Amanda Ríos: El conflicto en “Desaparecidos” está en interpretar a una persona que realiza un trabajo tan delicado y sin embargo sabe poner un límite emocional.
Por Elizabeth Salvatierra. Dicen que los comienzos en casi todo, es esa chispa de luz que da vida a todo lo demás que está por llegar, y hay mucho de frescura y buenos comienzos en Amanda Ríos, no viene de una familia de actores pero tuvo muy claro desde muy joven que quería ser actriz, en “Desaparecidos” da vida a una mujer policía que va más allá del uniforme y la pistola, mostrando su lado más humano. La actriz malagueña, escucha a Silvia Pérez Cruz, lee a Camila Sosa y no se pierde el podcast de “La Script”.
Amanda Ríos empezó en los escenarios con “El auto de los inocentes” de José Carlos Plaza, para luego interpretar a la joven policía Azahar García en “Desaparecidos”, serie que ha tenido que enfrentar los ratings de los realityshows tras su lanzamiento en Tele 5 y que actualmente, se emiten las dos temporadas en Amazon Prime con un interesante reparto donde figuran nombres como Juan Echanove, Elvira Mínguez, Michelle Calvó, Maxi Iglesias y Edgar Vittorino.
Amanda, ¿cómo decidiste que querías ser actriz?
Empecé muy jovenzuela, a raíz de la serie “7 vidas”, me llamó mucho la atención el formato de esta serie, en la cabecera se veía al público y era diferente a todo. Recuerdo que iba con mi madre en el coche y me preguntó si había pensado qué quería ser de mayor, y yo le dije que quería hacer lo que esa gente en la serie, y ella me dijo, “entonces, quieres ser actriz”, en ese momento yo ni sabía qué profesión era.
¿Cómo fue tu primer contacto con la actuación?
Había un amigo de la familia que es director de escena y estaba dando clases en ESADE, en Asturias, y él nos recomendó un taller de verano en “La Sala” de Málaga, para probar y ver cómo me sentía, cuando llegué allí, el que llevaba el taller, también era estudiante de dirección de escena, entonces fue cuando me enamoré del teatro y la interpretación, aprendí de las obras de Tennessee Williams, Jean Cocteau, Strindberg, Lorca, claro, empezar así era increíble. Yo me apunté los nombres y los títulos de las obras para empezar a leer. Salí fascinada.
¿Qué edad tenías?
Tenía 12 o 13 años.
¿Qué opinas de los jóvenes que no saben qué profesión elegir?
Me parece un tema muy complicado, yo me acuerdo cuando estaba estudiando bachiller, una amiga mía, me dijo que me envidiaba porque yo siempre he tenido claro lo que quiero hacer, pero ella no; en ese momento se me cayó una ficha, que de repente no sepas qué camino seguir. A veces, la respuesta la tienes que buscar probando, viviendo, haciendo cosas que te llamen la atención.
¿Una actriz nace o se hace?
Pues la verdad, creo que ambas… mira, yo escucho “La Script”, un programa donde muchas actrices cuentan su experiencia, el otro día hablaba Ingrid García-Jonsson, contó que llegó a ser actriz ya de mayor, porque de pequeña le llaman la atención otras cosas, como la pintura. Creo que uno no sabe cuándo va a descubrir su verdadera pasión en la vida, hay gente que puede que llegue a la universidad y contacte con un taller de teatro y se decida finalmente por la actuación.
Háblanos sobre el proceso creativo de tu personaje en la serie ¿cómo trabajaste el papel de Azahar García?
Era la primera vez que hacía audiovisual y con un personaje de largo recorrido, al principio no sabía por dónde empezar, así que trabajé con una coach, con toda la información que nos iban dando, asesores de la policía, asociaciones que nos comentaban cómo era el mundo de esas familias, y con lo que teníamos de los guiones, fuimos construyendo el personaje; mi coach, Rocío Muñoz Cobo, me decía que lo más importante es vivir el proceso e ir descubriendo cómo es el personaje, que no se quede todo en un proceso mental sino ir experimentando con los compañeros, porque al final, los personajes los creas con los otros, las reacciones y lo que va sucediendo en la serie.
¿De qué forma evoluciona tu personaje en la serie?
En la primera temporada Azahar García, es el apoyo del grupo, es el personaje más joven y está aprendiendo, viendo si se quiere quedar en ese departamento. En la segunda temporada, ya está integrada en el grupo, conoce su trabajo y empieza a desarrollarlo sola, podremos ver hasta dónde llega Azahar, y no sólo en los casos que le dan para que los resuelva sino también en su vida personal.
¿Qué rescatas de trabajar con actores de la talla de Juan Echanove y Michelle Calvó?
Fue impresionante cuando me dieron los nombres de los compañeros de reparto, Elvira Mínguez que de muy jovencita la veía en pelis, Juan Echanove que ha estado toda la vida en televisión y en el cine, Chani Martin a quien no conocía y para mi, ha sido el gran hallazgo, además de Maxi Iglesias y Michelle Calvó que se les conoce más; lo que me encantó fue poder oír en los ensayos y en las lecturas de guion, todas las aportaciones que hacían, ha sido trabajar con toda esa experiencia y creatividad que tienen, y he intentado absorber todo lo que he podido.
¿Cuál ha sido la posición de los actores ante un tema social tan sensible, como las desapariciones?
Desde el principio de la serie, el equipo de actores supimos que íbamos a abordar un tema complicado y nos propusimos hacerlo con el mayor cariño posible y con mucho respeto. Cuando vinieron desde la policía y las asociaciones a asesorarnos, nos explicaban las cartas de las familias y anécdotas de casos reales para que viéramos la amplitud del asunto. Intentamos que fuera un grupo de polis muy humanos porque era lo que nos llegaba, gente que no es tanto de sacar la pistola sino que tiene que hablar con un padre, una madre, un amigo, un hermano o un abuelo, gente humana que tiene que atender a esa familia sin dejarse llevar por lo emocional; ése es el conflicto de la serie, interpretar a una persona que realiza un trabajo tan delicado y sin embargo, sabe poner un límite emocional, porque no puedes llevarte los problemas a casa, como un médico o un bombero.
Hacías teatro anteriormente y luego pasaste a la televisión, ¿lo que sigue, es el cine?
¡Ojalá! a mi me encantaría; en el teatro, cuando recibes el guion tenemos la historia al completo y sabes todo el recorrido; en la serie, te van llegando los guiones y vas construyendo con lo que va viniendo; y para mí, el cine tiene esa cosa que complementa, tienes el guion entero y puedes ver cual es el arco para trabajar, aunque cuando se graba la secuencia, vamos dando saltos, adelante o atrás porque no se graba en orden, y tener toda esa mezcla me gustaría mucho.
¿Cuál es el género de la actuación que te atrae más?
Siempre me llaman para hacer drama, pero me causa mucho respeto la comedia y tengo muchas ganas de hacerla.
Estás entre Málaga y Madrid ¿Cómo son tus fines de semana?
Si me voy a Málaga y estoy con mi familia siempre intento escaparme a la playa, cojo la bici y me doy una vuelta por el paseo marítimo, sino andando porque tengo un perrete y me gusta salir a dar un paseo con él, al final siempre termino en la arena mirando el mar. Y el fin de semana que estoy en Madrid, trato de ver a mis amigos y aprovecho para estar más social, el domingo por la tarde damos una vuelta o por la noche vamos a una obra de teatro.
“Las Malas”, me enganchó de una manera, lo empecé y lo devoraba, no quería dejarlo.
¿Qué instrumento serías según los acontecimientos de tu vida actual?
Qué buena pregunta, no lo había pensado. …Me ha venido algo como de aire, como una flauta travesera o algo así, fíjate que yo soy muy rocker y ahora lo que me viene es más fluido, creo que estoy en un momento de descubrir más cosas con proyectos por venir y me parece más como ir andando en el aire, ir fluyendo, a ver qué aparece.
¿Cuál ha sido el último concierto al que has ido?
En el Café Berlín, en un concierto de un grupo de funky.
¿Qué música escuchas a cualquier hora?
Oigo música muy variada, depende del momento, según me pilla el día me pongo flamenco, jazz o reguetón, cuando tengo que subir la energía o para hacer deporte; pero es verdad que siempre vuelvo a Silvia Pérez Cruz porque me hipnotiza, tiene una voz prodigiosa y bonita.
¿Qué película deberíamos ver?
“Cinco Lobitos” de Alauda Ruiz de Azúa, porque de verdad me ha parecido una maravilla, recientemente estamos teniendo directoras mujeres que están contando unas historias muy potentes.
¿Qué libro tienes en tu mesilla de noche y a qué escritora o escritor recomendarías?
Hay una escritora argentina que se llama Camila Sosa, que escribió “Las Malas”, me enganchó de una manera, lo empecé y lo devoraba, no quería dejarlo. Narra una historia parecida a la vida de La Veneno, trata sobre una chica trans y un grupo de amigas que cuentan sus experiencias con ella y cómo es su vida, en los momentos más duros de la vida o complicados es como si entrara un rayito de luz y eso lo describe de un modo, que me parece precioso. Es un libro que he recomendado a un montón de amigos.
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