Israel Elejalde: “Lo más complicado de narrar ‘Iluminaciones’ ha sido darle un carácter autónomo a cada cuento”
PILAR M. MANZANARES.
Alan Moore, el legendario creador de Watchmen, V de Vendetta, From Hell y otros clásicos modernos presenta nueve relatos incluidos en su obra ‘Iluminaciones’ de marcado carácter fantástico. En su versión en formato audio, disponible en Audible, los relatos de Alan Moore toman voz de actores y profesionales tan conocidos como Israel Elejalde, Manuela Velasco, Ángela Cremonte, Pepe Ocio, Alfons Vallés, Pedro Casablanc, Sol de la Barreda y Carlos Bardem.
Para Israel Elejalde, narrador y director de ‘Iluminaciones’, su pasión y conocimiento del autor han sido claves para la narración de este título, ya que los textos son tan complejos, que sin tener a alguien como él, capaz de entender al autor y todas las referencias que hay, no hubiera sido posible sacar adelante un proyecto tan complicado.
- Por qué ‘Iluminaciones’ de Alan Moore?
Primero porque es un libro muy divertido, de uno de los guionistas más importantes de cómic de toda su historia. Hay un montón de cuentos de diferente índole y atmósfera, todos con un corte de fantasía y una obra central que hace una especie de revisión de la génesis del cómic de superhéroe y de sus consecuencias en el pensamiento político americano actual
- ¿Eres un gran conocedor de este escritor?¿Desde cuándo?
Desde que empecé a leer cómics con 11, 12 años recuerdo. Empecé a leer Batman porque me gustaba mucho. Poco después me hablaron o leí en algún sitio Alan Moore y leí una cosa que se llamaba ‘La Cosa del Pantano’ que en principio no me atraía nada pero cuando lo leí me quedé seducido por un mundo bastante especial. Después cuando ya caí en sus redes fue en una novela gráfica, de las primeras que surgieron en ese género en los años 80/90, que se llaman ‘The Killing Joker’, que hizo él.
- ¿Qué ha sido lo más difícil de afrontar en este proyecto?
Lo más complicado es dar un carácter autónomo a cada uno de los cuentos. Hay un montón de cuentos y cada uno tiene una idiosincrasia y una atmósfera, un color, los hay desde el terror hasta la fantasía a una que es precioso que tiene que ver con la nostalgia y con la pérdida del niño y con las frustraciones de la vida y que diríamos que estaría más dentro de un realismo mágico, casi fantástico, que hay elementos con esta novela central que es una especie de retrato vitriólico del mundo del cómic, una especie de poema sobre Allen Ginsberg y sobre la generación Beat, pasando por un retrato del apocalipsis con una aparición de Cristo descreído que ve series de tipo Kili Nif. Ese ha sido un poco encontrar el aroma, el perfume de cada uno de los cuentos y darle la personalidad propia a cada uno de ellos
- ¿Impone ponerse detrás de un clásico como ‘Iluminaciones’?
Sí que impone porque, más que nada, uno siente que hay mucho fanático de Alan Moore porque yo mismo lo soy. Así que, sí sientes la presión de intentar responder a las expectativas de un autor al que admiras profundamente y a las expectativas de esos oyentes/espectadores acercar a esta ficción y poder darles la llave para que puedan disfrutar literatura de Alan Moore, que no es para nada sencilla, es más bien compleja. Hay algunos cuentos que son difíciles de leer y serán difíciles de oír también, y lo que hemos intentado es que sea entretenido a pesar de esa complejidad o dificultad literaria. Hay algunos que son rápidamente muy divertidos. Entonces, estar a la altura de eso pues impone sí
- Narras y a la vez diriges, ¿Qué ha sido lo más complicado estar delante o detrás de las cámaras?
Para mí no ha sido complicado, sino diferente de dirigir. Es verdad que yo he narrado y he dirigido mis propias narraciones, esto lo hago habitualmente pero nunca me he puesto fuera de la pecera escuchando a mis compañeros y dando indicaciones. Lo he disfrutado muchísimo, me lo he pasado muy muy bien. Pero seguiría trabajando todavía en él porque me ha apasionado, y haría una y otra vez cosas, como pasa cuando haces cine, que volverías a rodar una y otra vez la misma secuencia porque crees que se podría hacer mejor. Y eso solo indica que te lo has pasado muy bien haciéndolo.
- ¿Has trabajado con grandes compañeros de profesión?¿Cómo ha sido?
He trabajado con grandes compañeros que son todos amigos, así que ha sido un disfrute. Jose Luis García Pérez, Manuela Velasco, Carlos Bardem, Ángela Cremonte, Rebeca Hernando, Pepe Ocio … Creo que no me he dejado a ninguno. Muy divertido, y ha sido estupendo. Cuando tienes la oportunidad de hacer cosas que te apasionan, encima con gente a la que quieres, qué más se puede pedir.
- ¿Alguna anécdota que te venga a la cabeza?
Fue muy difícil uno de ellos, que se llama ‘Luz Americana’, es un texto que es como una especie de remedo de Allen Ginsberg. Él hace una especie de homenaje a Allen Girlberg y además a la generación Beat. Es intrincadísimo lo que dice, no se entiende la mitad de las cosas. Tanto es así, que después él crea una especie de notas al pie para explicar lo que está diciendo. De repente, hay un momento como pasa como Foster Wallace que las notas al pie son más largas que lo que estás leyendo. Entonces de pronto te encuentras cinco notas al pie en una frase y algunas de esas notas al pie son de dos páginas. Entonces, encontrar ese mundo para poder clarificarlo fue a la vez difícil y divertido. Al final, se me ocurrió poner dos voces completamente distintas, que una fuera Ángela Cremonte y otra Pedro Casablanc, que creo que no lo he mencionado antes, y luego hemos intentado hacer una cosa con el sonido, para que se note esa diferencia, de manera que las notas al pie parezcan una especie de investigadora que está de alguna manera induciéndote a ti para que puedas entender esta cosa tan intrincada que lee Pedro Casablanc
- ¿Cuánto hay de interpretación en la narración de un audiolibro?
Tiene que haber interpretación, tiene que haber la capacidad para colocarte en una especie no de personaje pero sí de que tú estás hablando, tiene que haber alguien detrás hablando, ¿no? Si te acercas al mundo del audiolibro es porque quieres sentir que está el libro ahí, pero a la vez también porque quieres sentir que hay una interpretación de ese libro. Entonces cuando hay personajes se asemeja al trabajo que hacemos como actores, de hablar. Yo por ejemplo en eso soy muy pesado, creo que tiene que haber una diferencia en los personajes que hablan y la narración. La narración, sí que tiene que ser casi perfecta, tiene que ser limpia pero el habla no tiene por qué ser así, tiene que ser sucia y tienes que separarte del libro, no puede parecer que esté escrito, tiene que parecer que estás hablando. Pero después, la narración incluso, que tiene que tener esa perfección lingüística y donde hay que respetar de alguna forma el ritmo interno del fraseo que ha sugerido el autor, hay que buscar también una personalidad, hay que buscar que alguien está contando esa historia, porque si suena solo a leído pues para eso te lo lees tú.
Cuando esto pasa, que es muy difícil y no siempre pasa todo el rato como tampoco pasa como cuando es una obra de teatro que todo el rato estés conectado, pero cuando pasa es un placer y es donde el audiolibro de alguna manera sí que se erige en una forma artística diferente que no es exactamente la del libro y se convierte en una forma de expresión ‘sui generis’ y con una personalidad propia.
- ¿Qué aporta el audiolibro a la literatura?
Cuando lo consigues trascender y se da el tiempo suficiente, y cuando oyes uno que está bien hecho tiene una personalidad propia. Eso ya no es exactamente un libro porque no está exactamente leído. Tampoco diríamos que está interpretado del todo, porque sigue existiendo la huella de la literatura, tiene que existir, pero a la vez ha emergido una voz propia, una identidad diferente que le permite de alguna manera tener interés por sí mismo, de tal manera que hubiera o hay audiolibros que puedes disfrutar leyendo con tu voz propia o puedes disfrutarlo a través de un narrador que puede que te ofrezca una nueva visión de ese propio libro, de tal manera que incluso podría existir. Esto sucede con el teatro, que hay mil millones de Hamlet y podría existir diferentes versiones, pues cada narrador lo enfoca de una manera diferente de un mismo audiolibro
- Si pudieras elegir ahora mis ¿Qué libro narrarías?
Muchos me gustan, pero bueno voy a decir ‘La vida. Instrucciones de uso’ de George Perec. Primero porque es un libro que me apasionó y me tocó mucho cuando lo leí, y segundo porque es un libro donde hay montones de personajes, montones de historias diferentes cada una de una personalidad propia y el reto sería cómo encontrar las conexiones entre ellos. Pero te permitiría como narrador cambiar de energías constantemente y buscar y adecuarte como narrador a cada una de esas historias, darle el tono, creo que es un reto maravilloso. No sé si alguien lo ha hecho, es verdad que es un libro que no está dentro del target mainstream pero para mi es un libro apasionante y si algún día tuviera la oportunidad, me encantaría hacerlo