¿Un museo que acepte todas las obras donadas en papel?
JESÚS MILLÁN MUÑOZ.
Se imaginan ustedes que existiese un museo de arte que aceptase en donación gratuita, todas las obras en papel, de todos los artistas que quisiesen.
Por un lado existen personas, entidades, fundaciones, potenciales o posibles museos, mecenas y filántropos que les gustaría encontrar o realizar un museo o una fundación, con distintos fines, entre otros cuestiones tributarias, por dejar algo a la sociedad, por filantropía, por humanismo, por dejar algo permanente en su país, porque su nombre siga brillando después de su fallecimiento, y, por mi otras razones.
Pero en el mundo de la museología y museística, se habla, que aunque existen personas con las anteriores características no saben, encontrar un nicho de mercado, de mercado artístico que no esté demasiado explotado, y, que la colección o el museo o la fundación tenga un gasto moderado, que se pueda sostener, en el tiempo. Ya que un museo como toda entidad y entidad cultural, además del edificio material, si es una organización con sede física, necesita tener personas contratadas y tener una serie de servicios, y, también de exposición –si no son virtuales, aunque siempre se combinan ya, museos materiales son a la vez virtuales-.
Por tanto, brindo al sol y a las estrellas, que alguien recoja esta idea o sugerencia, la perfeccione. Se imaginan ustedes un Museo o Fundación de Arte, que admitiese en donación gratuita, obras artísticas en papel. En papel para que ocupe poco espacio en los depósitos. Y, en papel, con unas medidas máximas. Se imaginan ustedes, cuántos cientos de autores y autoras plásticos, de distintas técnicas, tendencias, estilos, artes podrían o querrían donar una o diez o cincuenta obras.
Pueden pensar ustedes que la mayoría de esas donaciones serían de autores y autoras plásticos de segundo o quinto orden. Quizás, de muchos artistas que no han despegado en muchos lustros de evolución y de trabajo. O, y, de muchos autores plásticos que están empezando, que están en la veintena o treintena de años…
Pero piensen ustedes correctamente este argumento. Se imaginan, cuántos cientos podrían querer dejar algo de su trabajo o sus vocaciones. Se imaginan ustedes, cuántos de ellos y de ellas, pueden ser considerados en este momento de segundo o quinto orden, pero jamás sabrán cómo se considerarán dentro de veinte o cincuenta o cien años.
Se imaginan ustedes la riqueza cultural y documental de obra plástica, en sus diversos artes: fotografía, dibujo en papel, pinturas en papel, grabados, etc., que se podrían ir acumulando. Si ahora, en cada pueblo o comarca o ciudad, existe un museo de artes decorativas o un museo etnológico y etnográfico, y es, y ha sido una riqueza cultural y de interpretación para el ser humano. Se imaginan ustedes que ese arte plástico en papel, será una riqueza para las futuras generaciones, una ventana de hoy abierta al futuro. Porque en el peor de las interpretaciones sobre ese arte, sería arte como documento de una época, sería arte como artesanía, diríamos moderna.
¡Sería además una mínima justicia y equidad, para miles, decenas de miles de autores plásticos, que han dedicado diez o cincuenta años de su vida, de su pequeña y modesta vida, a una actividad, y, muchos no han recibido ni el plato de lentejas! ¡A semejanza, que ahora, se valora, las ermitas populares, que apenas tienen unas decenas de metros, que no tienen un estilo definido, pero son un arte arquitectónico, de siglos pasados, con una historia insertada en una entidad local, con distintos significados antropológicos, psicológicos, sociales, religiosos, espirituales, artísticos! ¡Pues algo así podría suceder, con esta manifestación artística, que sería popular, por decirlo de alguna manera, popular quizás con estilos y tendencias estéticas de hoy, pero dentro de tres siglos, los estilos de arte de vanguardia de hoy, serán considerados como populares de nuestra época!
Existen más de mil seiscientos museos oficiales en España, entre públicos y privados. De ellos unos cientos son sobre arte y arte plástico. Me pregunto, si a eso sumamos Fundaciones de todos los colores y tipos, también de Arte. Me pregunto y les pregunto a ustedes, ¿qué perdería que uno de esos Museos ya creados, o uno nuevo, sin crear, empezase en sus archivos, depósitos coleccionar cientos o miles de obras, donadas, por cientos o miles de artistas en los próximos años y décadas? ¿Qué perderían? ¿Díganme ustedes, si un museo así se crease, o uno de los ya existentes, además de tener la fisonomía que ahora disponga, también tuviese ésta, díganme que perderían y cuánto potencialmente podrían representar para el presente y para el futuro?