“Para corromper a un individuo basta con enseñarle a llamar «derechos» a sus anhelos personales y «abusos» a los derechos de los demás” (Gilbert Keith Chesterton)

 

I

Que un abuso esté consagrado por una ley no lo convierte en un auténtico derecho.

II

Mis derechos, tus deberes. (Pero no a la inversa).

III

Los derechos, para el que se los pueda pagar.

IV

Los derechos no son de derechas. O sí, quién sabe.

V

Lo ajustado a derecho no tiene por qué estar ajustado a la razón. Ni siquiera a la naturaleza.

VI

No dan una a derechas: no dejan de consagrar derechos, cada vez más aberrantes.

VIII

También se puede ir derecho al abismo.

IX

Lo diestro es no ser siniestro… menos aún, cuando hablamos de derechos.

X

Consagran cada día nuevos derechos para generar cada día nuevos clientes. Es un asunto comercial.