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«Becket», de Jean Anouilh en el cine con Richard Burton y Peter O´Toole

Horacio Otheguy Riveira.

El poeta y dramaturgo británico T.S. Eliot escribió sobre el martirio de Becket en Asesinato en la catedral, y se estrenó en París, en 1945: una visión densa, más bien un poema para el teatro carente de acción, muy rica en testimonial católico frente al desbordamiento de la amoralidad de los personajes, el mismo arzobispo convertido uno de ellos en el pasado. En realidad es una exaltación poética del héroe creyente que asume la rebelión ante el abuso de poder político.

Los hechos reales ocurrieron en 1170. Jean Anouilh, tras una larga y polémica carrera como dramaturgo, estrena en 1959 con gran éxito su propia versión en la que destaca la apasionada amistad de dos jóvenes: un príncipe y un seglar, ambos enamorados de los placeres que les llegan en un ambiente de absoluta libertad: mujeres, alcohol, amoralidad total, hasta que el aristócrata ha de asumir como rey y nombra a su gran amigo, nada menos que Arzobispo de Canterbury.

Sin duda, entre ambos hay una relación profunda, una amistad muy parecida al amor, como todas las grandes amistades que no necesitan volcarse en una intimidad sexual, aunque les llegue a unir cierta corriente sexual arrolladora de dependencia. Y es el rey Enrique II, ya padre de familia, el que adora a quien entronizó como figura eclesiástica poderosa, y por tanto mal, muy mal, lleva que Becket se tome en serio su papel y defienda el papel independiente de la Iglesia que representa.

El trágico final no tiene marcha atrás, y el drama de Anouilh, como la película empieza por el autocastigo del rey que se azota por haber ordenado el asesinato de su Ilustrísima en la magnífica Catedral que ocupaba con su costosas y significativas ropas. El aporte del autor, frente a la interpretación de Eliot, radica en el tormento del rey por tener que ajusticiar a su adorado amigo, una tragedia que le impedirá continuar viviendo como lo hacía: nada, absolutamente nada, le permitirá alcanzar alguna clase de placer… ni mucho menos alguna clase de paz.

El director Peter Glenville disfrutó mucho de la generosidad con que los intérpretes se volcaron en toda la realización. La película gozó de gran éxito. Peter O´Toole venía de triunfar en Lawrence de Arabia, y no defraudó con su creación del rey Enrique II de Inglaterra.

Dos actores con amplia experiencia en cine y teatro, de estilos y formación muy distintos, se han unido por única vez para ocuparse de dos personajes de gran impacto. Tanto en la primera parte, cuando son locos de amor por cuanta falda encuentran en el camino, dichosamente borrachos casi siempre (unidos en la dipsomanía intérpretes y personajes), esta creación les permitió revelar algunas de sus muchas posibilidades creativas, ambos muy carismáticos y primeras figuras de éxito y prestigio mundiales. Richard Burton falleció en 1984 con solo 58 años, víctima de una hemorragia cerebral. Peter O´Toole nos dejó a los 81, arrasado por un cáncer de estómago. Trabajó como secundario de lujo o protagonista en varias series y películas hasta 2011. En .

 

 

Premios

1964: Oscar: Mejor guion adaptado. 12 nominaciones
1964: Globos de Oro: Mejor película y Actor Drama (Peter O’Toole). 5 nominaciones
1964: Premios BAFTA: Mejor Fotografía, dirección artística y vestuario. 7 nom.
1964: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1964: Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guion drama
1964: National Board of Review: Mejor película
1964: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor guion

La producción original de Broadway se estrenó el 5 de octubre de 1960 en la San James Theatre en una producción de David Merrick, dirigida por Peter Glenville y protagonizada por Laurence Olivier (foto) como Tomás Becket y Anthony Quinn como el rey Enrique II. La producción fue nominada para cinco Premios Tony y ganó cuatro, incluyendo el de mejor obra. Con posterioridad Arthur Kennedy sustituyó a Quinn.

En Londres la producción se estrenó en el Aldwych Theatre el 11 de julio de 1961, dirigida por Peter Hall de la Royal Shakespeare Company. Eric Porter interpretó a Becket y Christopher Plummer al Rey, con Gwen Frangcon-Davies, Peter Jeffrey, Diana Rigg, Ian Holm y Roy Dotrice en el reparto.

En Madrid la obra se estrenó en el Teatro Español, el 17 de febrero de 1962 con dirección de José Tamayo en una gran producción que respetó las compleja exigencias del texto original. Contó con dos protagonistas de excepción: Francisco Rabal (Enrique II), Fernando Rey (Beckett) —fotos—, con gran elenco: Antonio Gandía, Gregorio Díaz Valero, José Codoñer, José Guijarro, María Saavedra, Manuel Tejela, Antonio Soto, Ricardo Merino, Ramón Centenero, Santiago Barés, Tomás Simón, Rafael Guerrero, María Antonieta Hernández, Manuel González, Luis Alberto Piay, Pilar Bienert, María Isabel Pallarés, Juan Antonio Lominchar, Francisco Carrasco, Luis Arija, Francisco Guijar, José Santoncha, José Martín, José Sepúlveda, Juan de Amézaga y Juan Ocaña.

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