Un gozoso ritual surrealista para descubrir que “Los desiertos crecen de noche”

Horacio Otheguy Riveira.

Ahí está, Vacío, Cerrar los ojos, Instrucciones, Discronía, Presencia, Carta, De tigres, Espejismos y Abandonos son las diez piezas breves que componen este espectáculo, engarzadas hasta convertirlas en una unidad, en un único viaje por situaciones diversas vividas por gente distinta en una atmósfera de cercanía muy lograda. Tal el acierto de los directores, a su vez coprotagonistas, Clara Sanchis y David Lorente: creadores de una unidad con hallazgos de puesta en escena, detalles de lenguaje corporal y musical a partir de un escenario vacío que se va ocupando de sonidos y palabras desde una primera —luego última— secuencia de hipnótico poder de seducción: en la oscuridad y ante un hermoso reloj antiguo que pende del techo. No vemos al hombre y la mujer que caminan como si flotaran y hablan cadenciosamente, a partir de un reiterado Ahí está, Ahí está, y se abandonan a palabras que brotan en el vacío y de pronto dudan entre “ostensible y ostentoso”, para dar paso a otras musicalidades, acompañados por piano, trompeta, diversas percusiones, y muchas voces. Palabras que se nos brindan con el vaivén propio del teatro del absurdo, pero al margen de toda etiqueta de la historia del arte escénico, pues entre los cuatro consolidan una forma de andar, respirar, hablar, sobrevolando lo cotidiano, para que, precisamente, una mágica amalgama palabrera nos transporte a un espacio desconocido, y tan interesante como para aprender algo tan sabido y tan ignorado como que Los desiertos crecen de noche…

Para ello se suceden historias cruzadas por las que desfilan tensiones dramáticas y una brisa humorística refrescante; entre tanto, un hombre conversa con el silencio del público, una mujer escribe una carta al autor de una novela con una inquietante “rabia de abejas”; una pareja de intérpretes padece los delirios de un director  neurótico, poseído por lo que considera su irresistible inspiración… Son estas menciones fugaces de lo mucho y muy bueno que ofrece una función en la que un juego surrealista de piezas cortas se convierte en una impecable obra teatral, cuya imaginería florece a la par que notables reflexiones en manos de los espectadores.

De izquierda a derecha: José Luis Patiño, Clara Sanchis, David Lorente, Concha Hidalgo… en un posado desértico, fuera de un escenario que aúna misterio y rigor, diversión y hechizo. Actrices y actores, a ratos músicos, fieles a una trayectoria exigente de ambiciosos y audaces profesionales.

Nada es lo que parece. Yo somos muchos. El tiempo se desmelena. La necesidad del otro. La soledad. El Juego. Y el espectador… un jugador más dentro de un microcosmos que se alimenta con el poder de la palabra y sus imprevisibles trampas. En la jungla del lenguaje acechan mil peligros

 

 

Autor José Sanchis Sinisterra
Dirección Clara Sanchis y David Lorente
Intérpretes David Lorente, Clara Sanchis, Concha Delgado y José Luis Patiño
Música original Los Pájaros
Fotografía Isabel de Ocampo
Espacio escénico y vestuario Los Pájaros

Una producción de Producciones Artísticas Triana SL. y Los Pájaros en
colaboración con el Ayuntamiento de Torrelodones.

TEATRO DEL BARRIO LUNES 9 SEPTIEMBRE 2024

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