«Dido y Eneas», la genial ópera barroca de Henry Purcell se presenta en los Teatros del Canal
Horacio Otheguy Riveira.
La única ópera que Henry Purcell (1659-1695) llegó a componer, Dido y Eneas, se estrenó en 1689 en Inglaterra. Más de 300 años después, la compañía Blanca Li y William Christie con su compañía Les Arts Florissants se unen para presentar una interpretación contemporánea con arraigo en la sublime partitura original.
Este título de Purcell habla de un modo conmovedor de amor y pérdida, volviendo a explicar la historia escrita por Virgilio en La Eneida sobre Dido, reina de Cartago, y el príncipe troyano Eneas. En la composición, el joven músico transita por una estructura propia de la operística de su época, con ausencia de trama realista, basado en poético recitativo para coro y voces principales arropados por ocho músicos, aquí excelentes todos ellos con una disciplina y sensibilidad muy notables, ya que transmiten la tragedia oculta, la del propio compositor que moriría de tuberculosis un lustro después de su estreno con solo 36 años, fiel al dictamen de la fascinante aria final El lamento de Dido:
Recuérdame, recuérdame, pero ¡ay! olvida mi destino.
Recuérdame, pero ¡ay! olvida mi destino.
Canta una mujer lo escrito por un poeta, pero es la música de Henry Purcell quien da relieve trascendental a todo, y esta presentación le rinde honores realmente magistrales en todo lo que compete a la obra original, no así en el contrapunto contemporáneo de la puesta en escena donde prevalece una iluminación tenebrosa, incluso en las secuencias vitalistas de canto a los placeres amorosos.
Blanca Li ha concebido un espectáculo musical, coreográfico y plástico, apoyado por una escenografía abstracta de la artista visual alemana Evi Keller, combinada con la iluminación de Caty Olive. Pero el resultado dista mucho de lograr una plena comunicación con el conflicto y la belleza musical original. Mientras conmueve lo escuchado, lo visto distrae, distorsiona con lances gimnásticos por momentos acrobáticos. Hay una supremacía de la danza, cuya omnipresencia perjudica mucho el resultado final de tan interesante producción. Varias veces tuve que cerrar los ojos para impregnarme de la sublime obra y dejar a un lado las constantes idas y venidas de los bailarines —por otra parte excelentes—, que empeoran notablemente cuando comienza el largo desfile de patinaje. Sus esbeltos cuerpos semidesnudos se deslizan reiteradamente sobre el escenario, un suelo húmedo similar a un lago, cuyo chapoteo en la piel de los artistas aporta sonidos a ratos atractivos, pero en su totalidad aportan un constante afán de protagonismo en un contrapunto de divismo por parte de la coreografía, como si no tolerara que Purcell se lleve todas las de ganar. Y así sucede, a pesar suyo, pues hacia el final, las contorsiones dancísticas no tienen más remedio que detenerse y dejar que la densidad trágica colme de belleza la gran Sala Roja.
La creación musical contiene animadas canciones y danzas, discurre por tonalidades oscuras y se rinde al poder emocional del doloroso Lamento de Dido, sin duda, la muerte de amor más emblemática de la lírica barroca.
Para el director musical William Christie: No [hay] ninguna otra música que consiga crear una atmósfera tan dramática y extraordinariamente viva en tan poco tiempo. El final, en particular, es una de las arias barrocas más famosas; pero, sobre todo, es universal.
Más quisiera, pero la muerte me invade;
La muerte es ahora una bienvenida visita.
Recuérdame, recuérdame, pero ¡ay! olvida mi destino.
Recuérdame, pero ¡ay! olvida mi destino.
Ópera barroca en un prólogo y en tres actos
Libreto de Nahum Tate, basado en el libro IV de la Eneida de Virgilio
Estreno absoluto: 1689 al Mr. Josias Priest’s Boarding School for Girls de Chelsea (Londres)
William Christie, dirección musical
Blanca Li, dirección de escena y coreografía
Coro y orquesta de Les Arts Florissants
Bailarines: Compañía Blanca Li
Fotografías: Pablo Lorente
Lea Desandre, Dido – mezzosoprano
Renato Dolcini, Eneas / Hechicera – barítono
Ana Vieira Leite*, Belinda – soprano
Lauren Lodge-Campbell, primera bruja – soprano
Virginie Thomas, segunda bruja & segunda mujer – soprano
Jacob Lawrence, marinero -tenor
Michael Loughlin Smith, espíritu -tenor
Clément Debieuvre* – tenor
Victor Sicard* – barítono
Daniel Brant – alto
Christophe Gautier – bajo
Emmanuel Resche, concertino
Augusta McKay Lodge, violín 2
Sophie de Bardonnèche, viola
Felix Knecht, violonchelo (bajo continuo)
Hugo Abraham, contrabajo (bajo continuo)
Sébastien Marq, flauta
Pier Luigi Fabretti, oboe y flauta 2
Thomas Dunford**, Tiorba (bajo continuo)
Consejera lingüística: Sophie Daneman
*Solistas de “Celestial Music did the Gods inspire”
**funciones 20, 21 y 22 enero 2022
Ayudantes de Blanca Li: Déborah Torres Garguilo y Glyslein Lefever
Bailarines de la Compañía Blanca Li
Alizée Duvernois
Coline Fayolle
Gaël Rougegrez
Julien Marie-Anne
Meggie Isabet
Victor Virnot
Dramaturgia: Pierre Attrait
Iluminación: Caty Olive
Con la asistencia de Manuella Rondeau
Escenografía y creación Matière-Lumière: Evi Keller
Ayudante: Gunther Reis
Esculturas-vestuario cantantes sollistas: Evi Keller
Con la asistencia de: Laurent Mercier
Vestuario: Laurent Mercier
Con la asistencia de Leila Moli y Cristina Pérez de Arriaga
Asistente de escenografía : Chloé Bellemere
Ayudante de producción (Compañía Blanca Li): Charlotte Marcellesi
Peluquería y maquillaje de solistas: Joel Briand
Coproducción de Teatros del Canal, Théâtre Impérial de Compiègne, Château de Versailles Spectacles, Gran Teatre del Liceu, y Les Arts Florissants.
Con la colaboración del Teatro Real
Les Arts Florissants recibe el apoyo económico del Estado francés, de la Dirección Regional de Asuntos Culturales (DRAC), del Departamento de la Vendée y la Región Pays de la Loire. Selz Foundation es su principal espónsor. Aline Foriel-Destezet y the American Friends of Les Arts Florissants son sus principales patrocinadores. La agrupación es artista en residencia en la Philharmonie de París desde 2015 y reciben la catalogación de «Centre culturel de rencontre”
Días 17, 18, 20, 21, 22 de enero 2023, en la Sala Roja de los Teatros del Canal