Escritor fracasado

JESÚS MILLÁN MUÑOZ.

En el año 2015, Stanley Rogouski escribió en su blog un artículo sobre sus vivencias y realidades de él, como escritor fracasado. Isaac Belmar en su blog hojaenblanco.com lo comenta.

Pienso que esas reflexiones son aplicables a cualquier oficio de la cultura, de creación o autoria, o de búsqueda e investigación, o de intermediación, en todos los parámetros o intervinientes, no solo los autores, sino la crítica, la divulgación, los expositores, etc., a y en todas las artes y saberes –ciencia, filosofía, teología, tecnología, cultura, artes…-.

Uno, usted o yo, tenemos que enfrentarnos a esta cuestión, si entramos en ese círculo tan amplio que he indicado y expresado. Uno, puede escribir poesía o vivir la poesía, pongamos por caso, como lector, estudioso, contemplador, creador o autor o intermediario –editor-director de revista, crítico, estudioso investigador, profesor, etc.. Y, después, uno, tiene que enfrentarse a esa realidad, en dos planos, se siente profesional, quiere ser un profesional, obtener emolumentos sociales y culturales y económicos y, realizar una obra o producción que pueda durar varios siglos.

O, por el contrario, lo aborda o accede a esa realidad, como amateur o aficionado o consumidor o contemplador, en mayor o menor grado, pero no como profesional.. Este es el problema, esta es la gran cuestión. Si usted lo aborda como amateur o gran aficionado o experto no profesional, casi todo lo que reciba de esa actividad, poco o mucho, será bueno, en varios sentidos.

Si usted se acerca a ello, intentando ser un profesional, en mayor o menor grado, entonces, usted puede tener aceptación de la sociedad y de la academia y de los expertos en un grado o en otro. Usted, puede alcanzar un cierto grado de éxito o un cierto grado de fracaso o un cierto grado de presencialidad…

En este segundo grupo, de los que han intentado ser profesionales, en un nivel o en otro, en una calidad o en otra, en una cantidad o en otra. Pero que no era un mero ejercicio de afición o de amateur. En ese grupo, me encuentro o he encontrado o soy yo. Y, como yo, en el terreno de la escritura-literatura-redacción-pensamiento, cientos de miles de personas, cada generación, que sabemos estamos dirigidos y finiquitados, casi siempre al fracaso. Entonces, en este grupo, que somos la mayoría, quizás el noventa y nueve por ciento de todos, solo, quizás, el uno por ciento, tienen un grado de triunfo suficiente o mínimo. En ese conjunto de Cantor, me encuentro yo. Esta es la realidad.

No puedo engañarme a mi mismo, diciendo y diciéndome que soy un escritor aficionado. No lo soy. Soy un escritor profesional fracasado. Puede que no tenga suficiente calidad o innovación o creatividad o genialidad o talento o capacidad o estética o cien mil otras ponderaciones. Pero no me puedo expresar a mi mismo, engañándome de que he sido un aficionado o amateur, en mayor o menor grado, o, entendido o experto. No, soy un aficionado, soy y he sido un escritor/pensador fracasado. Esta es la realidad, y ésta es la que hay que asumir…

Después de cincuenta años escribiendo y redactando y pensando escribir y estudiando y analizando y enviando y mostrando. Después, de décadas de trabajo, de haber ofrecido el material realizado a miles de personas y entidades –miles, sin exagerar-. Solo he conseguido el silencio y la invisibilidad que expresan ahora. No ya, yo, como persona, que esto me parece es secundario, sino todo el trabajo realizado. Después de rellenar miles de páginas escritas, el estruendo del silencio y fracaso es una enorme sinfonía y orquesta coral de la tempestad cultural…

No hecho la culpa a nadie, tampoco a mí. Puede que no tenga talento suficiente, puede que la industria cultural es un bosque sin racionalidad suficiente. A estas alturas de la existencia, lo he redactado en otras ocasiones, solo esperaría, que todo ese trabajo, quedase en algunos lugares, que no se pierda, miles de páginas, posiblemente, con miles de errores, pero posiblemente, con algunos aciertos, que puede le sirvan a la sociedad-humanidad. Solo pido eso. Ya, lo he indicado, Archivos o Centros Documentales, online o virtuales, que se acumule, al menos el curriculum de todos los autores, profesionales y aficionados, y, así pueda revisarse en el futuro. Así, haya una esperanza de que no se destruya y deteriore y decline…

Soy un escritor fracasado, pero también un pensador-filósofo fracasado, también un autor plástico fracasado. Esos tres niveles o dimensiones han ido unidas en mi trabajo, filosofía-literatura-arte plástico. No redacto esto con inquina o rencor o maledicencia o victimismo o… Sino, quizás, intentando no engañar y no engañarme, no mentir y no mentirme. Y, quizás, esperando que todas las entidades y órganos que forman y conforman estos oficios, se planteen, empezando por los medios de comunicación, si existe, suficiente racionalidad en la Cultura y en la Industria Cultural. Si, no hay que plantearse algunas cuestiones y modos y maneras y formas y conceptos y realidades posibles, que haya que realizar, para que exista más inteligencia y buena voluntad en esta cuestión. Que al menos, lo hecho quede en algunos lugares para el futuro. Todo lo que se hace. Más ahora, con la revolución informática y teleinformática. Paz y bien…

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