Un aniversario de plena dedicación al arte escénico: Diez años de PasoAzorín Teatro
Horacio Otheguy Riveira.
Un aniversario festejado con alegría por los integrantes de la Compañía, y desde luego por sus muchos seguidores, siempre atentos a los sorprendentes estrenos de gente de teatro que auspicia la comedia, en sus diferentes formas y maneras rumbo a la risa, pero que cada tanto impacta con tragedias históricas o dramas psicológicos.
En la PasoAzorín Teatro todos saben que la incertidumbre es una hermana leal de la vida teatral. Una hermandad que genera cierta angustia ante el qué pasará con el público, aunque también en ella aflora una inquietud muy útil, enfocada a mayores impulsos de creatividad. Por eso navegan con entusiasmo en cada proyecto surgido del dramaturgo y director Ramón Paso y su socia infatigable, Ana Azorín, actriz en protagónicos y secundarios que nunca lo son tanto, ya que deambula por muchas esferas de la producción. Desde salas alternativas muy pequeñas a más holgadas y teatros de dimensiones muy variadas, se fueron enlazando temporadas con ascendente apoyo de empresarios y espectadores.
Les asiste el alma del teatro con cuanto tiene de sagrado y de profano, con su punto milagroso de armonía de contrarios y su álgebra, no menos espléndida, a base de sensibilidad e ira, gamberrismo y profunda mística. Todo un recorrido que llega al 2022 comienzos del 2023 con una comedia de actualidad política y la adaptación de un clásico de las novelas de fantasmas… Hay mucho más en la mochila, pero se impone el silencio propio del teatro, nada de adelantar proyectos, dejemos hablar al viento, que diría Juan Carlos Onetti, que ya se abrirán —confesos e irredentos— autor, director e intérpretes para ofrecer felices reposiciones o nuevas historias nacidas para existir en un escenario, ese lugar mágico donde poder ver reflejadas nuestras propias narraciones y leyendas.