‘Los libros de Jacob’, de Olga Tokarczuk
EDUARDO SUÁREZ FERNÁNDEZ-MIRANDA.
La escritora polaca Olga Tokarczuk (Sulechów, 1962) nos ofrece en Los libros de Jacob una historia entre real y fantástica, con tintes metafísicos. La editorial Anagrama es la encargada, en España, de introducirnos en la obra de una autora cuya literatura ha sido capaz, con su pasión enciclopédica, de representar “el cruce de fronteras como una forma de vida”, como recuerda el jurado del Premio Nobel que le fue otorgado en el año 2019.
Los libros de Jacob es una obra monumental, integradora y total. Narra las peripecias del judío Jacob Krank, un personaje real que la literatura de Olga Tokarczuk ha sido capaz de resucitar. Sus extraordinarias andanzas vitales pueden parecer surgidas de una imaginación asombrosa, pero realmente existió. La escritora polaca ha debido de realizar una importante tarea investigadora para crear las bases históricas de una novela de más de mil páginas, numeradas como lo harían los judios, de mayor a menor. Es decir, el lector se encontrará, al abrir el libro, con la página 1064.
Jacob Frank es al mismo tiempo un personaje “carismático, loco, subversivo e iconoclasta”. Le tocó vivir en una Polonia multicultural, donde distintas religiones convergían en peligroso equilibrio. Estamos a mediados del siglo XVIII y el territorio se encuentra en medio de “guerras, saqueos, pogromos y particiones”. Entonces surge la figura mesiánica de Jankel Lejbowicz, conocido como Jacob Frank, quien “soliviantó a las autoridades; reunió discípulos y creó una secta que abogaba por romper tabúes y practicaba, según algunos rumores, ritos orgiásticos y bacanales”. Recorrió dos imperios, el de los Habsburgo y el imperio Otomano en busca de la trascendencia espiritual; cuestionó el orden establecido y fue perseguido y acusado de “hereje”.
Los libros de Jacob nos acerca a un personaje excepcional y a una época remota. Sin embargo, gracias a la sabiduría de Olga Tokarczuk, ese tiempo antiguo nos ofrece unas valiosas enseñanzas para comprender mejor nuestro presente.
La obra narrativa de la escritora polaca ha sido recibida, en todos los países donde ha sido publicada, con gran entusiasmo. Traducida a más de cuarenta idiomas, sus novelas han recibido prestigiosos galardones.
Anagrama ha publicado Un lugar llamado Antaño, una novela en la que “hay mil y una historias que se cuentan y se entrecruzan en breves capítulos, una sucesión de narraciones que conforman una novela coral y total, en la que asoman el corazón del Ser humano, de la Historia, del Mundo y de la Vida”. Y Los errantes, una novela “única, ligera y honda a la vez, que indaga en las posibilidades del género para hablar sobre el cuerpo, el mundo y las estrategias siempre insuficientes con que intentamos cartografiarlos”.