de Lina, Soledad y Ana Gregoria, tres mujeres unidas por un oscuro y fuerte secreto: la capacidad de ver lo que los otros no ven, la capacidad de sanar o destruir, la capacidad de hablarse sin emitir sonido alguno, en definitiva, son las poseedoras de unos poderes muy antiguos y oscuros. Son brujas.
Lina María Parra Ochoa es una escritora colombiana. Es autora de dos libros de relatos: Malas posturas y Llorar sobre leche derramada. La mano que cura es su debut novelístico.
La mano que cura es una novela dividida en dieciocho capítulos los cuales a su vez están divididos en distintas secciones. La mano que cura es una novela acerca de lo sobrenatural. Un libro sobre la enfermedad, el duelo, la despedida a los moribundos y las supersticiones. Una novela, fundamentalmente, femenina.
La novela comienza con el velorio del papá de la protagonista y la visión de unas extrañas moscas. Mientras, a la madre le ha dado por pasar el duelo haciendo excursiones con el coche durante todo el día. Estos tres protagonistas, junto a la hermana de la protagonista y a la maestra de la madre, serán los cinco personajes principales de la novela.
Una historia en que vamos saltando hacia atrás y hacia adelante y cambiando de narrador para ir componiendo el puzle narrativo. Una novela en que más allá del argumento central se van insertando pequeñas historias que funcionan como relatos, como cuentos, y que son de una preciosidad admirable.
Un libro culto, de prosa precisa y arrebatadoramente bella, cargado de referencias a lo sobrenatural.
«Él decía que un libro se hacía realmente suyo por las ideas subrayadas, porque en él podía leerse su lectura».
«Uno no es nada. Uno es un canal por donde pasa lo que es verdad».
«Pasé en esas como cinco horas, entendiendo todo, como si la muerte me hubiera abierto los ojos a lo que hay de verdad en el mundo».
«… el golpe me saca la arena de los pulmones».
«Me da pena incomodarlo, aunque me mate. … Pienso en el sonido de la última galleta navideña dentro del tarro de metal que se agita. Eso soy».
«La enfermedad se lo masticó rápido».
«Como un animal hecho de pantano que se me quiere enredar en los tobillos».
«Las palabras se me salen como un reguero de canicas ruidosas».
«… dijo el tipo con un tono de haber repetido el discurso hasta la parodia, …».
«… se sentía ante la sombra de una verdad …».
«… las personas que madrugan a llorar …».
La mano que cura es un excelente debut novelístico.