‘Barbaric: pecados mortales’, la subevrsión de los tópicos en el género de la espada y la brujería
REDACCIÓN.
Estar condenado a hacer el bien no parece un destino tan terrible. Sin embargo, Owen, el protagonista de Barbaric: Pecados mortales, os diría lo contrario. Maldecido por unas brujas, el bárbaro de instinto asesino que solo quería estar rodeado de amantes y beber hidromiel tras una matanza se ve obligado a cambiar su desenfrenado estilo de vida (al menos en parte). Hacer el bien en todo momento no es sencillo, por ello Owen siempre va acompañado de Hacha, un arma parlante encargada de ser su brújula moral. ¿El problema? Que Hacha tiene la mala costumbre de emborracharse cada vez que prueba la sangre… Michael Moreci, guionista de esta novela gráfica, subvirtió algunos tópicos del género de espada y hechicería tradicionales como la figura del héroe y, sirviéndose de un concepto alocado, un ritmo vertiginoso, un humor hilarante y unos personajes perfectamente construidos, creó una novela gráfica brutal y totalmente cómica.
Con una propuesta única y unos diálogos rebosantes de ingenio, Barbaric: Pecados mortales traslada a los lectores a un mundo de fantasía repleto de hechicería, mitología y batallas donde una pareja la mar de extraña se encarga de acabar con diferentes villanos y maleantes. Las interacciones entre Owen y Hacha están cargadas de humor ya que el hacha fuerza al bárbaro a actuar en contra de su naturaleza, lo que consigue que este se encuentre malhumorado la mayor parte del tiempo. Además, Hacha ha de enfrentarse a esos momentos en los que el juicio se le nubla cuando absorbe la sangre. Mike Moreci no quería una obra protagonizada alguien perfecto, sino por personajes que fuesen un reflejo de las imperfecciones propias de la humanidad.
Esta novela gráfica no solamente es llamativa por su guion, sino que también destaca en el apartado gráfico. Ilustrada por Nathan Gooden, con colores de Addison Duke y rotulación de Jim Campbell, Barbaric: Pecados mortales consigue evocar el estilo de otras obras del género como Conan el Bárbaro o Groo. Sin embargo, hasta ahí llegan las similitudes ya que Barbaric: Pecados mortales va un paso más allá del estilo clásico. Con un diseño muy detallado, el arte de esta novela gráfica brilla a través de las diferentes escenas de acción y caos que se desarrollan de forma fluida a través del tomo. El color a cargo de Addison Duke, resalta el arte previo.
La colorista desvanece los tonos de manera sutil en los flashbacks e intensifica los tonos carmesíes en las escenas de violencia consiguiendo que estas alcancen un nivel de realidad increíble. El lettering a cargo de Jim Campbell es el broche de oro que termina por unir guion y dibujo. Son sus letras las que le dan a Hacha mucha personalidad y ayudan a reforzar las partes humorísticas de la trama.
En conclusión, Barbaric: Pecados mortales es una novela gráfica muy original que combina de forma hábil las escenas de acción con grandes toques de humor. Mike Moreci da vida a una historia hilarante y atrayente que gracias a sus singulares personajes y a un apartado gráfico cargado de detalles consigue que los lectores solo quieran saber más sobre las desventuras de Owen y Hacha.