Macadanza y Medea en un espectáculo grandioso de la Compañía Antonio Márquez
Por Horacio Otheguy Riveira
Dos magníficas horas de música y danza desde el minuto cero con un bailarín en el centro del escenario para dar paso a la presentación de todo el ballet. Conjunto y solos admirables con una puesta en escena de continuo crecimiento, sin desmayos ni florituras innecesarias: técnica depurada con un concepto de representación total.
Las calidades de las partes que componen esta muy ambiciosa producción generan una sensación de estar en una nube de disfrute sensorial. Sin palabras, todo parece estar poblado de ellas, pues el lenguaje de estas mujeres y hombres resulta sumamente expresivo hasta en los mínimos detalles, sus rostros como cada músculo, zapateado y castañuelas… un núcleo de armonía con una conmovedora capacidad energética. Se empatiza con ellos a tal punto que nos rendimos ante el trabajo durísimo de sus entrenamientos para dar cobijo a esta expresión artística extraordinaria.
Primera parte, MACADANZA: una energía desbordante con música de Saint-Saëns y el Bolero de Ravel. Algo grande, delicioso, envolvente, con un vestuario muy colorido con diseño y realización de Tania Bakunova, bajo un diseño de iluminación de José Osuna muy exigente y precioso con oscuros y brillos al compás del arte fabuloso de los bailarines.
Segunda parte: la tragedia de Medea, según guion de Miguel Narros sobre la obra de Séneca, y música de Manolo Sanlúcar: un estreno de 2005 que recorrió mundo ante públicos entusiastas. Y no es para menos, ya que el altísimo nivel de esta Compañía compone la tragedia con un vigoroso encuentro entre el teatro y la danza, creando emocionante recorrido con una Medea superlativa en Helena Martín, artista invitada en la Compañía Antonio Márquez. La expresión de amor y odio de su rostro adquiere una intensidad asombrosa, pues exhibe variedad de emociones desde la mirada al recorrido fabuloso de todo su cuerpo. A su lado, toda la Compañía brilla con luz propia, mientras los coprotagonistas dan de sí el lado tragicómico de los hombres vencidos por una mujer abandonada: Antonio Márquez como Jasón, y Luis Ortega como Creonte.
DEL 1 DE JULIO AL 7 DE AGOSTO. TEATRO edp GRAN VÍA
Maravillosa y creo inmejorable la actuación de toda la compañía. Asistí el Sábado 9 de Julio 2022 y fué una experiencia maravillosa. ENHORABUENA.