Flashpoint: Entre el éxito en el cómic y el fracaso en el cine

Uno nunca sabe las razones por las cuales un producto va a tener éxito o va a resultar un fracaso. Este es el caso de la última película relacionada con el universo DC (Warner) que parece que no está cumpliendo las expectativas puestas en ella. Al fin y al cabo, una superproducción como esta necesita de un fuerte respaldo de la población para poder cubrir el montante económico invertido. Desconozco las razones fundamentales de que la película no termine de funcionar, pero eso no tiene que implicar que pase lo mismo con su “hermano” comiquero.

Flashpoint es un evento que ha resultado sumamente exitoso y que fue liderado por el guionista Geoff Johns. De hecho, la editorial (ECC es quien comercializa los productos de DC aquí) lo ha editado en diferentes versiones: Deluxe, Pocket (que lleva dos ediciones), entre otras. Además, también podemos encontrar la saga entera y otros hilos en series como Booster Gold, en los volúmenes de la edición XP. Pues bien, a raíz de la película nuevamente se ha publicado Flashpoint pero esta vez en un formato único.

Flashpoint fue un evento capital para el universo DC, especialmente en su modernización y “transición” a los Nuevos 52. Como sabemos fue un intento de actualización del universo DC pensando en atraer a nuevos lectores. En Flashpoint, Barry Allen logra recuperar a su madre muerta cuando él era niño. Ahora bien, esto implicó que Allen tuviera que viajar al futuro. Todos sabemos lo que eso puede implicar. Atlantis y Themyscira ya no son lo mismo, viven en guerra mientras Gotham City está en manos de un Batman diferente. Sin duda, pocos personajes son más propicios para jugar con realidades temporales alternativas. Esto permite a los creadores diseñar y pensar en posibilidades no estudiadas hasta ese momento. De ahí que se utilizara a este personaje para crear una opción verosímil para el clásico universo superheroico de DC.

Actualmente es difícil que un conocedor del mundo DC no tenga alguna idea de este evento. Seguramente muchos lo habrán leído. De ahí que la apuesta de una película basada en este evento parecería que es un éxito seguro. El problema que sucede con cierta frecuencia, es que los cómics ofrecen unas posibilidades que las películas no. Pensemos, por un momento, en Batman RIP. Si se trasladara ese cómic a la gran pantalla, estaríamos ante una obra de terror no apta para muchos estómagos comiqueros. Así mismo, la lectura nos genera ciertos procesos imaginativos que las películas no pueden. Al fin y al cabo, para el espectador/lector, la lectura es más activa que las películas. Esto, sin duda alguna, pueden ser algunos de los factores que han operado en este “ajuste” entre el cómic y la película.

Acercarse a este evento comiquero tiene interés por todas estas cuestiones que estamos comentando. Tenemos multitud de posibilidades adaptadas a nuestro bolsillo, así que os animo a que le echéis un ojo.

Por Juan R. Coca