De México a Madrid, una aventura de danza-teatro: «El pozo de los mil demonios»

Redacción ESCENA.

Es una de aventuras con su moraleja y su afán didáctico a través del arte de la mexicana Maribel Carrasco, debutante en Madrid con esta función muy cuidada, capaz de armonizar la capacidad de ensueño de toda la familia, a partir de un tema que desespera a millones de personas en un mundo atormentado por la sequía. En unión de experiencias personales con la profunda unión de las personas y la naturaleza en el indigenismo del gran país del norte, surge este relato que divierte y conmueve, aportando una reflexión basada a su vez en documentos históricos.

 

Jacinta tiene que salvar a la tierra del demonio de la sequía. Para ello deberá recuperar su cántaro, donde está el agua de vida, y con él su identidad, en una serie de pruebas de las que saldrá fortalecida. Nuestra protagonista tendrá que recuperar algo perdido en una carrera contrarreloj sumergiéndose dentro de un universo fantástico donde encontrará amigos y enemigos, donde tendrá que enfrentarse a diferentes obstáculos y asumir la responsabilidad de salvarse y salvarnos de la sequía.

 

 

«Todos los que vivimos en la Tierra surgimos del barro, por eso nuestro cántaro es como nuestra alma y debemos cuidar que siempre esté lleno para que no nos sequemos. Jacinta, la protagonista de nuestra historia, escuchará estas palabras de su Nana y, tras el robo de su cántaro, tendrá que iniciar un viaje de aprendizaje para descubrirse, reconocerse, sorteando obstáculos y pruebas y tomando la responsabilidad de salvarse y salvarnos de LA SEQUÍA. Un viaje para también hacernos partícipes del reconocer LA NATURALEZA como parte de nuestro ser. ¿Qué de lo que olvidamos o perdemos vale la pena recuperar hasta tal punto de que tengamos que realizar un viaje por los confines de lo desconocido?
La recuperación de la identidad cultural, la memoria histórica e incluso familiar. La recuperación de algo tan vital como EL AGUA, como la fuente de vida. Es un texto que constituye una pieza clave dentro de la literatura dramática para la infancia en México. Su autora, Maribel Carrasco, lo describe como una Alicia en el país de las maravillas dentro del imaginario e identidad cultural mexicana. Es una fantasía en blanco y negro, la creación de un mundo austero e incompleto que le exige al espectador, niño o adulto, su participación activa, inteligente y libre. Es un relato de infancia para compartir en familia, donde se entremezclan los sueños y los recuerdos. Una simbiosis entre realidad y fantasía que transcurre en el fondo de un pozo seco, un paisaje mexicano árido que nos recuerda a los parajes míticos de Juan Rulfo pero que tampoco se nos aleja de muchos de nuestros paisajes necesitados de agua».

Desde una estética del realismo mágico, se transita una historia llena de metáforas y símbolos, a través del lenguaje propio de Karlik danza‐teatro, con el gesto, la palabra, la videoescena y los paisajes sonoros y lumínicos.

Maribel Carrasco es una de las autoras de teatro para la infancia y juventud más importantes de la actualidad tanto en su país, México, como a nivel internacional. Dramaturga, actriz, diseñadora de títeres y vestuario. Ha colaborado con espectáculos operísticos y de danza y ha impartido diversos talleres de dramaturgia infantil y para coreógrafos. Ha estrenado la totalidad de su obra gracias al INBA y al FONCA (México). Ha estudiado con titiriteros del Bauhaus de Alemania y con la autora francófona Suzanne Lebeau, con quien comparte el interés por la indagación en el teatro para la infancia, y quien ha traducido El pozo de los mil demonios y La legión de los enanos al francés. Ha participado en festivales nacionales e internacionales.

«Las historias que contamos tienen su semilla en lo más profundo de nosotros, desde allí esperan a que un día escuchemos sus latidos y comencemos a contar sus ecos. De niña acompañaba a mi nana a traer agua del pozo. Íbamos por las noches, cuando ella había terminado sus quehaceres y cuando las sombras de los árboles se agigantaban y lo cubrían todo. En el camino, esas sombras tomaban forma en las historias que me contaba, historias de aparecidos y fantasmas. Yo me pegaba a su falda porque presentía que aquellos seres caminaban junto a nosotras al tiempo que le preguntaba “¿Qué más, nana? ¿Qué más?”, porque ese miedo también era fascinante y antecedía siempre al encuentro con aquel pozo, el pozo de mi infancia.
Cuando llegábamos ella se asomaba y yo me ponía de puntitas y mirábamos muy dentro. A veces se veía la luna. A veces solo oscuridad y silencio. “Escucha ese silencio de estrellas, de grillos y luciérnagas”, me decía. “Porque si lo escuchas verás que el silencio sabe mucho”, y yo le creía y le creo aún ahora.

Entonces nos quedábamos muy quietas, escuchando. Hay que pedir permiso al gran ojo de la noche para tomar un poco de agua, me decía. Y cuando estaba segura de llenar el cubo con agua, amarraba el cubo al brocal del pozo y lo arrojaba dentro ¡Qué momento más fascinante! Aún cuando el cubo tardaba solo unos segundos en caer al agua, para mí ese momento era todo un viaje. Al escuchar ese clac, yo tenía la clara sensación de encontrarnos con la magia de aquella agua misteriosa y profunda. Nunca olvidaré ese
sonido ni a la nana, ni tampoco a aquel pozo.

He querido escribir esta historia a partir de ese recuerdo que sin duda marcó mi vida, pues quizá lo que cuento ahora surja de la magia y el júbilo de ese pozo perpetuo y silencioso; de ese mirar muy dentro y de escuchar en el silencio de las cosas». Maribel Carrasco.

 

De: Maribel Carrasco
Dirección: Cristina D. Silveira

CON
Elena Rocha (la niña Jacinta)
Mamen Godoy
Jorge Barrantes
Iván Luis
Sergio Barquilla

EQUIPO ARTÍSTICO
Composición musical Álvaro Rodríguez Barroso
Diseño de espacio escénico La Nave del Duende
Diseño de iluminación David Pérez
Diseño de vestuario Patricio Luengo
Máscaras y atrezzo Chloé Julie Bucas
Coreografía Cristina D. Silveira
Videoescena Alexandre Carod, Félix Méndez y Alicia Casado

Realización de escenografía El Molino, La Nave del Duende y Antonio Ollero
Realización de vestuario Patricio Luengo y Myriam Cruz
Producción y dirección técnica David Pérez Hernando
Ayudante de dirección Ana García

Una producción de Karlik danza‐teatro, Teatro Español y Junta de Extremadura

RECOMENDADO A PARTIR DE 8 AÑOS

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