Cine y adaptaciones: 5 vacaciones imperfectas
Por Mónica Balboa.
Agosto es el mes de vacaciones por antonomasia, una época en la que el calor aprieta y se hacen realidad nuestros acariciados planes de descanso. Sin embargo las vacaciones soñadas no siempre salen como esperamos y si no que se lo digan a Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Gwyneth Paltrow, Jon Voight o Emile Hirsch, los protagonistas de las cinco películas enumeradas a continuación. Todas ellas basadas en novelas en las que los planes se tuercen más de lo que cabría imaginar.
El señor de las moscas, Harry Hook (1990)
Convertido en un clásico de referencia de la literatura inglesa, a la novela El señor de las moscas de William Golding no podía faltarle su adaptación cinematográfica. Estrenada en 1990, el filme narra las peripecias de un grupo de niños que tras un accidente aéreo se encuentra solo y desamparado en una isla desierta sin la presencia de adultos. Se dan entonces las condiciones idóneas para que un puñado de críos pueda construir una sociedad desde cero. Pero abandonad toda esperanza de paz, igualdad y justicia, porque el sistema resultante, lejos de ser idílico, os parecerá bastante similar al que todos conocemos.
El meollo de El señor de las moscas está en que la historia funciona como una alegoría de nuestra sociedad, la de hoy y la de siempre. Y el motivo de los sucesivos tropiezos bien podría ser la maldad inherente al ser humano, que enseña la patita desde que somos tiernos infantes, corrompiendo todo intento de utopía social.
(Basada en la novela El señor de las moscas , Lord of the flies de William Golding, 1954)
Deliverance, John Boorman (1972)
Si hay un viaje que puede llegar a cambiar al viajero es el que se describe en Deliverance. Los cuatro protagonistas son hombres de ciudad en busca de emociones fuertes que organizan un fin de semana muy “macho men” para descender un río en canoa antes de que desaparezca por la construcción de una presa. Su aventura les lleva a un entorno rural en el que la confrontación entre urbanitas y pueblerinos se palpa desde el principio, muy bien representada por la escena del duelo de banjos. Y digo pueblerinos porque esa es la etiqueta que los foráneos le cuelgan a los locales nada más llegar.
Hay una dicotomía en la visión de los protagonistas, ya que por un lado salen de la ciudad para disfrutar de un entorno rústico, bello y salvaje que desean que permanezca inalterado, y por otro lado exhiben una hiriente condescendencia hacia sus habitantes.
Jon Voight, Burt Reynolds, Ned Beatty y Ronny Cox forman el cuarteto de amigos que será hostigado por los lugareños hasta convertir su lúdica excursión en una lucha a vida o muerte.
Deliverance deja en el espectador un poso de desasosiego. Y es que John Boorman contó con el autor de la novela, James Dickey para escribir el guión y éste supo extraer de su libro una buena porción del cambio que sacude a los personajes y hacer que traspase la pantalla y se nos quede pegada, como si fuese un rastro de suciedad que ya nunca podrá ser borrada del todo.
(Basada en la novela Deliverance de James Dickey, 1970)
La playa, Danny Boyle (2000)
Inaugurando el siglo XXI Leonardo DiCaprio acabó con el reinado de Ewan McGregor como actor fetiche de Danny Boyle al hacerse con el papel protagonista de La playa. Basada en una novela de Álex Garland (antes de que éste se convirtiese en el gurú de la ciencia ficción), la trama podría tomarse como una revisión de El señor de las moscas sustituyendo a los niños por jóvenes de espíritu libre.
Jack, su decidido protagonista (norteamericano para más señas), llega a Tailandia en busca de aventuras, y la casualidad pone en su camino una isla paradisíaca cuyo mayor activo es que se encuentra celosamente vedada a la horda de turistas. En ella todos sus habitantes son jóvenes, guapos y viven una apacible existencia que les permite dejar de lado el violento y rutinario mundo exterior. Tras un planteamiento original que engancha al espectador, solo queda disfrutar del resto, a la espera de conocer cuál es el precio a pagar por habitar el Paraíso.
(Basada en la novela La playa, The beach de Alex Garland, 1996)
Hacia rutas salvajes, Sean Penn, 2007
Sean Penn dirigió en 2007 su tercer film, que adaptaba la novela homónima de Jon Krakauer, basada en hechos reales. A principios de los años 90, el joven Christopher McCandless abandona su hogar tras graduarse en la universidad y se embarca en un viaje en solitario de destino incierto. Inmerso en una senda de auto descubrimiento, sus ideales naturalistas se van exacerbando y lo llevan a despojarse de todo lo superfluo y dar la espalda a la sociedad. El prematuro final del joven en Alaska ha convertido su figura en un icono del ecologismo militante para unos y en un pobre diablo para otros, ya que en su celo por valerse únicamente de sus propios medios, se internó en una zona peligrosa sin contar con la información básica y sin la ayuda de un mapa.
Destaca el excelente trabajo del actor Emile Hirsch como McCandless, en un relato construido a través de los testimonios de las personas que tuvieron contacto con él durante su viaje. En la senda de otras películas, como Captain Fantastic, que reivindican la necesidad de reconectar al hombre con la naturaleza, Hacia rutas Salvajes nos hace reflexionar sobre lo alejados que estamos de la madre Tierra.
(Basada en el libro de no ficción Hacia rutas salvajes, Into the wild, de Jon Krakauer, 1996)
El talento de Mr.Ripley, Anthony Minghella, 1999
Y para acabar con esta recopilación de viajes sobre los que planea el desastre, nos vamos a Italia para seguirle los pasos a un psicópata llamado Tom Ripley. Matt Damon pone su rostro al servicio de este joven con muchas cualidades y escasez de medios, que se acostumbra a la buena vida al entrar en contacto con un niño rico norteamericano, que escapa de sus obligaciones auto exiliándose en Italia con el dinero de papá.
El trío Matt Damon, Gwyneth Paltrow y Jude Law aporta toneladas de glamour a la turbia novela de Patricia Highsmith, una autora que saca a la luz como nadie los rincones más oscuros del alma humana, incluso en un entorno tan fotogénico como la Italia de los años 50.
Anthony Minghella rueda un thiller criminal con hechuras de romance en el que ambos géneros se funden y la trama se va volviendo cada vez más endiablada y difícil de manejar, incluso para un delincuente superdotado como Ripley.
(Basada en la novela El talento de Mr.Ripley, The talented Mr. Ripley, de Patricia Highsmith 1955)
Y nada más, simplemente desearos unas vacaciones satisfactorias, un buen verano y un suave aterrizaje en la vuelta a la rutina, cuando toque.