‘Malestamos’, cuando estar mal es un problema colectivo
REDACCIÓN.
El «estamos mal» colectivo del que hablan los autores de Malestamos, Javier Padilla y Marta Carmona, tiene mucho que ver con la incapacidad de imaginar un futuro que sea realizable y deseable, con el acceso a derechos y seguridad material, y con la falta de certezas o con el reflejo que nos sale al pensar que lo que venga será siempre peor.
Vivimos en sociedades que hablan de salud mental pero que, en realidad, remiten a un conjunto de conceptos entremezclados: desesperanza, agotamiento, falta de expectativas, tristeza, incertidumbre, estrés, preocupación o dificultad para saber cuándo se acabará ese sentimiento.
Ante esto, la primera pulsión de la sociedad parece ser la patologización de ese malestar, ya sea por la vía de la terapia o del psicofármaco, es decir, individual. Una opción alternativa, pero igualmente frecuente en ciertos ámbitos, es la negación de la singularidad del sufrimiento y la llamada a la politización como respuesta única posible.
Malestamos intenta dar forma al concepto de malestar tirando de los hilos que conforman su causalidad. Los autores se adentran en algunos de los grandes falsos dilemas a los que nos enfrentamos cuando hablamos de padecimiento psíquico y señalan que la solución al malestar de todas no puede pasar por soluciones para unas pocas.
La salida de esta situación generalizada de desesperanza alude de forma directa a intervenciones en el ámbito del trabajo, de las posibilidades de subsistencia y la ampliación de derechos vinculados a los valores posmateriales (autonomía, libertad de expresión, desarrollo de la democracia…) que son los que permiten pensar en la conquista del futuro.
«No basta con sacar del cráneo el concepto del malestar, sino que también hay que jugar otra partida: la de eludir el riesgo de medicalización y alcanzar el potencial de politización. Cuando pensemos en los determinantes sociales de estar mal, hay que hacerlo teniendo en cuenta que no estamos diseñando un check-list que nos guiará hacia el ítem final, sino que estamos tirando de diferentes hilos que se juntan para tejer un concepto complejo que sin uno de esos hilos no estará completo», Javier Padilla y Marta Carmona.