Viajes y libros

Malecón de La Habana, “Tres tristes tigres”

UNA CALLE, UN LIBRO

Malecón de La Habana, “Tres tristes tigres”

 

 

Son tres amigos que vagan por La Habana. Uno ama la literatura, otro la música, otro el cine. Viven la noche y la música más allá de ideologías y de programas. Y la novela vive una fiesta del lenguaje oral, del español cubano de las calles. Es La Habana de Batista cuando se escapa de Batista, es la Cuba del pensar en la Revolución cuando aún no ha llegado la Revolución. Es un sueño y es un instante, es el mito y es un presente irrepetible.  No es ni una cosa ni otra, es la libertad de los paréntesis y las noches, de la música y de la literatura.  Tiene algo de “Antes de la Revolución” de Bertolucci, cuando se pensaba la Revolución como justicia pero aún no había llegado como austeridad y moralismo. Y algo de “Suave es la noche” de Scott Fitzgerald. Una suavidad intensa, como cuando canta el ruiseñor de Keats, entre dos amarguras. La vida siempre está en otra parte, decía Rimbaud. Y La Habana también estaba en otra parte.

Arsenio Cui tiene un sueño. Está en el Malecón y mira el mar aunque está de espaldas a él. Y al lado tiene a una bella mujer, que sería muy bella si pudiera mirarla. Mira el mar con los ojos en la espalda, ve a una mujer a su lado sin verla. Tal vez ese sueño es la clave de esa novela y de esa fiesta. Esa novela es un sueño intenso y rápido, como decía Rimbaud por todos los locales nocturnos de La Habana y por el mar. Tal vez La Habana está en el mar, que Arsenio no ve pero siente, no está en la época de Batista ni en la época de Castro. Las personas siempre se encierran y no comprenden las ciudades. Y la comprendió Guillermo Cabrera Infante desde Inglaterra, instalado en la literatura libre, en la pasión por el cine y en la libertad. Y también en el juego y en la ironía. Y por eso tal vez pudo amar tan intensamente La Habana y el Malecón.

ANTONIO COSTA GÓMEZ   FOTO DEL AUTOR: CONSUELO EN EL MALECÓN

3 thoughts on “Malecón de La Habana, “Tres tristes tigres”

  • La Habana de hoy es una mala palabra. En Cuba teníamos una joya ciudad.Hoy lo que tenemos es un burdel de ciudad .se parece a Uganda. Sino vayan Cuba y a la Habana de hoy.

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  • Estuve en La Habana hace unos días. Ya no hay lugar para el romanticismo. Destrucción y pobreza como si fuera zona de guerra.

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    • La Habana es un cadáver que se descompone.

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