‘Saudade’, de Susana García Nájera
ISABEL ALAMAR.
Con un título la mar de sugerente como es Saudade nos llega esta novela de Susana García Nájera, ganadora en 2020 del III Premio Nacional de Novela “Ateneo Mercantil de Valencia”.
En ella encontraremos dos historias fundamentales, una perteneciente a un tiempo pasado, que se desarrolla en Cambados (Galicia) y nos relata sobre todo la vida de Antía, una mujer fuerte, mariscadora y redeira en las Rías Baixas, y otra perteneciente al tiempo presente, que transcurre a caballo entre Madrid y L’Aquila, y que aborda la búsqueda desesperada por parte de su familia de Patricia tras el terremoto acaecido en Italia, en la zona de los Abruzos en 2009, que se cobró la vida de más de 300 personas.
Ese dramático suceso será sin duda el eje vertebrador y el desencadenante de todas las demás historias que están entrelazadas entre sí, puesto que al producirse la desaparición de Patricia, profesora de la Universidad de L’Aquila, durante el terremoto tanto su madre, Estrella, como su hermana gemela Teresa, se desplazarán rápidamente desde Madrid hasta la zona de los Abruzos para intentar averiguar si aún sigue viva. Y para ello intentarán reconstruir sus últimos pasos.
La autora, curtida hasta la fecha en relatos cortos, se mueve, pese a ser esta su primera novela, con maestría y soltura por varios lugares y tiempos a la vez, lo que le sirve para hacer todo un repaso por nuestra historia más reciente, desde la posguerra hasta el año 2009, lo que servirá para que seamos conscientes, entre otras cosas, de los fuertes contrastes entre la manera en que se vivía antes y en la que se vive ahora. Un buen ejemplo de cómo han cambiado los tiempos lo tendremos en el contrapunto que se establece entre la historia de amor que vive Antía, por ejemplo, con el maestro de su pueblo, Zaquiel y la que vivirá su nieta Teresa con Enzo (secretario del Consulado de España en Roma) mientras buscan a Patricia.
Podemos definir este libro como una novela amena de corte costumbrista y con algún ligero toque de realismo mágico que se puede apreciar ya en su primer párrafo: “La felicidad es más rara que un cuervo blanco. Eso es lo que decían en el pueblo, pero aun así, desde que era una niña, Antía siempre miraba al cielo con la esperanza de divisar alguno”. Y, por supuesto, bien ambientada, dado que podremos disfrutar de numerosas descripciones vivas, minuciosas y coloridas, aparte de que también podremos leer múltiples diálogos que nos ayudarán a hacernos una clara idea de cómo es cada uno de los personajes.
Y es que esta es una novela por encima de todo de mujeres, escrita por una mujer y en la que las principales protagonistas son tres generaciones de mujeres: la abuela, Antía; la madre, Estrella, y las nietas gemelas, Teresa y Patricia. De modo que el tema de la sororidad o hermanamiento entre las mujeres estará en todo momento presente. Un buen reflejo de ello es el siguiente párrafo extraído de la página 148: “Las redeiras le están enseñando lo último que le falta a Estrella por aprender: a cantar. La niña entona junto al resto una canción que cuenta que bajo el mar se extienden las redes que han tejido en silencio cientos de mujeres como ellas. Antía las escucha y se fija en la cara de su hija, que no levanta la vista de las redes. Sabe que, de seguir así, la historia se repetirá”.
Por si faltara poco, en esta buena labor de ambientación y de documentación desarrollada por la autora, desempeñará un papel relevante el lenguaje que recogerá algún que otro refrán o estribillo de canciones en gallego y algunas palabras sobre todo relacionadas con el ámbito familiar como son pai, nai, avoa (o lo que es lo mismo padre, madre, abuela). Y a veces adquirirá hasta verdaderos tintes poéticos como nos demuestra la siguiente frase de la página 191: “Bajo sus pies un mar muy picado escupe espuma blanca y afilada”, demostrándonos que los paisajes también son un elemento primordial en Saudade.
En suma, un libro ágil que nos habla de legados y genealogías, histórico en el sentido de que en alguna de sus partes nos retrotraerá a tiempos de la posguerra, de la emigración gallega a mediados del siglo XX… De cualquier modo, nos envolverá, fácilmente, en su bien elaborada atmósfera y nos atrapará con su intriga, ya que, como lectores, seguiremos el argumento de cerca deseando conocer el final de esta obra.
Una novela contemporánea, de fácil lectura, que nos atrapará con su trama inteligente y bien construida, con su buena caracterización tanto externa como interna de sus personajes, véase si no la siguiente descripción física de Antía cuando ya era vieja: “Era una mujer callada, adusta en el trato y no muy dada a las carantoñas. (…) Antía siempre andaba murmurando en gallego y gritando refranes que no entendíamos. Vestía de negro y ataviaba su pelo en un moño tirante. Tenía un mechón blanco que contrastaba con su larga caballera negra (las pocas veces que la vimos con el pelo suelto)”. Unas páginas que cuentan, además, con bellas y continuas descripciones paisajísticas, diálogos muy vivos y frescos, y mucha dosis de verosimilitud. Por todo ello y por mucho más, una lectura perfecta y muy recomendable para cualquier lector que se precie.