El TeatroscopioEscena

Amor, deseo y crimen en «Un pequeño asesinato sin consecuencias»

Por Horacio Otheguy Riveira

Las posibilidades de matar son infinitas, tantas como las de dejarse atrapar por celos o algunos de los complejos diversos o, simplemente, porque el odio es lícito y cegarse en él, apasionante. Al menos en la literatura y el cine, y las numerosas series de televisión: allá por donde miremos un criminal anda suelto, sobre todo en las últimas décadas que la censura se cambió de sitio y muchas historias acaban con el culpable dando vueltas haciéndose el sueco. Qué cosas, desde las historias noveladas de la antigua Grecia y los relatos orales de nuestros abuelos, matar es un verbo que protagoniza múltiples rituales o mera fuerza bruta impensada… al margen, claro está, de los crímenes de guerra, la mayoría de los cuales ningún estado se atreve a juzgarlos.

¿Y todo eso tiene algo que ver con esta comedia de un francés de origen español, titulada Un pequeño asesinato sin consecuencias? Creo que mucho y nada a la vez. Nada porque no hay canal directo con lo que sucede a un amistoso triángulo de dos chicas y un muchacho, y mucho, porque sin los antecedentes mencionados no se hubiera pergeñado por parte de un escritor forjado en un país que cuenta con una serie negra de altísimo nivel, proyectada también en un estilo cinematográfico de los más brillantes de Europa. Lo criminal aquí se mofa de sí mismo, con sorna, con ironía, y el humor negro, a ratos negrísimo, adquiere connotaciones que van de la risa contagiosa a los sueños eróticos que, mira por donde, lo mismo se convierten en realidad.

Es una función que al leerla (abajo hay un link para acceder al texto) me he encontrado con un texto muy rico en sugerencias, muy bien dialogado, dentro de una dramaturgia de hoy en la que solo interesa la palabra hecha acción, con una dinámica muy precisa, trepidante, bajel de mentiras y verdades, poses poco auténticas y situaciones muy fluidas, de las que evitan explicarse. De allí que el director Antonio Alcalde (Casa con dos puertas…) haya elegido un estilo humorístico muy ligero, muy directo en una función cuyo argumento apenas puede explicarse a muy grandes rasgos, pues cualquier otro dato quiebra sorpresas y anula el impactante final con un desenlace sorprendente.

En palabras de la web del teatro:

Comedia negra y salvaje sobre tres adultos y sus intentos por seguir ocultando las verdades que llevan tiempo queriendo evitar y que de pronto les estallan en la cara. Para ello, harán lo que hacemos todos: mentir, evadir, justificar, manipular, negar la realidad, plantearse el crimen, ocultar el cadáver, y, en definitiva, complicarse la vida.

«[…] Juan – No me jodas, Eva, maté a alguien, ¿cómo te digo que me creas?
Eva – No es suficiente pretender ser un asesino, ¿sabes? Todavía debe ser probado.
Juan – ¿Ah sí…?
Eva – Si supieras cuántas personas se acusan erróneamente de un delito que no
cometieron. La semana pasada, en la corte, defendí a un monaguillo, acusado de
asesinar a un sacerdote. Bueno, te vas a reír, pero había media docena de otros
monaguillos que también se jactaban de matarlo… Casi tuve que luchar para
convencer al juez de que mi cliente era el culpable.
Juan – Bien… ¿Y cómo lo resolviste?
Eva – Era muy simple… Solo él quien sabía bajo qué árbol había enterrado el cadáver
del hombre santo.
Juan – ¿Y entonces?
Eva – ¿Y entonces…? ¿Dónde está el cuerpo?
Juan – Está aquí al lado, en la cocina.
Eva de repente parece darse cuenta de la gravedad de la situación.
Eva – ¿En la cocina? Estás bromeando…
Juan – ¿Quieres ir a ver?
Eva mira hacia la cocina, duda, pero se da por vencida.
Eva – Pero… ¿qué ha pasado? ¿Y quién es?
Juan – Es… Patricio.
Eva – ¿Patricio?
Juan – Patricio.
Eva – Oh, no… no Patricio…
Juan – ¿Hubieras preferido que asesinara a otro?
Eva – Dios mío, Juan… Dime que no es verdad… […]».

El trío de intérpretes se complementa bien ante la dificultad de un género que exige mucha experiencia en ardides actorales, dadas las situaciones forjadas entre lo macabro, la sensualidad que promueve el delito y aquello que los personajes se ocupan de ocultar.

Son jóvenes en personajes que imagino en torno a los 40-50, de manera que tiene mérito que nos lleven al desenlace entre no pocos enredos, dentro de una puesta en escena que incorpora secuencias mudas que marcan la diferencia entre lo que se piensa y lo se dice, lo que se hace y lo que se desea, y en esas que el chico con aire tímido y deseos de matar va mostrando diversas cadencias en el buen hacer de Adán Redondo, felizmente atrapado por su esposa, una abogada muy sexy, cuya intérprete —también productora— compone con eficacia, marcándose un apabullante número de seducción (Patricia Valle), al tiempo que Nathalia Paolini va de llorosa ingenua que quizás, tal vez, a lo mejor, en una de esas… no lo sea tanto.

 

 

UN PEQUEÑO ASESINATO SIN CONSECUENCIAS

Reparto: Patricia Valle, Nathalia Paolini, Adán Redondo (y en funciones alternas Enrique Meléndez)

DRAMATURGIA Jean Pierre Martínez

Jean-Pierre Martínez es un dramaturgo francés de origen español. Nació el 21 de agosto de 1955 en Auvers-sur-Oise. Con cerca de 400 montajes cada año, en Francia y en el extranjero, es uno de los autores contemporáneos más interpretados en la actualidad. Varias de sus obras (traducidas al español, portugués, inglés y muchos otros idiomas) se exhiben en todo el mundo, especialmente en Europa y América Latina. Entre sus mayores éxitos, Strip Poker y Friday the 13 se han representado en París, Aviñón, Madrid, Lisboa, Nueva York, Los Ángeles, Miami, Buenos Aires, Montevideo…

A lo largo de las 94 comedias que ha escrito hasta la fecha, Jean-Pierre Martinez teje la trama de un universo teatral singular, donde el humor, siempre presente, se codea a menudo con el absurdo en sus vertientes tragicómicas. Defiende un teatro popular en el sentido noble del término, entretenido pero sin facilidad, impertinente pero sin vulgaridad, comprometido pero no edificante, ético más que moralista. Para facilitar su distribución, Jean-Pierre Martinez ha optado por ofrecer los textos de sus obras para su descarga gratuita en su sitio web La Comédiathèque ( https://comediatheque.net ), con acceso por distribución, tema, género o escenario). Estos textos también se publican y se pueden pedir en la red de librerías independientes y en los principales sitios de venta online.

DIRECCIÓN Antonio Alcalde
DISEÑO DE VESTUARIO Isabel Mata
DISEÑO DE LUCES Irene Carballo
DISEÑO GRÁFICO Nathalia Paolini
FOTOGRAFÍA Romero de Luque, Vicente Gómez
PRODUCCIÓN GENERAL Patricia Valle

VIERNES DE FEBRERO, 21 HORAS. SALA AZARTE, MADRID

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