Aventuras para niños, a partir de 8 años: Jack Mullet de los Siete Mares
Por Horacio Otheguy Riveira
Cristina Fernández Valls ha ganado el Premio SM El Barco de Vapor 2022 por Jack Mullet de los Siete Mares, «una novela exuberante, que retoma elementos de géneros clásicos de la literatura infantil y juvenil para dar lugar a una ficción nueva, sorprendente y fresca; por lo atractivo de su voz narrativa, con un discurso que mezcla la lucha por la autonomía personal con nuestra relación con la naturaleza».
Con estupendas ilustraciones de David Sierra Listón, Jack Mullet de los Siete Mares invita a entusiasmarse con aventuras imaginativas, propias de personajes de la misma edad que los lectores. Cristina Fernández Valls demuestra haber asimilado fehacientemente la maestría de los grandes creadores de este género, de manera que sus divertidos personajes con perfiles de buenas personas tienen una gran vitalidad.
La principal novedad es su protagonista, que rompe las expectativas convencionales. No más leer el título creemos estar ante un pirata como tantos pero en niño, un corsario dispuesto a todo, pero a poco que se mire, descubrimos que Jack Fullet es una niña. A la autora, muy entendida en estos legendarios avatares, le rondó el placer de dar la vuelta al clásico masculino, y para ella todo empezó al ubicarse en la mitología clásica donde las sirenas tienen cuerpo de mujer, pero ¿por qué no podíamos tener un sireno? Ante semejante panorama creó una historia solo en apariencia muy conocida en libros y películas, renovada según parámetros de nuestros tiempos, al fin alejados de tópicos que limitan el movimiento de las mujeres. Al menos en el ámbito cultural, por mucho que siga reñido en la vida social de determinados ambientes.
«[…] Estábamos a punto de ir a visitar a dos anguilas que habían dado calambres a un grupo de pulpos, cuando oímos un ruido tan fuerte que pensamos que una ballena había chocado con el acantilado. Todo el mar tembló. Las sardinas huyeron aterrorizadas hacia aguas más profundas y las quisquillas se quedaron quietas, paralizadas.
Subimos a la superficie. De la cima del volcán salía una columna de humo denso y gris. Una ola enorme nos empujó a la playa, casi hasta lo alto de las dunas. La ola borró todas nuestras huellas en la arena, unos dibujos que mi padre James había hecho para explicarme la diferencia entre proa y popa, y la letra de una canción pirata que mi padre John me había estado enseñando sobre naufragios, sirenas y monedas de oro. Mientras todavía daba vueltas dentro de la ola, también vi una lista de recolección que mi padre John debía de haber escrito por la mañana. Decía:
– berberechos
– vieiras
– queso fresco
A mi padre John le gusta escribir listas de recolección para que no se le olvide nada, así que la playa
siempre está llena de notas. Sus listas de recolección son así:
– tres cocos
– un racimo de bananas
– una langosta
– seis huevos de gaviota
O bien:
– liquen para ensalada
– sardinas
– lechuga de mar
– mejillones
O también:
– ¾ de litro de agua de papaya
– higos chumbos (que están buenísimos, pero hay que tener cuidado al pelarlos porque pinchan)
– caracoles terrestres
En cualquier caso, la ola borró todo lo que estaba en la arena, y cuando se retiró al mar, Kraken y yo nos
levantamos en una playa perfectamente limpia. Por un momento, pensé que la ola se habría llevado mi barco también. Pero no: aún estaba en las rocas. Mis padres
hicieron un buen trabajo cuando lo instalaron allí […]».
La novela, con 171 páginas, se publica en cartoné y rústica, cuenta con las ilustraciones de David Sierra, se edita en la Serie Naranja de El Barco de Vapor y va dirigida a niños a partir de 8 años.
Cristina Fernández Valls nació en Soria en 1983. A los siete años, sus padres la llevaron a vivir a Santander, donde se obsesionó con el mar.
En su cajón guarda tres títulos académicos. El de Arquitectura se lo sacó porque admiraba a Gaudí. Después, estudió Educación Infantil para que su trabajo incluyera contar chistes y hacer manualidades. Mientras hacía un curso de inglés para adultos, representó el papel de Teobaldo en la obra de teatro Romeo y Julieta y, al terminarlo, no pudo imaginarse su vida sin la pasión que traen los libros, así que siguió leyendo hasta que obtuvo un grado en Literatura.
Como desde la terraza de su casa tiene vistas al mar del Norte, a veces escribe en inglés. Algunos de sus poemas y relatos cortos han aparecido publicados en revistas y antologías literarias como Cuentamontes, Casa África, From Glasgow to Saturn, Flashfiction Review y The Independent London Short Story Prize.
«Desde el principio, quise crear una aventura divertida, pero, dentro de ese marco, me pareció importante reflexionar sobre los valores de la épica. Jack habla mucho de morir por honor, ser valiente y no llorar. Quizá lo valiente sea vivir de manera honrada y aceptar las emociones que sentimos».
«La amistad y la familia son temas centrales del libro. Los personajes son diferentes porque la variedad es lo que crea una sociedad viva. Si todos los personajes hubieran sido isleños, o fantasmas, o sirenas, la historia habría sido otra. Sin embargo, en el fondo, todos son similares: todos necesitan amigos, ser queridos, un hogar… En definitiva, cuando aceptamos a personas que son un poco diferentes a nosotros (porque el origen, el color de piel o el género no nos hacen muy diferentes como seres humanos), ganamos en experiencia y conocimiento».