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Laura Mas: » ‘Olimpia’ fue una gran mujer en la sombra»

PILAR M. MANZANARES.

Macedonia, año 357 a.C. La joven princesa de Epiro, Mírtale, se instala en el palacio de Pela tras su matrimonio con Filipo, rey de Macedonia. Un año más tarde, dará a luz a un niño y cambiará su nombre por el de Olimpia, iniciando así una etapa en la que su máxima prioridad será la supervivencia de su dinastía. Olimpia (ed. Espasa) es la apasionante historia de la madre de Alejandro Magno, el conquistador convertido en mito. Laura Mas (Las Palmas de Gran Canaria, 1989) es periodista y escritora. En 2020 publicó su primera novela, La maestra de Sócrates (ed. Espasa), por la que estuvo nominada en la categoría «Mejor autor novel» de los XI Premios de Literatura Histórica Hislibris.

  • ¿De dónde surge la idea de Olimpia?

Olimpia surge de la manera más inesperada, enamorándome de esta mujer poderosa al dar con ella. Fue, prácticamente, amor a primera vista. Como apasionada de la Antigua Grecia, suelo leer textos sobre ese período histórico y me sorprendió la poca atención que había recibido Olimpia, madre de Alejandro Magno. Plutarco nos narra que Olimpia tuvo un sueño profético en el que supo que el verdadero padre de su hijo iba a ser Zeus. Una noche, Zeus adoptó forma de serpiente y yació con ella para plantar su semilla. Todos estos elementos crearon imágenes en mi mente muy potentes y sentí la necesidad de novelar buena parte de la vida de Olimpia: desde que se casó con Filipo, rey de Macedonia, hasta la muerte de su hijo Alejandro en Babilonia.

  • Segundo libro, tras La maestra de Sócrates, que se enmarca en un contexto histórico. ¿Acaso cualquier tiempo pasado fue mejor?

No creo que cualquier tiempo pasado fuese mejor. De hecho, en ese siglo IV a.C. en el que se sitúa mi novela las mujeres estaban completamente silenciadas. Incluso ser la esposa de un rey, como era el caso de Olimpia, no te daba demasiados derechos. La vida de las mujeres se limitaba al ámbito doméstico, aunque es cierto que reinas como Olimpia tuvieron un papel muy destacado en la religión, que en aquellos tiempos estaba tan presente como el aire que respiraban. A mí me fascina la Antigua Grecia porque fue cuna de la civilización occidental. Ese período nos conforma y me interesa recorrer esos caminos, trasladarme a esos tiempos donde todo empezaba a florecer.

  • ¿Qué dificultades has tenido a la hora de enfrentarte a la creación de este libro?

En el caso de esta segunda novela, la narración en primera persona ha sido el reto más difícil. Ha requerido meterme por completo en la piel de Olimpia, una mujer con muchas aristas, con luces y sombras, que fue muy ambiciosa y que cosechó grandes triunfos, pero también grandes derrotas. Su vida no fue nada fácil. Provenía de Epiro, reino vecino de Macedonia, y su condición de extranjera generó el rechazo de algunos miembros de la corte al casarse con Filipo. Además, había mucha rivalidad con las otras esposas del rey: aquellas que habían tenido un hijo varón aspiraban a que este acabase heredando el trono de Macedonia. Olimpia luchó para que Alejandro ocupase ese puesto y lo acabó consiguiendo. Su mayor cometido era alzar su dinastía a la gloria.

  • Una vez más, la protagonista es una mujer cuya fuerza y carisma son indiscutibles. ¿Siguen faltando referentes así en la literatura?

Desde luego. Existen mujeres muy destacadas en la Historia que todavía no han tenido el espacio que merecen. Afortunadamente, estamos dando pasos hacia adelante, pero todavía hay demasiadas mujeres ahogadas en el olvido.

  • ¿Fue Olimpia una gran mujer en la sombra o tuvo el trato merecido?

Olimpia fue, claramente, una gran mujer en la sombra. Ninguna mujer recibía un buen trato en aquella época porque su papel en la sociedad se limitaba a engendrar varones y cuidar del hogar. No obstante, algunas mujeres, como las que pertenecían a la nobleza o la aristocracia, gozaban de más privilegios. Olimpia se ganó el favor de algunos miembros de su corte y supo jugar muy bien sus cartas, a pesar de la pesada losa que cargaba por su condición de mujer.

  • ¿Ha ensombrecido la Historia el papel de muchas mujeres deliberadamente?

Sin duda. La Historia ha tachado a muchas mujeres de brujas, hechiceras y harpías, entre otros de descalificativos, porque no era concebible que destacasen desmarcándose del camino que las silenciaba.

  • ¿Cómo ha sido el proceso de investigación? ¿Con qué datos que desconocías te has encontrado?

Olimpia llegó a mi vida siendo una completa desconocida. Mi mente albergaba la imagen de Angelina Jolie encarnando a esta mujer en la película Alejandro Magno que dirigió Oliver Stone y, francamente, poco tiene que ver con la Olimpia que descubrí a lo largo del proceso de documentación. Existen testimonios antiguos que distorsionan su figura y, como en tantos otros casos, Olimpia fue denostada por la Historia. Por suerte, pude leer libros que arrojan luz y definen a una mujer muy humana, fuerte, pero a la vez frágil; en definitiva: compleja. Especialmente, el ensayo biográfico La reina de los cuatro nombres de Juan Carlos Chirinos fue de gran ayuda a la hora de recabar datos sobre ella. El proceso de documentación siempre es arduo, pero yo lo disfruto muchísimo, tal vez porque soy periodista.

  • ¿Siguen existiendo “Olimpias” actualmente?

Olimpia fue una mujer que se sintió abandonada y traicionada por su esposo. Pero también tuvo mucho carácter y sus objetivos bien claros hasta el fin de sus días. Su vida era un constante baile entre el dolor y la gloria. En ese aspecto, creo que el mundo está lleno de Olimpias que deben batallar a diario.

  • ¿Quién sería para ti una “Olimpia” hoy en día? ¿Por qué?

Es una pregunta francamente complicada. Olimpia solo hubo una y tenemos que entender que le tocó vivir una época en la que muchos valores y actitudes distan de los actuales. Como madre de un futuro rey, estuvo dispuesta a todo para conseguir que su hijo accediese al trono. Olimpia, en ese aspecto, no conocía los límites en una corte en la que su propia vida estaba en peligro.

  • ¿Próximos proyectos que tengas entre manos?

Mi mirada está puesta en una tercera novela, pero me estoy dando tiempo para barajar y madurar distintas opciones e ideas. También escribo poesía desde hace años y actualmente estoy dándole forma a un poemario.

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