“El ir de Nansen”, de Norberto García Hernanz
Por Jesús Cárdenas.
Norberto García Hernanz nos presenta su séptimo poemario titulado El ir de Nansen (Los Libros del Mississippi), en una clara incursión dentro del mundo de la aventura y la exploración.
Pero no es mero pasatiempo descriptivo de ese acontecimiento real que fue el intento de llegar por primera vez el noruego Fridtjof Nansen, con otros once paisanos, al Polo Norte, sino viaje introspectivo donde el autor pone en boca de Nansen, consideraciones sobre la importancia de ir a los lugares y avanzar en la vida sin importar en exceso el regreso y relativizando también la importancia de la consecución de los objetivos.
La idea de Nansen, que Norberto García Hernanz hace propia, es la de convertir los aparentes fracasos, en éxitos de valor preeminente, como son: la supervivencia, la solidaridad o la satisfacción de celebrar cada instante como único, en el trayecto que la vida nos permite visitar.
El poema necesita de un temblor o de un seísmo. El sujeto va en busca de un deslumbramiento, de una revelación que, tal vez, soporte lo doméstico, la pesada rutina de la realidad. Así podría también entenderse este desdoblamiento del sujeto poético con el fin de que los lectores seamos sus confidentes, sus compañeros de viaje. De este modo se nos muestra en el poema “Viajes”: “Muévete cuanto antes / en cualquier dirección, amigo, / porque sin eventos las cosas se desvanecen”.
De eso fue capaz de darse cuenta Nansen según la idea del autor del poemario y eso le permitió no solamente ser un viajero feliz a pesar de todas las contrariedades padecidas sino, a lo largo de su vida, merecer reconocimientos como el premio Nobel de la Paz en 1922, hecho del que ahora se celebran los cien años.
La propia experiencia posee los ingredientes de los sentidos pero el juego interior termina deslizándose imágenes inesperadas. En el discurso poético de García Hernanz no hay miedo a la derrota, porque ya viene derrotado el poeta. El hecho de aceptar que la poesía es una derrota preconcebida puede hallarse en autores tan lejanos como Juan Gelman, Ángel González o Walt Whitman. Sobre la necesidad de la derrota hablaba la genial Guadalupe Grande. En el poema “Singladura” lo hace Norberto: “Cada vez que leves anclas, por eso, / verás tatuado el perdón en tu frente / y en los labios temblorosos el derecho a la derrota”.
Del estilo de García Herranz puede afirmarse que, con respecto libros anteriores como Indefensa certidumbre, Nuevos mapas interiores, SÉ – Itinerario de una despedida, De esta viva realidad…, va aumentando un deseo por dejar el poema contenido, breve, sugerente, con todas sus aristas visibles. Los versos nos ofrecen la claridad. También profundidad, un espacio mágico donde se conjuga realidad e ilusión. Esa sensación de calma y sosiego es lograda después de la depuración pertinente. Los versos de esta última entrega lírica nos invitan a la reflexión, e igualmente a perseguir la vida, a seguir dando pasos, equivocados o no, nuestros al cabo. Poesía confidente, cercana y comunicativa. Lo intuimos en “Voluntad”: “Lo que los días de mi requieren / que, amigo del existir, ofrezco”. Búsqueda, claridad y hondura son cualidades presentes en la poesía de nuestro poeta, que nos recuerdan versos de Claudio Rodríguez o José Agustín Goytisolo, entre otros.
Según el propio autor, este poemario, fue elaborándose lentamente, con la inspiración de este viaje fantástico y de esta vida singular, pero también debe parte de su concreción a otros dos poemarios previos que, siendo considerablemente distintos, tienen el nexo común de la aventura y la exploración y a cuyos autores Norberto conoce. Uno es El reloj de Mallory de Daviz Hernandez Sevillano y otro Los perros de Shackleton de Ben Clark, a quien Norberto agradece sobremanera haya tenido a bien prologar el poemario que aquí presentamos.
Deseamos mucho éxito a esta aventura literaria de El ir de Nansen y que sea leído y acogido por el público como merece el empeño y esfuerzo que ha realizado el autor para que llegue a sus manos.
El ir de Nansen
Norberto García Hernanz
Los libros del Mississippi
2022