Nos encanta la maldad: El sindicato del crimen
Andy Schmidt reactualiza un mundo alternativo donde los malos ganan y los buenos…
El universo de los superhéroes ha atrapado a numerosas personas entre sus páginas durante toda su historia. En la actualidad esto todavía sigue siendo así. Parte de su éxito está en la mitología heroica, en las historias y en la acción. En este mundillo, Schmidt ha logrado ir teniendo un lugar reconocible. En este sentido ha terminado siendo conocido, fundamentalmente, por sus trabajos para Marvel. De hecho, en el destacado evento denominado Aniquilación llegó a formar parte del equipo creativo de varios partes de dicha saga. Así mismo, también se ha encargado de la narración escrita de Star Trek. Pues bien, recientemente se ha ocupado de la obra de DC Sindicato del crimen. Bienvenidos a Tierra 3…
Este mundo se generó tras Noches oscuras: Death Metal. Seguramente todos recordamos el ejercicio de implosión de DC hace años. En cambio, en la actualidad está en proceso de expansión a raíz del evento Noches oscuras, con sus diversas obras derivadas. En este juego de mundos alternativos, nos topamos con Tierra 3 donde el mundo no sigue los presupuestos clásicos.
Lo más interesante de esta obra está en el juego con ese mundo perverso que encontramos en Tierra 3. Esta idea hace que los personajes superheroicos dejen de lado sus valores y, en ocasiones, su carácter ñoño. Y, claro, esto hace que la historia resulte sumamente llamativa. Incluso parece que la obra también hace un reconocimiento a obras clásicas del Universo DC y a autores como el mismísimo Alan Moore. Todo ello subvertido, de un modo u otro. Al fin y al cabo, el mal está en nosotros, por lo que cada uno podría llegar a convertirse en uno de estos personajes y llegar a hacer cosas terribles. Aquí es donde está el jugo de esta obra.
Ahora bien, este trabajo presenta un pequeño inconveniente en la narración. Con la intención de realizar un trabajo efectista, Schmidt hace que las páginas terminen estando un poco recargadas de información. De hecho, veremos transitar numerosos personajes con los que nos tendremos que enganchar y, por supuesto, comprender. Aquí es donde radica el problema de Schmidt. El creado no deja de aportar información sin parar y esto complica al lector.
Ahora bien, el trabajo, pese a las dificultades, logra que algunos personajes nos lleguen a atrapar. Uno de ellos, que veremos en sus últimas páginas, nos ha entusiasmado. Su perversidad resulta impactante. De hecho, supera a los demás por sus capacidades y características psicológicas. También nos ha llamado la atención es Owlman, versión alternativa de Thomas Wayne en ese mundo de Tierra 3.
La narración visual corre a cargo de Kieran McKeown y Bryan Hitch quienes hacen un buen trabajo, sin ninguna duda. En sus viñetas se busca cierto equilibrio entre el detalle y la expresividad, logrando que este aspecto, sin destacar, tenga una calidad notable. En este sentido, la composición de las viñetas tiene cierto aire racional y eso facilita su comprensión, compensando la narración escrita. A su vez, el color, firmado por Steve Oliff y Alex Sinclair, está realmente bien tratado, ya que evitando estridencias logra que el trabajo tenga cierto grado de elegancia.
En definitiva, estamos ante un trabajo que gustará a todos aquellos que disfruten con la maldad y con la perversidad de los poderosos. En este cómic, el apartado visual destaca por encima de la narración escrita que, siendo notable, no logra deslumbrar.
Por Juan R. Coca