Vía del Corno en Florencia, “Crónica de los pobres amantes”
UNA CALLE, UN LIBRO
Vía del Corno en Florencia, “Crónica de los pobres amantes”
Antonio Costa Gómez
Buscamos el callejón Vía del Corno, un callejón muy pequeño que salé detrás del Palazzo Vecchio. Allí se desarrolla la novela “Crónicas de pobres amantes” de Vasco Pratolini y una placa lo recuerda. Vimos la sencillez y los detalles sugestivos del callejón. Vimos las puertas con arcos de piedra toscos encima, los altarcillos en las esquinas, la casa con unos escalones en piedra brava. Las ventanas de madera verde que abrían hacia afuera, las casas pintadas de color siena. A un lado desembocaba la calle del Parloteo con sus casas sujetas por batientes en diagonal.
Allí en la novela vivían parejas de amantes pobres que se descubrían y luchaban contra los problemas. El herrero Maciste sale con Margarita, a Maciste lo matan los fascistas escapando en moto después de salvar a un filósofo. Las cuatro chicas a las que llaman los Ángeles Custodios ven sus novios casi adolescentes, se van descubriendo en discusiones y contratiempos. El obrero muere de una paliza de los fascistas en el hospital y mientras se muere aconseja a su novia que siga viviendo y se líe con su amigo. La chica que piensa en suicidarse, pero y descubre que la vida vale la pena en un paseo en bicicleta con un antiguo amigo junto al Arno. La Señora arrogante tiene un amor lésbico y se vuelve loca en el balcón.
Pratolini nos acerca toda la vida de esa calle en un estilo sencillo y vivo, escribe en presente para ponernos delante las escenas, se da de bruces con el tiempo, nos coloca las tragedias y el vivir imparable. Nos regala un lirismo sin empalago y un asombrarse con todo. Nos da ese callejón inolvidable que para unos amantes es como la Quinta Avenida de Nueva York.
Foto: Consuelo de Arco