Carlos Sobera y Elisa Matilla en «Miles Gloriosus»
Horacio Otheguy Riveira.
Miles Gloriosus es una sátira original de Tito Maccio Plauto (Sarsina, Umbría; 254 a. C.–Roma, 184 a. C.), muy burlona hacia el héroe romano sobredimensionado en coraje y esplendor viril, amantísimo de cualquier mujer que se le cruce. La farsa en este tiempo, según esta versión del también intérprete Antonio Prieto, resulta demasiado simplona, poco y nada brillante, con buen elenco también escasamente potenciado, excepto a los personajes más destacados a cargo de Carlos Sobera, como el «divino» señor encantado de haberse conocido, secuestrador de una joven a la que tiene de esclava para todo servicio, fatalmente engañado con ayuda de una pícara Elisa Matilla en un conato de seducción disparatado. Sobera se ríe de sí mismo en la piel de un personaje que empieza cantando el chotis de Agustín Lara sobre Madrid, firmemente adaptado a la comedia que se va a representar, luego bajará varias veces la escalerita que le lleva al patio de butacas para divertirse lo suyo con algunos espectadores que a su vez le festejan. Elisa Matilla juega una baza muy histriónica en una especie de Celestina pasada de rosca, muy graciosa…
Miles es un prototipo de hombre que nos resulta muy familiar. Dejando de lado su condición de militar, invicto por supuesto, es un cantamañanas a todo tren; un tipo empoderado, fanfarrón, pagado de sí mismo, narcisista y obsesionado por el sexo, como triunfador absoluto que se lleva a todas de calle; caricatura de un donjuan de tiempos de esplendor romano, en manos de un autor satírico, a menudo representado en España, a través de versiones de irregular resultado, pero con logros muy altos en algunos casos (por ejemplo, La comedia de las mentiras). Cree firmemente que todas las mujeres le adoran, y a todas las mujeres pretende. Vive en Éfeso junto a Cornelia, una bella princesa que piensa que bebe los vientos por él, olvidando el pequeño detalle de que la tiene secuestrada.
El criado de Miles, nuestro querido Geta, harto como está de tener amo y de que ese amo sea precisamente Miles, decide ayudar a la bella Cornelia a reencontrarse con su verdadero amor, que no es otro que Plenilunio, una joyita que toda madre querría para su hija. Pero Geta quiere más, y se dispone a urdir un brillante plan para dar un escarmiento al Militar aprovechando la obsesión de éste por el sexo. En el camino, Geta hallará la ayuda de sus vecinos que también ansían escarmentar al Militar. Y el militar…Ay, el Militar…, ¿qué encontrará?…
La puesta en escena resulta muy pobre en escenografía y vestuario, monocorde en los gags y muy poco imaginativa. No se ve el talento demostrado en muchas otras ocasiones por el director Pep Antón Gómez, en obras tan divertidas como La comedia de las mentiras, El eunuco o Asesinos todos.
Intérpretes: Carlos Sobera, Ángel Pardo, Elisa Matilla, Elena Ballesteros, Juanjo Cucalón, David Tortosa, Antonio Prieto, Arianna Aragón
Autor: Plauto
Director: Pep Antón Gómez
Versión: Antonio Prieto
Diseño de escenografía: Alejandro Contreras
Diseño de iluminación: Miguel Ángel Camacho
Diseño de vestuario: Ana Ramos
Caracterización: Lolita Gómez
Composición musical original: Mariano Marín
Producción: Festival de Teatro Clásico de Mérida y Arequipa Producciones