“Canciones para Pau Donés”, de Kepa Murua
Por Isabel Alamar.
El libro de Kepa Murua publicado en El Desvelo Ediciones (2022) es de reconocimiento y homenaje para un gran artista como, sin duda, fue Pau Donés, creador de canciones inolvidables como “Humo”o “Eso que tú me das”, que forman parte de nuestro acervo cultural.
Estas Canciones para Pau Donés escritas por Murua oscilan entre la canción y el poema; aunque acaso sea lo mismo. Son sencillas, ligeras y nos sumergen en un universo fértil de sentimientos.
Por esas casualidades extrañas que a veces tiene el destino, Kepa Murua escuchó la letra de la canción “Humo”, y supo de la enfermedad que padecía Pau Donés (que afrontó y llevó con entereza y valentía) justo en el momento en que él estaba acompañando a su mejor amigo por un proceso similar, lo que propició que ambos pudieran hablarlo abiertamente.
A través de la lectura de este cancionero-poemario, nos adentraremos siguiendo la voz del poeta en el terreno del dolor, de la pérdida: “No te vayas, como el otoño, / inesperadamente. / Como la luz que se extingue/ por la noche, no lo hagas”. No obstante, seremos capaces de transitar por esos lares con pasos firmes y luminosos, repletos de aceptación y esperanza: “No te enfades por lo que nos pasa. / Tengo miedo, pero estás a mi lado. / Siento dolor, pero me acompañas”. Y es que el poeta en más de una ocasión se pondrá en la piel de su mejor amigo, de un ser querido y cercano y hasta en la propia piel de Pau Donés, imaginando lo que este querría para su hija, haciéndonos partícipes de su tránsito: “Vi lo que tenía que ver. / Me falta ver cómo creces, / como una flor en el campo, libre”.
Pese a las sombras que cualquier situación pueda tener, y más si cabe la muerte, el mensaje de esta obra es optimista, ya que nos invita a aceptar la vida tal y como viene, y sin renunciar a nada, para que pueda sabernos a más, gracias a esa extraordinaria capacidad que tiene de improvisación, misterio, riesgo, sorpresa… y, por supuesto, de emoción.
De hecho, en una estrofa marcada por la sinceridad extrema el poeta nos confesará: “Ser poeta sin pretenderlo, / navegar sin ser marinero, / cantar sin ser Jagger, /siempre con una sonrisa”. Revitalizando el “carpe diem”. Por otra parte, como vemos aquí y en otros versos la música aparece de una manera o de otra reflejada siempre en cada poema, a veces con referencias explícitas a importantes cantantes como Jagger, Atahualpa Yupanqui, Sinatra y muchos más.
Pero antes de llegar a su fin, el libro nos sigue guardando una sorpresa. Murua se sincerará al máximo haciendo hincapié en lo que de un modo u otro es importante y, por ello, siempre sobrevive, es lo que queda, y ni siquiera la muerte es capaz de arrebatarnos: “Queda lo que no se olvida: / abrazo antes de la herida, / lo que se escribió un día / para que permanezca”. O estos apoteósicos versos finales que tienen algo de premonitorio: “Solo tú ante mi final / y yo ante tu comienzo”, dado que la vida es un continuum, en el que todos estamos conectados, aunque no sepamos a veces, y eso es parte de su encanto, ni cómo ni por qué.
El volumen está constituido por una treintena larga de poemas escritos desde la serenidad, que captan con soltura y precisión, quizás como nunca Murua había logrado antes con tanta efectividad, tanto la vida como la muerte. Versos balsámicos que con tono confidencial constantemente nos apelan y reclaman nuestra complicidad como lectores. Preguntas, reflexiones hechas con un ritmo suave que rezuman belleza e indagación. Y por si faltará poco, estas Canciones para Pau Donés cuentan con un esclarecedor prólogo de la mano de Ángela Mallén y una carátula, diseñada por Victoria O’May, que es una sencilla imagen llena de sugerencias: a través de sus líneas azules que bien pudieran ser hilos, olas, párrafos o pentagramas abiertos nos propone navegar con total libertad por esta escritura tan musical.
Magnifica reseña. Enhorabuena. Un abrazo grande