Un viaje introspectivo
Escrito por Jorge Mur
»An introspective journey«
Partiendo de paisajes reales, Benjamín Briones Grandi juega con la perspectiva, el tiempo y los colores para componer escenas que imitan recuerdos y sueños. Así, a pesar de la indiscutible belleza que poseen sus obras, el objetivo último de su trabajo es representar un estado interior más que un sujeto exterior. Cada fotografía es un escenario único para que el espectador reflexione. Un poema para pensar.
¿Qué es lo que más disfrutas de la fotografía?
Cuando me encontré con la fotografía en mi vida quedé prendado de tres de sus características principales. Una es su simpleza, porque para hacer una fotografía sólo se requiere estar en el lugar y momento indicados con tu cámara, y sin embargo, en esta simpleza está también su dificultad, en cómo crear algo potente utilizando un medio tan simple. Es simple también entregarla al espectador, basta un microsegundo y ya caló en tu mente.
La segunda característica es que la imagen quieta invita a la contemplación, una fotografía impresa te ofrece la mínima parte de una historia, luego tú completas el resto como espectador observándola. Es una historia abierta, que el espectador cierra con su propia vida. La fotografía no “pasa”, no “transcurre” como una película o la música. Está allí para volver a ella, reinterpretarla y contemplarla tanto como quieras.
La tercera característica es que te invita a salir. Hacer fotografía requiere hacer de tu vida una aventura.
La naturaleza es el tema central de tu trabajo. ¿Por qué te interesa?
Paradójicamente, creo que más que la naturaleza, mi tema principal es el interior humano, nuestras experiencias, emociones, nuestro espíritu. Luego, para poder hablar sobre eso tomo prestadas imágenes presentes en la naturaleza. Por ejemplo, un árbol solitario resistiendo el embate de una tormenta de nieve puede simbolizar la resistencia del espíritu humano frente a la adversidad. La naturaleza me parece un sujeto sublime con un gran poder expresivo que puede iniciar una búsqueda profundamente humana.
¿Cómo te enfrentas a un paisaje? ¿Qué elementos, ideas o aspectos son, en tu opinión, los más relevantes de un paisaje?
Me enfrento como un niño dispuesto a dejarme sorprender, pero con cierto recogimiento a la vez. Normalmente tengo ideas del lugar al que voy, suelo tener bosquejos y una concepción inicial de lo que quiero lograr, sin embargo, al estar sobre el terreno me flexibilizo para fotografiar lo que se me ofrezca. Por ejemplo, si iba dispuesto a capturar un bosque con niebla y no hay niebla, pero tengo un volcán al lado que tiene un color rojizo en la tierra, entonces capturo el volcán. Los elementos que me llaman más la atención son los que encuentro que tienen una fuerte carga simbólica, como una nube sola, un árbol con mucho carácter, capas sucesivas que evocan el infinito, o el viento levantando nieve que evoca un soplo, el espíritu, etc.
Estás especializado en fotomontajes. Cuéntanos por qué utilizas esta técnica y cómo es el proceso creativo.
Hago fotomontajes y fotografía directa, sin embargo, me pasa que el fotomontaje agrega una libertad creativa extra que me produce una profunda satisfacción personal. A mí lo que me apasiona es crear. Mi proceso suele iniciarse a partir de una idea, la cual plasmo en un bosquejo. Luego planifico dónde podría ir a capturar las imágenes que necesito para crear el fotomontaje. Voy a terreno, hago las capturas, y en esta etapa te puede pasar que cambias radicalmente de idea, y está bien, así es crear algo, es un poco caótico, no es un plan a seguir, es algo que aparece en el proceso mismo. Entonces tomo las imágenes y las empiezo a mezclar en Photoshop hasta llegar a algo que me parezca fascinante y evocador y que tenga a su vez un sentido simbólico. Para esto uso todas las herramientas digitales sin restricciones. Esto para mí es una búsqueda de un paisaje interior, no la representación de un territorio exterior, por lo tanto no me limito al momento de modificar nada, de hecho gozo haciéndolo.
Con el fotomontaje sacrifico, de cierta manera, el instante decisivo del que hablaba Henri Cartier-Bresson. Sin embargo, surge otro instante decisivo durante la creación del montaje que no deja de ser sobrecogedor, en el que te dices: “aquí surgió algo extraordinario”. Finalmente imprimo y entonces nace la obra terminada.
En tus imágenes encontramos pocos elementos, una paleta cromática en general bastante amplia y un constante juego de luces y sombras. Me gustaría saber cómo ha sido el proceso hasta dar con tu propio estilo, si ha sido una búsqueda consciente o, si por el contrario, ha sido fruto del paso del tiempo y de la experiencia.
Recuerdo que cuando empecé con la fotografía ya notaba una cierta inclinación a imágenes muy simples, de pocos elementos. Luego, en la medida en que fui aprendiendo, como muchos, pasé por una fase de emular a otros fotógrafos y artistas, y en eso perdí un poco mi identidad visual. En ese período aprendí mucho, pero recuerdo haberme sentido a ratos frustrado e incluso a perder el interés en la fotografía. Esta crisis fue, justamente, lo que me condujo a una nueva búsqueda, aún más profunda que la del estilo estético, que consiste en dar con obras que vengan de un lugar muy personal en el que esté volcado todo mi ser. Y encuentro que esta es la búsqueda fundamental para un artista, y como consecuencia de esta nueva búsqueda uno llega a una cierta estética más personal. Justamente, en la medida en que voy haciendo obras más honestas, va resurgiendo ese estilo más simple que ya se asomaba al empezar con la fotografía.
¿Cuáles son tus principales fuentes de inspiración?
Me inspira ver fotografía y arte. Por ejemplo, me mueve mucho la pasión e integridad del fotógrafo Jimmy Nelson, él vierte todo su ser en cada fotografía que hace. Me inspira la creatividad del fotógrafo Erik Johansson, el cuidado estético de Michael Kenna, etc.
Por el lado de los pintores, me inspira mucho lo poético de las pinturas de Denis Fremond, la carga onírica de las pinturas de Tomás Sánchez, el uso del color del pintor Nicolas Party. Me inspiran también películas, libros, etc. Por supuesto también estar en contacto con la naturaleza misma, la suprema y mejor obra de arte. Finalmente, mi propia vida interior, que es de donde saco la mayor parte de mis ideas.
¿Qué lugar real te gustaría fotografiar?
Por alguna razón me ha estado dando vueltas la idea de fotografiar la selva centroamericana y las tormentas que allí se forman en la época lluviosa. También he estado pensando en ir a trabajar los salares del altiplano del Desierto de Atacama, y buscar composiciones con el color rojo. También Japón me ha estado dando vueltas en la cabeza. Acabo de ver casi todas las películas del Estudio Ghibli y quedé fascinado. Chile y Japón increíblemente tienen muchas similitudes a pesar de ser tan distantes. Me gustaría también integrar el factor humano, tomando algunas escenas de Europa, pero no tengo muy claro eso todavía, lo estoy pensando.
Y si fuera posible, ¿qué lugar imaginario te gustaría capturar?
Me gustaría fotografiar las noches blancas de las que habla Dostoievsky, que son las noches de verano en las que no se oscurece del todo en la zona de San Petersburgo. Me encantaría poder fotografiar algún planeta ficticio que sea similar a la Tierra. También volver en el tiempo a un monasterio del siglo XII y hacer fotomontajes con sus espacios y volúmenes. Hay demasiadas opciones fascinantes.
Si dejamos la fotografía a un lado, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Amo la música, aprendí a tocar el violín al principio de mis 20, tengo también mis equipos de grabación, un micro estudio. Ahora último estoy pasando también por un período bien lector, estoy leyendo sobre el silencio, leyendo sobre arte, literatura japonesa también, de todo.
Benjamín Briones Grandi: Website | Instagram
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Written by Jorge Mur
»An introspective journey«
Starting from real landscapes, Benjamín Briones Grandi plays with perspective, time and colors to compose scenes that imitate memories and dreams. However, despite the indisputable beauty of his images, the ultimate goal of his work is to represent an internal state rather than an external subject. Each photograph is a unique setting for the viewer to reflect on. A poem to think about.
What do you enjoy the most about photography?
When I came across photography in my life, I fell in love with three of its main characteristics. One is its simplicity, because to take a photograph you only need to be in the right place and time with your camera, and yet, in this simplicity there is also its difficulty, in how to create something powerful using such a simple medium. It is also simple to deliver it to the viewer, just a microsecond and it has already entered your mind.
The second characteristic is that the static image invites contemplation, a printed photograph offers you the smallest part of a story, then you complete the rest as a spectator observing it. It is an open story, which the viewer closes with his own life. Photography does not “happen”, it does not “elapse” like a movie or music. It is there to return to it, reinterpret it and contemplate it as much as you want.
The third feature is that he asks you out. Taking photography requires making your life an adventure.
Nature is the central subject of your work. Why are you interested?
Paradoxically, I think that more than nature, my main theme is the human interior, our experiences, emotions, our spirit. Then, to talk about it, I borrow images present in nature. For example, a lonely tree withstanding the brunt of a snowstorm can symbolize the resilience of the human spirit in the face of adversity. Nature seems to me a sublime subject with great expressive power that can initiate a profoundly human search.
How do you face a landscape? What elements, ideas or aspects are most relevant to you?
I face it like a child willing to let myself be surprised, but with a certain recollection at the same time. Usually, I have ideas of the place where I am going, I usually have sketches and preconceptions of what I want to achieve, however, being in the place I am flexible to photograph what is offered to me. For example, if I was going to capture a forest with fog and there is no fog, but I have a volcano next to it that has a reddish color on the ground, then I capture the volcano. The elements that attract my attention the most are those that I find to have a strong symbolic charge, for example a single cloud, a tree with a lot of character, successive layers that evoke infinity, or the wind raising snow that evokes a breath, the spirit, and so on.
You are specialized in photomontages. Why do you use this technique? How is your creative process?
I do photomontages and direct photography, however it happens to me that photomontage adds an extra creative freedom that gives me deep personal satisfaction. I am passionate about creating. My process usually starts from an idea, which I capture in a sketch. Then I plan where I could go to capture the images I need to create the photomontage. I go to the place, I take the captures, and at this stage it can happen that you radically change your mind, and that’s fine, that’s how it is to create something, it’s a bit chaotic, it’s not a plan to follow, it’s something that appears in the process itself. So, I take the images and start mixing them in Photoshop until I get to something that I find fascinating and evocative and that also has a symbolic meaning. For this I use all digital tools without restrictions. This for me is a search for an internal landscape, not the representation of an external territory, therefore I do not limit myself when modifying anything, in fact I enjoy doing it.
With photomontage, in a certain way, I sacrifice the decisive moment that Henri Cartier-Bresson spoke of, however, another decisive moment arises during the creation of the montage that is nonetheless overwhelming, in which you say to yourself: “something extraordinary arose here”. Finally, I print and then the finished work is born.
In your images we find few elements, a generally quite wide color palette and a constant play of light and shadow. I would like to know how the process has been until you found your own style, if it has been a conscious search or, on the contrary, if it has been the result of the passage of time and experience.
I remember that when I started with photography, I already noticed a certain inclination towards very simple images, with few elements. Then, as I was learning, like many, I went through a phase of emulating other photographers and artists, and in that I lost my visual identity a bit. In that period I learned a lot, but I remember feeling frustrated at times and even losing interest in photography. This crisis was precisely what led me to a new search, even deeper than that of aesthetic style, which consists of finding works that come from a very personal place in which my whole being is invested, I find that this is the fundamental search for an artist, because of this new search one arrives at a certain more personal aesthetic. Precisely, to the extent that I am making more honest works, that simpler style that was already appearing when I started with photography is reappearing.
What are your main sources of inspiration?
It inspires me to see photography and art. For example, I am very moved by the passion and integrity of photographer Jimmy Nelson, he pours his entire being into every photograph he takes. I am inspired by the creativity of the photographer Erik Johansson, the aesthetic care of Michael Kenna, and so on.
On the painters’ side, I am very inspired by the poetics of Denis Fremond’s paintings, the dreamlike charge of Tomás Sánchez’s paintings, and the use of color by the painter Nicolas Party. I am also inspired by movies, books, and so on. Of course, also being in contact with nature, the supreme and best work of art. Finally, my own inner life, which is where I get most of my ideas from.
What real place would you like to photograph?
For some reason, the idea of photographing the Central American jungle and the storms that form there in the rainy season have been tossing around me. I have also been thinking of going to work in the salt flats of the Atacama Desert, and looking for compositions with the color red. Also, Japan has been spinning in my head. I just watched almost every Studio Ghibli movie and was blown away. Chile and Japan incredibly have many similarities despite being so far apart. I would also like to integrate the human factor, taking some scenes from Europe, but I’m not sure about that yet, I’m thinking about it.
What imaginary place would you like to capture?
I would like to photograph the white nights that Dostoevsky talks about, which are the summer nights when it does not get completely dark in the Saint Petersburg area. I would love to be able to photograph a fictional planet that is like Earth. Also go back in time to a 12th century monastery and make photomontages with its spaces and volumes. There are too many exciting options.
Besides photography, what other activities are you interested in?
I love music, I learned to play the violin in my early 20s, I also have my recording equipment, a micro studio. Lately now I am also going through a very reading period, I am reading about silence, reading about art, Japanese literature too, everything.
Benjamín Briones Grandi: Website | Instagram
In my recent exploration of stock imagery, I came across a collection that intricately captures the beauty of timepieces. From the clock classic charm of antique clocks to the sleek precision of modern designs, each photograph eloquently conveys the essence of time in a visually compelling manner.