El TeatroscopioEscena

Tríada de valiosas autoras en la Compañía Nacional de Teatro Clásico

Por Horacio Otheguy Riveira

Clásicas y modernas, tres mujeres de otro tiempo con un mensaje universal: Joaquina Vera, Víctor Català (seudónimo de Caterina Albert) y, la más conocida, Emilia Pardo Bazán, en un espectáculo sin interrupción que encadena divertidas y dramáticas experiencias femeninas en la misión de conseguir la mayor esperanza de vida, a menudo ligada al mejor marido posible. Siempre entre situaciones conflictivas donde sus elementos de combate o seducción se enfrentan a los prejuicios y las debilidades de una sociedad patriarcal, sumamente clasista.

Enredos y conflictos con un lenguaje fiel a los originales, pero puestas en escena con dinámicas de hoy para expandir con emoción el recorrido de las tres escritoras —que no se conocieron, y cuyas experiencias y talentos fueron muy distintos— hacia la búsqueda de libertad dentro y fuera de la prisión en que cada mujer nace y muere.

Un mensaje expresado con fértiles estructuras teatrales, profunda sensibilidad para desempolvar arquetipos masculinos y femeninos, logrando demostrar que tanto ellos como ellas son víctimas del mismo sistema. Un modo de vida contrario a la razón biológica y, por tanto, sentimental.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico se acerca de este modo a un patrimonio escénico profundamente desconocido para nuestros escenarios: la dramaturgia escrita por mujeres en el siglo XIX. Tres voces completamente distintas a través de tres obras breves (un subgénero muy valioso en la historia del teatro, de Pirandello a O´Neill, de Arniches a Sanchis Sinisterra).

Tres lenguajes para entrar en mundos escénicos muy ligados al mundo rural. Así, el orden escogido es el siguiente: El disfraz, que respira el mundo de las adaptaciones teatrales de éxitos que provenían de los escenarios franceses, encarnado en la también actriz y bailarina andaluza Joaquina Vera, para la escena madrileña de mitad de siglo XIX. En segundo lugar, Las cartas, de Víctor Catalá (Caterina Albert): el mundo de las clases populares de la Barcelona ochocentista. Y por último La suerte, de Emilia Pardo Bazán y su visión de la Galicia profunda con su carga de ensueño y supersticiones.

«El disfraz», de Joaquina Vera (¿Jaén, 1824-1873?). Con Alba Enríquez, Mariano Estudillo, José Pablo Polo, José Juan Rodríguez, Andrea Soto y Daniel Teba. Dirección: Íñigo Rodríguez-Claro: un brillante sainete cuyos enredos funcionarían mejor sin los números extra de canciones en inglés, un aporte con excelentes voces que, sin embargo, rompen el clímax extemporáneamente, lo cual chirría de manera notable dentro de un concepto escénico estupendo. El director opta por esta ruptura e intenta combinar dos obras en una, a mi parecer de manera desafortunada, a pesar del talento de los actores-cantantes. Por otro lado, con clara influencia de las comedias francesas del XIX, el cruce de historias con sus seducciones y necesidades sociales se expone con buen ritmo y muy buenas interpretaciones.

«Las cartas», de Víctor Catalá. (Caterina Albert, Barcelona, 1869-1966). Mamen Camacho con breve participación de Silvia Nieva y el músico José Pablo Polo. Traducción del catalán: Albert Arribas. Dirección: María Prado.
Fantástica Mamen Camacho en Las cartas: una composición muy difícil al asumir a Madrona, una analfabeta con gran sentido del humor y tan dependiente del canalla que se enamora, como muchas mujeres de todas las épocas y otras culturas. Un monólogo en el que ha de asumir a otros personajes para contar íntegramente su historia, como si se tratara de un reality show.
«La suerte», de Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 1851-1921). José Carlos Cuevas, José Pablo Polo y Alba Recondo. Dirección: Júlia Barceló.
Un drama gallego con ribetes góticos: la desolación de una mujer que ha perdido a su novio en la guerra, de pronto ha de enfrentarse a otra guerra que quiere llevarse al hospiciano que la sirve. Entre ambos, una buena bolsa de oro, y un músico que acompaña el dolor, la ilusión y la tragedia ante la buena o mala suerte como fatalidad y no como posible elección.
Espléndida edición de las tres piezas con muy interesantes notas relacionadas con los estrenos originales y peculiaridades del lenguaje de cada una. Se vende en el hall del teatro por 3 euros, integrando una colección imprescindible de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Escenografía y vestuario Elisa Sanz (AAPEE)

Iluminación Pedro Yagüe

Compositor musical y espacio sonoro José Pablo Polo

Vídeo Javier L. Patiño

Coreografía en «El disfraz» José Juan Rodríguez

Asesoría vocal en «El disfraz» Andrea Soto

Asesoría objetual en «Las cartas» Andrea Díaz Reboredo

Ayudante de dirección Xus de la Cruz

Ayudante de escenografía y vestuario Igone Teso (AAPEE)

Ayudante de iluminación Marina Palazuelos Soto

Alumna en prácticas Julia Rincón Valadez

Alumna en prácticas en «El disfraz» Marta Artetxe

Alumna en prácticas en «Las cartas» Andrea Bernárdez

Alumna en prácticas en «La suerte» Alejandra Pérez

TEATRO DE LA COMEDIA. SALA TIRSO DE MOLINA  HASTA EL 5 DE JUNIO 2022

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