CómicEspañaUSA

La habitación de la desesperación

La cultura siempre nos ha mostrado las posibilidades (positivas y negativas) que podemos llegar a desarrollar las personas. Abundando en esto, hemos encontrado en diversas ocasiones como la cultura se ha adentrado en lo más profundo de nuestras propias perversiones y en las más hediondas capas de degeneración donde encontramos lo peor que somos capaces de llegar a realizar. Al pensar en todo esto, nos puede venir a la memoria, seguramente, el cine de terror. Sin ninguna duda es un perfecto ejemplo de todo esto. Ahora bien, por supuesto, el cómic de terror (que está resurgiendo en los últimos años) bebe de estas de este “mundillo” cultural, de esta subcultura y de esa necesidad de mostrar lo más depravado de la humanidad.

Muchas veces se ha analizado la razón de este gusto por el miedo o la perversión. Las razones que se dado son, fundamentalmente, de carácter fisiológico. Nos gusta sentir miedo por la adrenalina que segregamos al observar escenas desagradables. Ahora bien, también conviene recordar una cosa interesante. El ser humano es un organismo que carece de inhibidores de agresividad. Por esta razón, somo capaces de seguir torturando o haciendo sufrir a otras personas y a otros organismos.

Unido a esto, también tenemos que tener presentes determinados miedos sociales. Nos referimos a aquellos relatos (no importan si son ciertos o no) sobre la existencia de entornos fuera de la ley. ¿Qué sucedería si existieran estos lugares? De acuerdo con Ed Piskor parece que sería posible la sucesión de un espacio virtual de torturas y asesinatos. El creador de Red Room (Planeta Cómic) usa una de las numerosas leyendas urbanas para dar verosimilitud a su trabajo. Esta “habitación” virtual situado en la internet oscura, fuera de las normas. Este hecho, precisamente, nos hace dudar de los ideales de la anarquía y las posibilidades de la humanidad.

Piskor nos muestra, sin ningún tipo de problemas, sin ningún tipo de complejos y con la mayor de las vehemencias posibles qué va sucediendo en esta “habitación”. En ella el submundo está presente como una espada de Damocles social, aunque (al contrario que la historia original) no hay adulación ni deseo de los lujos. En esta espada el dinero se adentra en los infiernos del espíritu humano. En este sentido, aunque la obra de Piskor puede ser interpretada como un fruto de su desagrado personal ante la realidad, o como un trabajo simplemente superficial que se adentra en lo más oscuro del ser humano.

Ahora bien, también podemos hacer una hermenéutica más profunda en la que la crítica social inserta en la obra es muestra de satisfacción de los más oscuros deseos morbosos y violentos que podemos tener las personas. Estos deseos se materializan gracias a las nuevas tecnologías y al capital generado sin trabajo (criptomonedas). Nos preguntamos si ambas cosas podrían estar relacionadas en la mente del creador. Así mismo, nos preguntamos si -como mostró Habermas en cierto modo- las normas son expresión de una racionalidad compartida comunicativamente y, por lo tanto, la ausencia de ellas es la puerta abierta a la irracionalidad. Esto último es lo que presenta la obra en cuestión. De ahí que este trabajo no nos parezca tan superficial. Al contrario.

El trabajo gráfico de Piskor es excelente, realmente magistral. Esto es, precisamente, lo que provoca que la obra sea tan profundamente realista y desagrade a un nivel sorprendente. El problema que puede tener es este. Red Room es tan… tan excesiva… que llega un momento en que te evades de la historia y te acabas haciendo como una especie de coraza frente a lo que está contando. Tanta amputación, tanta tortura termina enfriando al lector y genera una distancia imaginaria ante la narración escrita. Una distancia emocional e imaginaria que genera cierta pérdida de potencial narrativo.

Toda aquella persona que se acerquen a la obra de Piskor tendrán que ser muy consciente de que en sus páginas se va a encontrar multitud de viñetas realmente desagradables. Si tenéis en vuestra mano la obra veréis que está muy bien editada. En tal caso, os recomiendo que le echéis un vistazo previo antes de comprarla. Esto es algo importante para evitar llevarse sorpresas y para poder profundizar en la historia.

 

Por Juan R. Coca

One thought on “La habitación de la desesperación

  • me parece una muy buena obra todavia no me la e terminado de leer pero e dialogado con personas que si se la han leido completa y me dicen que es muy buena hasta elk momento por lo que yo e leido la recomiendo

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *