Cine y adaptaciones: Stanley Kubrick
Por Mónica Balboa.
Fueron suficientes trece largometrajes para que Stanley Kubrick se convirtiese en un director de referencia para cineastas posteriores. A lo largo de su carrera eligió con mimo sus proyectos, en una búsqueda narrativa que quiso abarcar todos los géneros posibles. Su obra, aunque heterogénea, tiene como rasgo común su influencia literaria.
Vamos a recordar cinco títulos de su primera etapa, desde sus inicios en el largometraje hasta su consolidación como director imprescindible.
ATRACO PERFECTO, 1956
Tercer largo de Stanley Kubrick tras Miedo y deseo, 1953 y El beso del asesino, 1955. Este título representa su segunda incursión en el cine negro, con Sterling Hayden como protagonista, en un filme que recuerda a otro anterior del actor, La jungla de asfalto. Todos los elementos del género se dan cita en Atraco perfecto: un cerebro criminal que planea el golpe (Sterling Hayden), un equipo multidisciplinar para llevar a cabo el robo en un hipódromo, donde calculan hacerse con dos millones de dólares y tampoco falta la mujer fatal interpretada por Marie Windsor. Aunque todo está planificado al milímetro surgen inconvenientes que llevan la historia hasta un sorprendente final que no conviene desvelar.
(Basada en la novela Clean break de Lionel White, 1955)
SENDEROS DE GLORIA, 1957
El filme con el que Kubrick abrió los ojos del espectador mostrándole la verdadera naturaleza de la guerra. Lejos de otros títulos que glorifican las hazañas bélicas de uno u otro bando, Senderos de gloria realiza una feroz crítica antimilitarista, destapando los oscuros intereses de los generales que sólo buscan ascender en el escalafón a costa de sus subalternos. Basada en una novela, que a su vez toma un hecho real ocurrido en el frente durante la I Guerra Mundial, la película muestra lujosos salones franceses llenos de comodidades, en los que los oficiales dan las órdenes, en contraposición con las miserables condiciones de las trincheras, en las que malviven los hombres que deben arriesgar sus vidas para acatarlas.
Kirk Douglas es el honesto Coronel Dax que intenta proteger a sus soldados del abuso de poder, no ya del enemigo, sino de sus propios mandos. El mensaje de la película no debió de hacer mucha gracia en las altas esferas porque fue prohibida en varios países, entre ellos Francia y España donde no se estrenó hasta 1986.
(Basada en la novela Paths of Glory, Humphrey Cobb, 1935)
ESPARTACO, Spartacus, 1960
De nuevo Kirk Douglas en otro papel icónico, el de Espartaco, el esclavo que se rebeló contra Roma. Emulando el espíritu épico del tracio, fue el empeño del actor el que puso en pie este proyecto en el que Douglas le ofreció la dirección a Stanley Kubrick en sustitución de Anthony Mann. La sombra del controvertido Comité de Actividades Antiamericanas planeó sobre una producción basada en la novela de Howard Fast, que había estado encarcelado bajo la acusación de ser comunista. Y contaba con guión de Dalton Trumbo, uno de los “diez de Hollywood”, vetado por el mismo motivo. Finalmente el trabajo de ambos pudo ser reconocido con sus verdaderos nombres en los créditos de la película, todo un triunfo.
Se podría decir que Espartaco cierra la etapa “clásica” de Kubrick, ya que a partir de este título su personalidad va adquiriendo mayor relevancia en sus filmes, imponiéndose al estilo de los estudios y adquiriendo cada vez más control sobre sus futuras películas.
(Basada en la novela Spartacus, Howard Fast, 1951)
LOLITA, 1962
Basada en la novela homónima de Vladimir Nabokov, esta turbia historia sigue el camino a la perdición del profesor de poesía francesa Humbert, interpretado con solvencia por James Mason. Rodada en un blanco y negro atemporal, Kubrick nos presenta al hombre corriente de mediana edad que siempre ha acatado las normas, hasta que hechizado por la adolescente Dolores Haze, se transforma en un audaz transgresor de la moralidad reinante y ya de paso de la ley. La esplendorosa Sue Lyon, en el papel que encasilló su carrera, pone cara y cuerpo a la ambigua Lolita del título. Además del dúo protagonista, también pululan por este clásico Shelley Winters y Peter Sellers, este último en un camaleónico papel, que debió satisfacer al director, con quien repitió en Teléfono rojo: volamos hacia Moscú.
En Lolita los personajes de todas las edades son arrastrados por el fango de la obscenidad, aunque por razones obvias algunos sean más culpables que otros.
(Basada en la novela Lolita, Vladimir Nabokov, 1955)
2001, UNA ODISEA EN EL ESPACIO, 1968
En un salto en el tiempo digno de la célebre elipsis de 2001: Una odisea del espacio, en 1968 Stanley Kubrick emprendió la conquista de un género que hasta entonces había estado relegado a la serie B. En este valiente paso adelante de la Ciencia Ficción (sin los recursos y efectos especiales de los que disponemos hoy en día), Kubrick decidió contratar a expertos de la NASA para construir sus decorados espaciales. El resultado, incluso hoy, es deslumbrante y aguanta el paso del tiempo sin despeinarse.
La película podría dividirse en varias partes que realizan un recorrido por la evolución humana, la huella extraterrestre, el auge de la inteligencia artificial, viajes espaciales, la hibernación… En fin, una película fundacional que no resulta excesivo definir como visionaria, controvertida, revolucionaria, enigmática y abierta a casi todo tipo de interpretaciones.
(Basada en el cuento El centinela, Arthur C.Clarke, 1951)
Aunque 2001: Una odisea del espacio fue el filme que elevó a los altares la figura de Stanley Kubrick, el director no quiso repetir temática en trabajos posteriores sino que se propuso seguir imprimiendo su sello personal a otros géneros como la distopía, el terror, el cine histórico, etc… Hay que reconocer que su estilo visual dejó huella en el séptimo arte.
Situada en el centro histórico de Madrid, más precisamente en el lugar donde estuvo la residencia del gran pintor español Diego Velázquez, la galería APPA ART GALLERY, dirigida por Daniel Barroso, presenta la exposición vidmate colectiva.