‘El fin de la soledad’, de Benedict Wells
REDACCIÓN.
Al despertar de un accidente de moto en 2014, sin saber siquiera dónde da con sus huesos, asiste, postrado aún en su lecho, a la proyección de los recuerdos que su intacta memoria le sirve en bandeja a modo de premonitoria advertencia. Tan apresurada retrospectiva no parece ser producto de la necesidad acuciante que le asalta al recuperar la consciencia, sino que pronto advertimos que revivir su pasado e imaginar un presente alternativo son las dos grandes obsesiones que le han acompañado a lo largo de su vida.
Después de que sus padres pierdan la vida en un accidente automovilístico, Jules y sus hermanos son enviados a un internado donde se le impide convivir y crecer junto a sus hermanos. Creyéndose predestinado a tener una vida diferente, no puede evitar que el recuerdo de todo lo anterior al accidente se cierna sin remedio sobre el resto de sus días para aliviar el amargo desconsuelo. La irrupción en escena de Alva, alma gemela también en sus propias angustias, y víctima también de una dolorosa pérdida, parece por fin anunciar la promesa del eclipse a lo sufrido por ambos, pero de nuevo el destino parece interponerse en su camino y privarles de esa oportunidad. Y es precisamente el refugiarse en la memoria y evocar los sueños no vividos, lo que le permite sobrevivir a esta dolorosa, aunque no definitiva, separación…
Wells nos ofrece una meditación deslumbrante sobre el sanador poder de nuestros recuerdos, de lo que se puede perder y lo que nunca, con ayuda de la imaginación, podemos consentir que se desvanezca en la memoria.
A El fin de la soledad, alabada por la crítica internacional, así como por los jueces que conforman el jurado del Premio Internacional de Literatura Europea, le fue concedido el galardón en 2016 por la destreza de Benedict Wells para manejar una compleja trama cargada de elementos dramáticos sin caer en la grandilocuencia o el alarde sentimental, para tejer una historia que es a un tiempo melancólica y luminosa.
- El autor
Benedict Wells (Múnich, 1984) es novelista. Tras su graduación en el instituto se mudó a Berlín, donde decidió que perseguiría su sueño de convertirse en escritor en vez de ir a la universidad. Sus primeras novelas atrajeron muy pronto la atención del público y la crítica, pero no fue hasta la publicación de El fin de la soledad, merecedora, entre muchos otros, del Premio de Literatura de la Unión Europea y su traducción a más de una treintena de idiomas, cuando se vio confirmado en el panorama internacional como una de las voces jóvenes con más proyección del momento. Lleva vendidos más de un millón de ejemplares en su Alemania natal. Después de vivir varios años en Barcelona, ahora vive en Zúric