«Dónde», de Kepa Murua

Por Isabel Alamar.

Un libro delicado, una poesía especial

Kepa Murua es un experimentado escritor que en su última entrega lírica, Dónde (Luces de Gálibo, 2023), nos sumerge de lleno en un universo delicado y sereno (“Bebo la paz de las horas. / Nos aguardan las flores con sus insectos”), con el que trata de sobreponerse a los sentimientos de dolor y tristeza que sufre como consecuencia de la enfermedad incurable que acabaría con la vida de su gran amigo de la infancia, Joaquín Mari Arzalluz, a quien va dirigido, como homenaje, todo este poemario.

Dónde obedece a la necesidad que sintió Murua de compartir sus sentimientos y reflexiones en aquel duro momento. Y el poeta sabe que en algún lugar, aunque no se sepa exactamente dónde, siempre habrá un diálogo, una escucha y una continuidad de esa amistad. “La vida tiene una parte que no se ve”, nos confesará el poeta. Y de eso, de esa parte que no se ve, va este libro.

Un poemario que podríamos definir como un cántico espiritual y transparente en el sentido de que trae a colación las preguntas universales que nos hacemos todos: de dónde venimos, a dónde vamos, quiénes somos, qué perdura de lo he hemos vivido, por qué y para qué estamos aquí (“Hay que verlo para oírlo, sentir su insistencia, / escuchar su transparencia … Una profundidad desconocida … Tiene un canto para cada alma”); (“Por eso, aunque te lastimes, / la flor que hay dentro quiere que se riegue / para que se ofrezca a quien lo necesite”). 

Con un lenguaje sobrio y a la vez solemne que como vemos en los anteriores versos tiene siempre en cuenta la otredad y apunta con fuerza hacia la trascendencia, el poeta se anima y nos anima a seguir siempre el camino, a cuidarnos por dentro y respetarnos para escuchar mejor nuestra propia voz y la del universo.

Es el compendio de estos versos un altavoz para la conciencia y, además, posee una profunda carga espiritual (“Un rezo inmenso espera su oportunidad / desde el inicio de los tiempos.”). La poesía de Murua nos invita al gozo de sentir lo inefable, donde reside “la  felicidad -parafraseando al propio autor- de estar perdido y de aceptar la vida tal y como venga”.

Murua no cesa de dialogar consigo mismo, con su amigo y con esa divinidad, que podría llamarse dios (no exactamente el cristiano) o destino, de forma que podemos leer, por ejemplo: “Pero él nunca se detiene: / mueve el paisaje / para que lo mejor venga solo (…) Perfuma el cosmos con incienso. / Alumbra las horas con silencio”; “el tiempo, aunque transparente, / tiene su recompensa: / no se deja ver, mas premia a los que aman”).

En resumen, un libro inolvidable y quizás de los más personales que haya escrito hasta ahora su autor. Poemas que rezuman luminosidad y originalidad,  y que nos hablan sobre todo de lo que es importante y esencial, en lo que es un gran y sentido homenaje a su amigo fallecido, con un poema último, además, que es clave y constituye un responso, en el que cada verso luego a su vez formará parte en cursiva de cada uno de los poemas de este poemario brindándole así a toda la obra una estructura compleja.

Un buen y cuidado conjunto de poemas extensos y solemnes, escritos especialmente para la ocasión y que bien podríamos imaginar que son leídos en voz alta en una iglesia o lugar sagrado y que retumban en nuestro interior con todo su misterio.

¿Dónde?

Kepa Murua

Luces de Gálibo

2023

95 páginas