LOS PIES FRÍOS de Beatriz García Guirado Asesinos, sectas y lirismo oscuro
Esta novela no se lee: se entra en ella, como quien se adentra en un páramo desconocido, se atraviesa y se trata de salir de ella indemne. Porque es un hueco de palabras, un aullido, un zumbido. Con un lenguaje brillante, cáustico y feroz Beatriz García Guirado nos hace recorrer una América profunda, entre la pesadilla y el delirio, habitada por asesinos, locos, visionarios y miembros de sectas. Hay en esta novela, de estilo electrizante, un relato. O varios. Pero quizá eso sea lo de menos. Porque está narrada por medio de fogonazos, episodios independientes que lentamente se conectan y conforman el cuadro general. Como si hubiese sido escrita a base de pálpitos e intuiciones. La prosa de García Guirado está poseída por un lirismo oscuro que bascula entre lo obsceno y lo profundo, y que paradójicamente encuentra su equilibrio entre las heces de un sórdido mundo y una escritura de belleza enfermiza. Los pies fríos es un libro que se desparrama, corrosivo y al mismo tiempo honesto en la forma que ha sido concebido.
Las voces, los hechos y los tiempos, como en una Comala postindustrial, se confunden; pero a medida que avanzamos van cobrando sentido. Harry Butterfly Santana es un asesino condenado que, desde el corredor de la muerte, narra, evoca su pasado y lo revive. En las visitas que a lo largo de dos décadas recibe de varias personas, entre ellas su hija o la exagente de policía, Olivia Wendley, se produce la evocación de su oscuro pasado. Un incendio mortal, una huida, la vida dentro de una secta. Crímenes y música. Contacto con la locura o con un demonio que le incita a materializar actos violentos. Los recuerdos se funden con imágenes de pesadillas, símbolos y fragmentos que, ante el lector, se dibujan como instantáneas de una suerte de película de terror rural. Por otra parte leemos fragmentos de La noche del Alacrán, una crónica escrita por Gabe Benson; episodios que narran con estilo periodístico los nefandos acontecimientos que tuvieron lugar en torno al crimen.
Porque, como decimos, Los pies fríos está construida con imágenes, con esquirlas de una historia. Una historia desgarradora y de un realismo atroz, pero vertebrada por una fantasía cósmica y siniestra. Con la economía de una narradora que, desde dentro, nos hace enredarnos en el piélago de la ficción. A diferencia de otros novelistas que nos explican una historia y la escriben desde “afuera”, García Guirado se adentra en su narración y desde el núcleo nos vomita las partes y así, el lector, deberá reconstruirla.
Estamos ante un wéstern gótico y sobrenatural. Con ecos de Cormac McCarthy, los hermanos Cohen, Donald Ray Pollock y Rafael Pinedo. Como si Tarantino quisiese imitar a Lynch escribiendo con la prosa de una Virginia Wolf poseída por el Anticristo. Una novela deliciosa.